Madres en oración: Escuchar con el corazón - Ep01T09 5ug6v

Porque donde se reúnen dos o tres en mi nombre, ahí en medio estaré yo.

Ser madre no es tarea fácil, pero juntas podemos lograr el cielo.

Bienvenidos a esto que es Madres en Oración, con Adriana Corona.

Hola, mis queridas mujeres hermosas, ¿cómo están? Pues aquí estamos en estos espacios que hago para reflexionar, para que elevemos nuestro corazón y nuestro espíritu a Dios y nos conectemos con él.

El día de hoy preparé un tema que se llama Aprender a Escuchar con el Corazón.

El hecho de ser madres nos pone en un papel de liderazgo y nos guste o no, pues vamos a atravesar todas las etapas de nuestros hijos, desde que nacen, y ya sabes, todo el proceso de bebés, pequeñitos, luego niños, luego adolescentes, hasta que abandonan la casa y se van.

Pero a todo lo largo de la historia de nuestros hijos, de todo el proceso de nuestros hijos, aprender a escuchar desde el corazón es fundamental.

¿Y qué es escuchar desde el corazón? Es escuchar más allá de la palabra.

Uno de los mayores anhelos del corazón humano es ser comprendido, ser escuchado con amor, no ser juzgado.

En la familia, especialmente entre madres e hijos, es importantísimo la comunicación afectiva, y esto es una habilidad que nosotras podemos desarrollar, pero es una necesidad vital.

¿Por qué necesidad vital? Porque la comunicación es para las familias, mis amores, como el oxígeno para los pulmones.

Si nosotros no tenemos comunicación con nuestro esposo o con nuestros hijos, tendremos un grave problema y generaremos grandes confusiones.

Entonces, hablar con el corazón no significa hablar desde la emoción, sino desde el amor maduro, desde la escucha atenta y desde la presencia real.

Hoy, tristemente, tengo que decirte que las redes, los aparatos, han distanciado la escucha activa.

Nada menos el sábado que comí con una amiguita que andaba afuera y que teníamos mucho que no nos veíamos, me invitó a comer y estábamos en el restaurante y había una mesa de ocho.

Llegó la familia, se sentaron, pero grandes y chicos, todos estaban con el celular.

Entonces, yo digo, ¿para qué se citan en un restaurante tan hermoso, porque es muy bonito ese restaurante, con una comida exquisita para no verse, para no mirarse, para no escucharse? Todos metidos en el celular.

Entonces, hoy la sociedad actual no está mirándose, no está comunicándose y no está escuchándose.

Están conectados con las redes, pero están desconectados de los suyos.

Entonces, hablar con el corazón no se trata solo de hablar mucho con tus hijos, sino de hablar para escuchar el alma de tus hijos, para saber qué es lo que les duele, para saber cuáles son sus intereses, para saber cuáles son sus gustos, para saber qué quieren ellos.

Te puedo poner algunos ejemplos, algunos ejemplos reales de esto.

Tengo un nieto, bueno, ustedes saben que yo tengo muchos hijos espirituales y tengo muchos nietos espirituales.

Entonces, hará como 15 días uno de mis hijos me manda y me manda lo que está haciendo su hijo.

Su hijo tiene ahorita como 12 añitos.

En la mañana va a la escuela, en la tarde va a ir a entrenar a fútbol porque él quiere ser futbolista profesional, pero en la noche, el hermano de él abre una cenaduría ahí a dos cuadras de su casa y se va dos horas a meserear.

Entonces, puso un cartel con su foto vestido del uniforme que quiere ser de adulto y puso las propinas, sueño con ser futbolista profesional, sus propinas son muy importantes para mí.

Entonces, esas dos horas que meserea en la noche, va juntando para sus zapatos, para su uniforme y demás.

Imagínate si mi hijo Antonio no escuchara a ese hijo y bloqueara todo el sueño que él tiene.

La semana pasada me mandó una foto y me dice, mira lo que hizo tu nieto.

Va a competir por primera vez con su equipo, obviamente, y puso, se compró él sus tenis de esos verdes, amarillo, limón, que se ven en toda la cancha, pero tomó un marcador negro, esto me encantó, y le puso a cada zapato, Dios es primero.

Entonces, imagínate lo que implica que como padre realmente estés conectado con aquello que sueña tu hijo, con aquello que le gustaría verdaderamente hacer a tu hijo.

Entonces, escuchar con el corazón es abrirme a los sueños del otro y luego acompañarlos en ese proceso.

Entonces, comunicar en la familia, ¿qué es la comunicación afectiva? Es la capacidad, fíjate bien, de expresar lo que sentimos, lo que pensamos, lo que necesitamos sin herir, sin manipular y sin imponer.

Sin herir, sin manipular y sin imponer.

Obviamente que esta comunicación supone también escuchar activamente.

Entonces, me callo, te escucho completo, no estoy preparando a ver que me van a decir cosas.