Madres en oración: Abigail - Ep04T08 6j58y

Porque donde se reúnen dos o tres en mi nombre, ahí en medio estaré yo.

Ser madre no es tarea fácil, pero juntas podemos lograr el cielo.

Bienvenidos a esto que es Madres en Oración, con Adriana Corona.

Bueno, muy buenas tardes, me da mucho gusto saludarlas.

Es un placer estar en este espacio donde podemos compartir y donde podemos avanzar.

El día de hoy les voy a contar la historia de Abigail.

Ustedes sabían que Abigail se da en el tiempo en que en esa época en que David huye del rey Saúl, porque Saúl lo quiere matar antes de que él se convirtiera en rey.

David y sus hombres vivían en el desierto, sobreviviendo gracias a la hospitalidad de las personas que iban encontrando en su camino.

Abigail estaba casada con Naval, un hombre rico, pero necio y arrogante que despreciaba la sabiduría de Dios y el respeto a Dios.

No era un hombre que amaba a Dios.

Y en medio de esta situación, Abigail demostró ser una mujer de gran inteligencia y prudencia, evitando un desastre inminente.

¿Y qué hizo? ¿Qué hizo esta mujer? David y sus hombres habían protegido los rebaños de Naval en el desierto, sin pedir nada a cambio.

En un momento de necesidad, David envió un mensajero a Naval pidiendo provisiones con respeto y cortesía.

Naval respondió con desprecio y arrogancia, negándose a ayudar a David y burlándose de él.

David enfureció por la falta de gratitud y el insulto y decidió atacar a Naval y destruir su casa.

Pero la sabiduría de Abigail paró esto.

Un sirviente de Naval, consciente del peligro, advirtió a Abigail sobre la situación.

Sin decirle nada a su esposo, Abigail preparó una gran ofrenda de alimentos y salió al encuentro de David.

Al encontrar a David, se postró ante él en humildad y le pidió que no derramara sangre innecesariamente.

Le recordó a David que Dios tenía un plan para él y que no debía mancharse las manos con venganza.

David, impactado por su sabiduría, agradeció a Dios por haber enviado a Abigail para evitar que cometiera un error impulsivo.

La muerte de Naval y el matrimonio con David.

Cuando Abigail regresó a casa, encontró a Naval celebrando un banquete hiebro.

Al día siguiente le contó lo sucedido y Naval sufrió un ataque y murió diez días después.

Al enterarse de su muerte, David vio esto como la justicia de Dios y envió una propuesta de matrimonio a Abigail.

Abigail aceptó y se convirtió en una de las esposas de David siendo parte de su historia y de su legado.

Qué interesante, fíjense ahora qué lecciones nos deja esta mujer porque evitó para empezar una masacre, evitó que hubiera derramamiento de sangre.

La primera lección que tenemos que aprender de Abigail es la sabiduría.

La sabiduría puede evitar el conflicto.

Abigail nos enseña que la prudencia, el descendimiento pueden evitar grandes tragedias.

Y en lugar de actuar con ira como su esposo, buscó una solución pacífica y protegió a su familia.

¿Cuántas veces nosotros no actuamos como Abigail? Somos impulsivas, gritamos, nos desesperamos y entonces en ese momento armamos todo un caos en nuestra propia casa.

Entonces, ¿qué lección tan extraordinaria nos da Abigail? Segunda es la humildad.

La humildad es una fortaleza, no una debilidad.

Así que a pesar de ser una mujer rica y de alta posición, Abigail se humilla delante de David para evitar la violencia.

Esto demuestra que la verdadera fortaleza está en el carácter y no en el orgullo.

Pero aquí yo miría más profundamente en este gesto de Abigail.

Nosotros necesitamos humillarnos delante de Dios, delante de ese rey majestuoso que es Cristo.

Y tenemos que humillarnos para poner delante de Él nuestros pecados, nuestras debilidades, todas las cosas que a veces nos suceden y que nosotros creemos que no importa, no pasa nada.

Abigail nos enseña que cuando nosotros demostramos un corazón humilde, un corazón sencillo, Dios nos escuchará siempre.

Entonces, la humildad es una virtud que incluso María nos demuestra a todo lo largo de su historia.

Tercero, tercera lección.

Dios hace justicia en su tiempo.