
Descripción de UNA CITA CON EL. 23y4e
¿Te has encontrado alguna vez tan sumergido en la rutina del día a día que te hace sentir como si estuvieras estancado mal llevando la vida? ¿Qué pasaría si tan solo hago un pequeño cambio en mi vida? 3a2229
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
En muchas ocasiones nos encontramos transitando por la vida cargando con hábitos que no son buenos del pasado, hábitos que a veces han llegado a ser generacionales, hábitos que hemos ido adquiriendo a medida que hemos ido viviendo las distintas etapas de la vida, sin embargo no tenemos por qué quedarnos con ellos, si son hábitos que no son buenos por qué seguir viviendo con ellos, si reconocemos que son hábitos que quizás nos traen problemas en el matrimonio, en el trabajo, como quizás llegar tarde, no ser puntual, cualquier sea la situación, por qué tenemos que seguir lidiando con todo esto, sabías que existe la oportunidad de poder llegar a ser una nueva persona, de poder cambiar esos hábitos que muchas veces nos molestan, nos hacen daño, cuántas veces nos ha sucedido que nos sentimos como que atrapados en esos hábitos, nos sentimos como que detenidos, como si nos impidieran poder avanzar en la vida, a veces me encuentro con personas que me dicen es que yo no puedo cambiar, yo siempre he sido así, permítame decirle que tanto la biblia como la ciencia ambas están de acuerdo en que podemos cambiar, podemos ser diferentes, podemos gozar de una vida distinta, podemos tener la oportunidad si nosotros la elegimos, si nosotros queremos de poder comenzar una nueva vida donde transitemos por caminos deseados, transitemos por lugares mejores, esta señora a quien llamaremos Marta, ella era una señora que nadie podía señalarla, de estas personas que buscaba hacerlo todo a la perfección, todo bien, la atención con el marido, la atención con los hijos en el trabajo, incluso iba a la iglesia y allí también se involucraba en las actividades que se hacían, en ayudar, en colaborar, participaba en todo lo que se hacía, sin embargo cuando se encontraba con ella misma a solas, experimentaba un vacío en su interior, sentía que su vida no tenía propósito, se sentía que estaba estancada, como que no avanzaba, conversando un día con una amiga le contaba lo que le sucedía y le decía ya estoy cansada de estar fingiendo lo que en realidad no siento y puede ser que en el día de hoy le esté hablando a alguien que se encuentra en una situación similar, es posible le esté hablando a alguien donde quizás en casa ya no soporta más estar fingiendo, quizás en la escuela, en la iglesia, en el trabajo, en el vecindario, en el partido político que pertenezca, ya como que está cansado de estar fingiendo, como que ve que no progresa, que no avanza, ese día mientras Marta le relataba su triste historia a su amiga, la amiga le hizo una pregunta que la puso a pensar y por eso quiero también compartirla contigo en este día, la amiga le preguntó Marta ¿cuándo fue la última vez que tuviste una cita verdadera con Dios, una cita abierta, sincera, honesta con Él? esta pregunta revolucionó la cabeza de Marta y a partir de ese día comenzó a crear un nuevo hábito, un hábito de levantarse unos 20 minutos más temprano, allí leía un salmo, leía alguna porción de la Biblia
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