LO MEJOR PARA MAMÁ. a6v1n

Te has encontrado alguna vez sintiendo esa pesada carga, como si cargaras el mundo entero, que estás para todo, pero nadie parece notar lo que tú necesitas, ¿cuántas veces hemos postergado nuestras propias emociones por cuidar de los demás? Debido a que estamos frente al fin de semana donde en muchas partes del mundo se celebra el día de las madres, hemos decidido tener un episodio diferente, sin salirnos de la temática, pero nos gustaría enfocarnos directamente en las madres, aunque es válido para todo y es bueno que todos lo escuchen para que de cierta manera apoyen a mamá, ya que se dice que las madres son el centro del hogar, porque ellas desempeñan un rol fundamental tanto emocional como organizativo dentro de la familia, podemos ver como las madres están en todo, es como si tuvieran en su organizador o en su pantalla, tuvieran 7, 8, 10 páginas abiertas, están navegando por todas al mismo tiempo, que bueno que Dios les ha dado esa capacidad, aunque a veces a nosotros los hombres como que no nos gusta mucho esa forma de ser, pero que bueno que Dios les ha dado la capacidad de estar en todas partes al mismo tiempo, pudiéramos decir, pero esto a la misma vez también las introduce en un mundo de problema, ya que en muchas ocasiones como madres al fin se encuentran disponibles para todo, pero nadie parece notar lo que ellas necesitan, hace algún tiempo conversaba con una de estas madres, madre que tenía distintos horarios de trabajo, pero llegaba a casa y tampoco no tenía descanso, no había tiempo, tenía que hacer las cosas, preparar los alimentos, buscar las provisiones del hogar, trabajar lo mismo en horarios diurnos que nocturnos y finalmente esa madre en ocasiones me decía estoy cansada, ya no puedo más, ya no aguanto más, muchas madres creen que ser fuerte es no quebrarse, es estar siempre presente, ser incansable, darlo todo a cambio de nada, pero permítame decirle que la verdadera fortaleza comienza cuando reconocemos que algo nos duele, cuando reconocemos que también tenemos necesidades, cuando reconocemos que somos personas, que somos seres humanos, cuando reconocemos que también necesitamos un descanso, en estos últimos años, aunque dije que iba a hablar para las madres, pero poniéndome también como ser humano, en estos últimos años me he dedicado al estudio, al trabajo, a servir, a ayudar a personas, a tener sesiones para poder ayudar a personas, matrimonio, a madres que tienen problemas relacionales y esto a veces me ha llevado a un punto donde necesito parar, necesito detenerme, donde digo no puedo, no tengo más para dar, y es que como seres humanos muchas veces nos agotamos, nos empeñamos en dar, en dar, en dar, sin embargo también necesitamos pensar que no podemos dar si no tenemos que, o sea, necesitamos primero recargarnos para poder dar a los demás, y muchas veces las madres tienden a tener ese problema, en que dan y dan y dan, finalmente llega el momento cuando se sienten exhaustas, llega el momento cuando ya no pueden dar más.