'Pedro Páramo' de Juan Rufo 2q2t3a

Entre libros andan las ondas para contarte un millón de historias.

Te cuento un cuento con Alejandra Esteban.

Alto Jalón Radio.

Hola, hola. Hola, muy buenas. Aquí estamos de nuevo y esta vez os traigo a un autor del siglo pasado.

Y me diréis, pero cómo te has remontado en los tiempos. Pues me he remontado porque yo creo que Juan Rulfo es uno de los grandes entre los grandes.

Este escritor mexicano tuvo una trayectoria muy breve. Es decir, escribió muy poquito, pero lo que escribió fue maravilloso. Y lo que yo os traigo hoy aquí a vosotros es una obra de arte, una auténtica obra de arte literaria que se llama Pedro Páramo.

Su autor, Juan Rulfo, es mexicano. Nació en el año 1917 en Acapulco, una pequeña localidad del estado de Jalisco.

Y él se quedó de pequeñito huérfano muy pronto, de padre y de madre, las dos cosas.

Y entonces tuvo que ir a un internado en una ciudad más grande de donde vivía él.

Y allí las casualidades de la vida, pues él se juntó con un clérigo, con un religioso, que tenía una biblioteca maravillosa y él se enamoró.

Él se enamoró de esa biblioteca y se enamoró de esa literatura.

Él dice siempre que fue el inicio de su vocación literaria y desde luego que tuvo que leer muy buenos libros porque su obra, aunque es muy breve lo que os he dicho al principio, es muy buena.

En el año 1953 él publicó una colección de relatos, que fueron una auténtica delicia, que se llamaba El llano en llamas.

Y luego dos años después, en el año 55, publicó la obra que yo os traigo hoy aquí.

Esta obra lo consolidó como uno de los grandes entre los grandes.

Es una novela que apenas tiene 150 páginas.

Os imaginamos hoy en día que estamos acostumbrados a que escriban a peso.

Esta novela solo tiene 150 páginas, pero desde el año que se hizo, que se escribió en el año 55, ha conquistado a miles y miles de personas.

¿Por qué? Pues porque Juan Rufo nos mete en el realismo mágico.

Comparte escritura con autores de la talla de Carlos Fuentes, Cortázar, Borges, Carpentier...

A quien se le acuña, por cierto, este término, el del realismo mágico, que se consolidó en Iberoamérica, pero que se extrapoló al resto del mundo a partir de la segunda mitad del siglo XX.

Esta primera novela, Pedro Páramo, está tan vigente en la actualidad que Netflix, que es tan simple al quite de todo, hizo una película sobre este argumento, dirigida por Rodrigo Prieto, que fue ganador de un Oscar hace un tiempo.

Y entonces es una novela tan maravillosa, tan corta y tan maravillosa, que yo creo que no podemos perdérnosla en nuestro espacio.

Esta novela cuenta la historia de Juan Preciado.

Juan Preciado es un joven que, al morir su madre, en el hecho de muerte, él le promete que va a buscar a su padre.

¿Pero quién es su padre? Pues su padre es un gran cacique que se llama Pedro Páramo, quien él lo conoce, pero con el que está dispuesto a arreglar cuentas, porque su madre le dice qué tiene que hacer.

En ese camino hacia la búsqueda del padre, es un camino duro, un camino en el que los sueños y la realidad se van mezclando a lo largo de toda la novela, lo que produce mucha sorpresa, al principio el lector se queda muy perplejo con algunos episodios de este libro.

Él, en el camino hacia la búsqueda de ese padre ausente, va atravesando unos paisajes yermos muchísimo calor, el calor mexicano de aquellos años, y se encuentra con un hombre que viaja en burro.

Entonces es muy curiosa la relación que se establece entre esos dos personajes.

Juan Preciado se da cuenta de que ese señor en burro es la única figura humana que se va a encontrar dentro de ese paisaje.

Y él no lo sabe, pero los dos son hermanos.

Los dos son hermanos y los dos van hacia un lugar, un hermoso pueblo, que su madre le dijo que se llamaba Comala.

Comala es el lugar que todos buscamos en nuestra vida, porque esta novela es una metáfora de la vida.

Él busca al padre, otros buscamos el camino, otros buscamos nuestro destino, otros buscamos la razón de ser, de nuestra existencia.

Y en este viaje, en esta búsqueda que hace Juan Preciado, el lector se va a ver envuelto en un mundo de murmullos, de figuras extrañas, un mundo que al principio te sorprende, porque es un pueblo fantasma, que parece que se mueve en un plano diferente al plano real.

Vamos viendo episodios del pasado que nos van descubriendo los diferentes personajes, pero que de repente se enlazan con los episodios del presente.

Es un realismo mágico, como os he dicho al principio, en el que la realidad y la alucinación están mezcladas.

El presente y el pasado, la vida y la muerte.

Y en Melahí están.