No todo el narcisismo es igual: tipos narcisistas 3n5r34

Os doy la bienvenida a un nuevo programa del podcast El laberinto de las relaciones humanas.

Soy el doctor Manuel Rodríguez Zabuín, os hablo desde la Escuela de Vínculos y hoy vamos a tratar algo que hemos venido analizando durante gran parte de este podcast que es el narcisismo pero lo vamos a hacer de una forma un poco diferente al menos en lo que respecta a la temática. Hemos hablado siempre del narcisismo, de las personas narcisistas, de las dificultades que tienen en la interrelación con otras personas y de los efectos que pueden producir sobre otros, pero hay veces que el narcisismo puede adoptar algunas formas que son difíciles de percibir o de detectar.

Por eso vamos a ver los diferentes tipos de narcisismo, vamos a hablar de diferentes formas de manifestar el narcisismo porque no hay una única forma de desarrollar esa conducta narcisista y hay veces que las personas pueden tener dificultades para percibir. El narcisismo se puede clasificar desde tres puntos de vista o al menos así lo hago de forma didáctica. Primero podemos hablar del narcisismo por el origen. En este sentido hay un narcisismo más estructural y un narcisismo como veremos más contextual, más compensatorio. También vamos a hablar de lo que es el narcisismo en cuanto a la manifestación.

Hay un narcisismo mucho más abierto que es el que hacen las estrellas y hay otro narcisismo mucho más encubierto, más difícil de detectar y también podemos hablar de diferentes formas de narcisismo atendiendo a otras características psicológicas y psicopatológicas que se encuentran asociadas al narcisismo. Vamos a empezar hablando del narcisismo por su origen y como os decía hay un narcisismo que se trata del narcisismo estructural. Hablaron de este narcisismo expertos como Milón, por ejemplo, que decía que el narcisismo estructural tenía que ver con la sobrevaloración parental, es decir, es cuando un niño es prácticamente el centro de atención y se sobrevalora sus capacidades, esas capacidades en las que uno empieza a decir que ese niño es magnífico, maravilloso. En esa crianza no se enseña a pisar a los demás y prácticamente de forma congénita no se configura es una estructura de personalidad.

En estos casos, pues no, aparentemente no hay experiencias de desvalorización reales o adversas que puedan estar relacionadas con ese estilo de vinculación narcisista. Ya digo que esto es común en los tiempos en los que nos movemos. Fijémonos que muchos padres hablan de sus hijos como si fueran entidades superiores que tienen unas capacidades muy grandes. He encontrado con casos que dicen pero será una súper dotada, una súper dotada porque es que es increíble lo que hace, cómo lo hace. Entonces, al final, pues esa forma de entender, de configurar a una persona hace que se configura una estructura. Por eso hablamos de un origen más estructural.

Y después el narcisismo más compensatorio que tiene que ver con experiencias de desvalorización adquiridas a lo largo de la vida, en los que hay fracasos afectivos, en los que hay experiencias, por ejemplo, de bullying, experiencias de maltrato parental, por ejemplo, en los que se desvaloriza ese niño, esa niña, esa persona y se le causa, por tanto, una herida, una herida en su auto percepción. Y ahí aparece la experiencia de baja autoestima y consecuencia de todo ello hay unas fantasías de grandeza, de superioridad, de que uno lo puede todo, de que uno tiene unas capacidades extraordinarias, de que uno es digno de que le traten con respeto y con gran iración porque se lo merece, porque ha hecho muchas cosas. Hay una versión un poco distorsionada y sesgada de uno mismo y entonces al final observamos que esa grandeza y esa superioridad está al servicio de la compensación de una serie de fragilidades que tienen que ver con acontecimientos vitales, traumáticos, estresantes.