Lo que hay en el piso de arriba y6v25

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Silencio. Se habla.

Una hora semanal dedicada al espectáculo y dirigida por nuestros cómicos y autores a la imaginación de los oyentes.

A partir de este momento, lo que hay en el piso de arriba, guión original de Pedro Montero, interpretado por la Compañía de Actores de Radio Nacional de España, con Pilar Quintana y Luis Porcar en los principales papeles.

No oigo nada.

Exacto.

Qué felicidad. ¿Te das cuenta de lo que representa no tener encima a esa pandilla de vándalos? Eso es la vejez, Ramiro. La vejez a los 37. Esas balías son de viejo. Tú me comentaste un día que la de arriba había tenido una máquina de llorar, no un niño. Fue un día en que estaba de mal humor. ¿Y los otros tres cafres, qué? Está bien, ya se han mudado. Ahora no hay nadie arriba.

Supongo que estarás contento. No. ¿No? ¿Cómo voy a estar contento? El día menos pensado vendrán nuevos inquilinos y vaya usted a saber qué clase de gente será.

Eres el colmo, cariño. Si no fuera por lo que es, terminaríamos viviendo en el campo. ¿Por qué no? Ya te estoy oyendo. Ana, los pasos de las hormigas no me dejan dormir. ¿Cómo voy a leer con tranquilidad, con ese ruido que hace la hierba al crecer? Eres muy graciosa. ¿Nunca te lo han dicho? En serio, Ramiro. No se puede vivir así. Salvo que alquilemos un panteón en el cementerio. Ah, pues no creas que no le he estado dando vueltas a la idea.

Ay, qué tranquilidad, qué silencio. Ponemos un poco la televisión. Ana, por favor.

Durante las semanas siguientes, Ramiro, a pesar de experimentar en el fondo una pequeña inquietud por el futuro, vivió feliz. El piso de arriba continuaba vacante y nadie se había interesado por alquilarlo.

Felipe, ¿ha venido alguien a preguntar? No, no señor. Hoy tampoco. Por lo menos el tiempo que yo he estado en la portería. Gracias, Felipe. Hasta luego. Hasta luego, don Ramiro. Pero como era inevitable, cierto día...

Calla un momento. ¿Qué ocurre? Estoy oyendo pasos arriba. No se te escapa una. ¿Qué quieres decir? No pensaba decírtelo, por si no te dabas cuenta. ¿Hay inquilinos nuevos? Un inquilino nuevo. Un anciano encantador. Vive solo y no es ruidoso en absoluto. Eso habrá que verlo. Nada más instalarse, ya lo he oído. Te equivocas, Ramiro.

Lleva en el piso cinco días. ¿Te habías enterado? Ramiro no se había dado cuenta de la presencia del nuevo inquilino y tuvo que confesárselo así a su esposa. ¿Sería posible tanta felicidad? El nuevo inquilino parecía la persona más tranquila del mundo, pero... ¿Es muy mayor? Bastante. Un viejecito encantador. Ya lo sabía yo. ¿Qué? Se instala un vecino encantador, pero es un anciano. Dentro de seis meses se estira la pata.