Los Leones de la Iglesia 2ny4r

Comienza Tu cura en las ondas con el padre Íñigo Ugalde.

Muy buenos días, amigo de Radio María.

Bienvenido a este nuevo programa de Tu cura en las ondas en esta gran casa de Radio María.

Ya sabes que este programa te posibilita escucharlo en directo, como efectivamente lo estás haciendo, y si no lo puedes hacer en directo, lo tienes en cualquier plataforma.

Primeramente, en la página web de Radio María, y si no, en iVoox, Spotify, YouTube, Instagram, Facebook, tal, Tu cura en las ondas, ahí estamos, y puedes volver a escucharlo, reenviarlo, interactuar con nosotros, decirnos lo que te gusta, incluso proponer temas.

Hoy tengo tres bloques, que como yo me emociono y me voy estirando como un chicle, pues luego se me queda en nada y me dice una persona...

Es que luego no sé, ya, pero es que me emociono, empiezo con una cosa, me engancho con otra y me voy de aquí para allá, y claro, como no soy Matías Prats, que tiene el Prontera y que lo leo, pues me emociono, me vengo arriba.

Matías Prats, un saludo desde Radio María.

Y entonces, los tres temas que tengo, que me parecen muy interesantes, es...

Ya sabes que hemos tenido... Voy a hablar de los leones, los leones, no voy a hablar de los leones del Atleti, del Athletic, sino voy a hablar de todos los papas león que hemos tenido, que creo que has oído algo, has oído alguna rumrum de que tenemos un nuevo papa, que se llama León XIV, ni más ni menos.

Entonces, los leones, los leones...

Bueno, en cada papa león ha pasado cosas apasionantes, apasionantes.

Es verdad que muchos más papas, en otros papados, han pasado cosas también alucinantes, pero alucinantes.

Pero bueno, en los leones han pasado cosas bastante duras o interesantes o con mucha importancia teológica e histórica para la Iglesia y, por tanto, para el mundo.

Entonces, vamos a hacer un pequeño paso, así, 14 veces, 14 veces en cada león, 1, 2, 3, 4, 14, y luego voy a hablar, como no puede ser de otro modo, de María, de nuestra madre, la Virgen María, voy a hablar de las devociones, de por qué, y voy a intentar ahondar en la importancia, no solo en la emoción que nos suscita y la devoción que despierta a nosotros la Virgen, sino por qué y cómo debe ser.

No solo es la emoción de la emoción, eso que hemos visto alguna vez de guapa, guapa, que sí, que sí, pero aparte de guapa, guapa, tiene que ser el dar el callo, el rezar como ella quiere que...

Bueno, lo que dice ella en el Evangelio, en definitiva, haced lo que os diga, haced lo que él os diga.

Bueno, ya está.

Y luego, si me da tiempo, me voy a meter también en otro berengenal, que sería la idea de cooperadores.

Nosotros somos cooperadores de la verdad.

Nosotros somos... colaboramos, pero de verdad colaboramos con el Señor, con la evangelización.

Y si la evangelización va como va, entre comillas, bastante mal, es porque no colaboramos, no cooperamos, tal cual.

Porque aquí ya empiezas a decir tú, hombre, pues Dios, pues es que el tiempo, es que tal...

Vale, lo que quieras, pero también nosotros, que cooperamos, que debemos cooperar, colaborar.

Tres bloques, tres momentos, no te vayas.

Pues aquí estamos, estamos estrenando un papado que...

Bueno, pues ya veíamos a nuestro papa Francisco, que venía el pobre ya muy cansado, muy limitado, con pocas fuerzas, etcétera.

Y es verdad, como pasa en cada papado nuevo, hemos vivido, coexistido con un papa anciano, y pienso no solo en el papa Francisco, estoy pensando también en Benedicto, estoy pensando en Juan Pablo XVI, estoy pensando en Juan XXIII, que son los últimos meses o años de esos papados, pues, bueno, son papados de gente mayor, ya está, con sus limitaciones, con sus pocas energías físicas, que no espirituales, porque Juan Pablo II era un gigante espiritual aún tuyido o limitado físicamente.

Pero qué duda cabe que después de ver a un papado, sea Juan Pablo II, sea Benedicto XVI, sea el papa Francisco, como, bueno, pues...