Caín o una gloria científica 32e43

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Silencio. Se habla.

Una hora semanal dedicada al espectáculo y dirigida por nuestros cómicos y autores a la imaginación de los oyentes.

A partir de este momento...

Dentro de nuestro ciclo de teatro español actual, les ofrecemos Caín o una gloria científica, comedia original de Pedro Salinas.

En el año 1964, se suscitó una polémica dentro de los ámbitos literarios sobre la anticipación teatral en un tema trascendental para la humanidad, la bomba atómica.

Fue a propósito del estreno de una obra del joven autor alemán Heiner Kippar, titulada El informe Oppenheimer, que alcanzó un éxito rotundo en toda Europa y fue traducida a muchos idiomas.

Al tratar el tema por primera vez en la escena, se dijo entonces por los comentaristas de turno, un tema con el excelente asunto dramático del físico que produce un arma mortífera, la más potente, la más temida, el interés que despertó trascendió incluso del ámbito teatral medio para el que fue concebido.

Algún comentarista aportó al debate la farsa escrita por el autor suizo Friedrich Dürrenmatt un año antes, los físicos, donde ya se trataba de la bomba atómica, considerándola precursora de El informe Oppenheimer.

Pero entonces, tengamos presente el año y el régimen de censura imperante en España, 1965, quizá por ignorancia, quizá por perversidad, que de todo podía haber, nadie puso sobre la mesa del debate Caín o una gloria científica de nuestro gran poeta exiliado Pedro Salinas, donde el tema es protagonista absoluto de la acción.

Porque si Dürrenmatt nos cuenta la historia de un científico que se recluye en un manicomio para no hacer daño a la humanidad, el poeta español nos relata la historia de un sacrificio aún mayor de su científico protagonista, por los mismos motivos y con una dimensión humana que roza la tragedia, a la que no llega el escritor suizo.

Y, además, está escrita algunos años antes de 1965.

Pedro Salinas falleció en Boston el año 1951.

Caín o una gloria científica, en una adaptación de Emilia Escribá.

Sus protagonistas son José María del Río, Isabel María Pérez y Luis Alonso Carrasco, con la colaboración de Aurora Vicente.

Dirección Domingo Almendros.

Una producción de Radio Nacional de España, Radio 1.

En un país imaginario.

Periodo de entreguerras.

Estamos en primavera.

En un hotelito sencillo y de elegante confort.

Por la tarde.

Aquí está mi tarjeta.

Muchas gracias.

Tenga la bondad de sentarse.

Mucho gusto, señor.

Mil gracias, señora, por haber tenido la atención de recibirme.

Hubiera deseado pedirle permiso por teléfono, pero...

Claro, ya sabe la teoría de mi marido.

Una casa de campo con teléfono ya no está en el campo.

Se traslada automáticamente a la ciudad.

Es una manía suya.

Pero siéntese usted.

Vengo, señora, de parte del profesor Fontecha, mi jefe.

El director del Instituto Nacional de Física, donde trabaja su esposo, el profesor Leiva.

Usted dirá.

Desearía saber, el doctor Fontecha, si usted tiene noticias de su esposo.

¿De cuándo piensa regresar de su viaje? ¿Su viaje? Ah, sí, su viaje.

El profesor Leiva parece que expresó a nuestro jefe hace ya doce días su deseo de tomarse una breve vacación.

Se sentía cansado.

Sí, un poco cansado.

Creo que indicó su propósito de hacer un viaje corto.

Y como en estos momentos tiene muy adelantados unos trabajos que interesan sumamente al Instituto, el señor director espera su vuelta con impaciencia.

Parece que su esposo dijo que estaría fuera diez días.