'Mientras pueda pensarte' de Inma Chacón 6o691n

Entre libros andan las ondas para contarte un millón de historias.
Te cuento un cuento con Alejandra Esteban.
Alto Jalón Radio.
Hola, hola. Una vez más aquí estamos con nuestro espacio literario.
Encantada de que me escuchéis porque es uno de los días favoritos de mi semana.
Así que hoy vamos con otras de las autoras favoritas mías
y espero que también vuestras cuando leáis el libro que os voy a recomendar esta semana.
Esta autora es Inma Chacón, que no hay que confundir con su hermana ya fallecida, Dulce Chacón.
Y es una autora extremeña que nació en Zafa, en Badajoz, el día 3 de junio del año 1954.
Las hermanas Chacón nacieron en una familia conservadora, aristocrática, de derechas y del Bando Nacional
y les salieron el gato por el tejado, ¿no?, que se suele decir.
O sea, salieron todo lo contrario a lo que habían vivido en casa,
lo que habían mamado y lo que habían visto con sus propios ojos de diatracía.
La novela que hoy nos trae aquí es una novela que a muchos de vosotros os recordará el tema.
Porque, ¿os acordáis? Hace unos años hubo muchísima polémica con los niños
que habían sido secuestrados en hospitales públicos y privados de nuestro país
por una serie de personajes, que no se les puede denominar de otra manera,
que robaban a esos niños recién nacidos y les hacían creer que habían muerto a sus madres.
Familias que eran poco pudientes o incluso familias normales de clase media, me refiero.
Yo creo que los médicos, sin ningún tipo de pudor, sin ningún tipo de prejuicio,
robaban de esas camas nido para llevárselos a otras familias más adineradas.
Nuestra autora, Irma Chacón, en este libro que hoy traemos aquí,
mientras pueda pensarte, lo que quiere hacer es un homenaje a esas madres,
a esas familias, a esas mujeres, que de repente llegaron a un hospital embarazadas de nueve meses
y en lugar de llevarse a un niño a casa, se llevaron una tristeza, la pena, el dolor.
Es una novela que a mí me gustaría que empezáramos por el principio.
La primera frase de la novela es «No sé quién soy».
Es una frase muy significativa porque yo se he puesto un poco en antecedentes de lo que va el libro,
pero imaginaos que vosotros abriéis las páginas del libro y la primera frase que os encontréis es «No sé quién son».
El personaje, el protagonista de nuestra novela, Carlos, Carlos Miranda, tiene 40 años,
es un creativo de publicidad de Valencia, muy famoso, tiene un gran éxito personal y, sobre todo, profesional,
pero llega un momento de su vida en el que se da cuenta de que no sabe quién es.
¿Por qué? Pues porque a esa edad descubre que sus padres, que como no podía ser de otra manera en estos casos,
le criaron con todo lujo de detalles y comodidades, en realidad no eran sus padres.
¿Por qué? Pues porque 40 años antes, en una casa cuna de la provincia de Valladolid,
una mujer, María Dolores González, que solo tenía 17 años y era soltera y no tenía pareja conocida,
dio a luz a un niño y le comunicaron que el pequeño había muerto de una extraña infección.
Así empiezan casi todas las historias de las que hemos estado hablando de los niños perdidos.
Ella sabe, algo le dice en su interior, que las cosas no son lo que parecen.
Y ahí está el hilo argumental de este libro, Mientras pueda pensarte, que, por cierto,
el título corresponde a un poema de un poeta extremeño también que se llama Ángel Campos Pampano,
que dice Mientras pueda pensarte no habrá olvido.
El libro, la primera parte, la parte más presente, está ambientado en Valencia,
en la década del año 2003 o 2004 y en otras ciudades.
Y la parte ficticia es un poblecito pequeño de Valladolid en el que se intercalan episodios
ocurridos en el año 1965 y 1992.
Es una novela muy fácil de leer porque además está subdividida en tres partes.
Está escrita a dos voces por un narrador-personaje, que es Carlos, que lo hace en primera persona,
y luego otro narrador-emisciente en tercera persona.
Que sigue un orden cronológico, que más o menos cuando vayamos leyendo los 57 capítulos
nos parece más o menos lógico, pero cronológicamente es discontinuo.
Es decir, va con saltos temporales que te van llevando de un sitio a otro para que no te pierdas,
para que veas la evolución de María Dolores y de Carlos a lo largo de toda esta historia.
Una historia que lo que os he dicho está muy bien ilvanada, tiene dos hilos narrativos distintos,
el hijo y la madre, pero está súper bien enlazada.
Es decir, son dos historias paralelas que los escritores, los narradores, perdón,
las van narrando poquito a poco, pero nosotros como lectores, como espectadores de esa historia,
las vamos conociendo con antelación a ellos.
Es decir, poco a poco vamos sabiendo casi más que los propios personajes,
pero al final esas dos historias...