El ocaso de la voz 5fm48

Hola, bienvenidos a Lo Opinfinito, el podcast diario de Perlesfera sobre Apple y su ecosistema.

Yo soy Javier Lacorte y empezamos. Pues hoy vuelve a haber episodios sobre su competencia, más que sobre su ecosistema. Y os recuerdo que este es el último episodio pregrabado desde la semana pasada porque hoy es el último día en el que, pues eso, episodios pregrabados. Ya he vuelto, ya estoy volviendo, cuando lo escuchéis del Mobile World Congress. Así que mañana viernes volverá a ver episodios de rabiosa actualidad que me da, que efectivamente va a haber rabiosa actualidad que contar sobre Apple.

Mientras tanto, quería volver al episodio de hace un par de días porque creo que hay mucho más que comentar sobre la presentación de Amazon, de Alexa Plus, esta nueva versión del asistente impulsada por Modelo de Tierra Generativa, que ya os digo, os conté hace un par de episodios, pero creo mucho que hay espacio para contar algo más, algo más allá de Alexa Plus como tal, algo más centrado en la tendencia que nos deja entre veres y anuncios. Ahora iré con eso. Alexa Plus, como contexto muy rápido, era una actualización muy esperada desde que Chad GPT irrumpió en nuestras vidas hace ya más de dos años y dejó muy en evidencia las limitaciones de los asistentes clásicos, si es que se les puede llamar clásicos, a Siri, a Google, a Alexa y compañía.

Más allá de las promesas de personalización avanzada y capacidades agénticas que nos vendió Panos Panay, este ex-Microsoft, ahora en Amazon, la presentación es lo que os decía, nos deja alertar entre líneas algo mucho más profundo, que es el fracaso silencioso de una de las apuestas más importantes de Amazon, y no solo de Amazon, para ser justos, que es la voz como interfaz. Vamos a remontarnos a los hechos y hacer una pequeña cronología. Hace una década, Alexa nació como la gran abanderada de un futuro sin pantallas.

Amazon no pudo llegar como quería llegar al gen del smartphone y lo que hizo fue intentar plantar la semilla de la vida post-smartphone de esta computación ambiental y todo esto. Echo fue concebido como este cilindro negro sin interfaces visuales, sino como un dispositivo que auguraba esa democratización de la computación ambiental y de hecho un mantra que repetían muchos los ejecutivos de Amazon en su momento era la voz es la interfaz más natural.

Era como su gran eslogan para intentar posicionarse de cara a poder dominar este nuevo paradigma.

Estoy hablando del año 2014-2015. Era una visión casi profética. Interactuaríamos con la tecnología simplemente hablando y eso nos liberaría de pantallas, de teclados. Pintaban un futuro que parecía casi inevitable como el propio smartphone y entonces empezaron a llegar las pantallas.

Primero tímidamente con Echo Show, casi como una concesión a quienes no habían entendido la visión, pero después ya se multiplicaron en formatos y en tamaños y la presentación de este miércoles pasado fue directamente una revelación. Todas las demostraciones de Alexa Plus se hicieron en dispositivos Echo con pantalla táctil. Ni una sola se hizo en un Echo sin pantalla que al final de hecho son las más populares seguramente.

Y de hecho las interacciones más impresionantes, aquellas que justifican más el Plus del nombre, fundamentalmente dependen de elementos visuales y esa gran apuesta por la interfaz de voz no está consiguiendo mantenerse pura ni siquiera en la casa de su mayor defensor. Apple, porque al final aquí en este podcast el protagonista es Apple y no puedo obviarla, llegó un poco tarde al carro de los altavozes inteligentes pero llegó. Lo hizo primero con un HomePod con un precio muy alto sobre todo para mercados como el español y fue un HomePod que pasó con más pena que gloria.

Con alta satisfacción para quienes lo compraron, creo, por lo general, pero con no mucha gente decidiendo comprarlo. Luego llegó un HomePod Mini que lleva casi cinco años sin actualizarse y, contrariamente a lo que es habitual en Apple, siempre ha generado más atracción por su precio que por su calidad. Esto de por 100 euros está bien o 110 euros, nadie dice que el iPad Air por 900 euros está bien o que el iPhone 16 Pro por 1.200 euros está muy bien. Simplemente dices que son grandes productos, que son buenos productos.

Bueno, más tarde Apple recuperó al HomePod grande con una actualización de mínimos y desde entonces silencio absoluto sobre el HomePod que ya está sin que nadie le haga demasiado caso ni dentro ni fuera de Apple. Amazon no está sola en este fracaso conceptual. Lo interesante de esto no es el cambio de estrategia porque al final las empresas pivotan constantemente y no hay nada de malo en ello. El error es parte de la empresa y de la vida. Lo chungo sería empeñarse en no corregir lo que debe ser corregido.

Lo interesante creo es el silencio alrededor de este fracaso. Nadie en Amazon explicó que la apuesta inicial por las interfaces de voz haya sido prácticamente abandonada. Alexa Plus puede funcionar, va a funcionar en altavoces sin pantalla, pero en el evento lo dijeron con la boca pequeña, casi como una obligación, sin mostrar ni una sola demo en ellos. Suena algo ya secundario.

En su lugar lo que presenciamos fue una especie de readaptación encubierta, un giro silencioso donde las pantallas pasaron de ser un complemento a convertirse en el centro de la experiencia.

Para mí es la isión tácita de que su gran apuesta inicial, una revolución comparable a la de la iPhone para Apple, no se ha materializado como esperaban. La interfaz no era lo suficientemente rápida ni precisa.