Laboratorio de pensamientos con Carlos Fumero: El peligro no es la crítica a la fe, sino una fe no vivida. 29sd

Bienvenidos al Laboratorio de Pensamientos. Esto es un espacio donde vamos a someter a prueba la clase de pensamientos que están dando forma a nuestra vida. Así como somos lo que comemos, también somos lo que pensamos. Y si no te gusta lo que ves, si no te gusta cómo estás, que sepas de que estás a un solo pensamiento de poder cambiar tu realidad.

Soy Carlos Fumero y te voy a acompañar en este programa de Laboratorio de Pensamientos.

Buenas y bienvenidos a este programa de Laboratorio de Pensamientos. Muchas gracias Radio Solidaria y también gracias a cada uno de los que están escuchando este programa, ya sea en vivo o luego en diferido a través de los distintos canales. Así que quiero hoy compartir sobre el peligro y la amenaza del secularismo. Y podríamos titularlo como el peligro no es la crítica a la fe, sino una fe no vivida. Y la verdad que esto es vital, tenemos que recuperar algo. Pero el secularismo hoy día no está avanzando principalmente porque el mundo está dedicándose a criticar nuestra fe.

El problema no es el ataque que estemos recibiendo a nuestra fe. El problema principal de por qué el secularismo está avanzando es porque los creyentes estamos dejando de vivir y practicar la fe. Como dice Magnus Mann, no es la fe criticada lo que nos seculariza, es la fe no practicada. ¿A qué se refería? Es la oración que he dejado de hacer. Son los textos bíblicos sagrados a los que ya no vuelvo. Es el culto dominical o las reuniones de iglesia a las que ya no participo. Son todas las áreas de la vida en el mundo que están siendo excluidas de una perspectiva cristiana.

Esta es la manera en la que el secularismo está avanzando, porque están atacando. Y la posición de los creyentes es que si no vivimos nuestra fe y nos mimetizamos con el ambiente, con el entorno, privatizamos la fe, la vivimos de forma individualista y privada, el secularismo nos gana, avanza. Este es el verdadero secularismo, cuando actuamos como si Dios no existiera. No necesitamos negar verbalmente a Dios para vivir como si no estuviera presente.

Simplemente basta con empezar a ignorarlo, con dejar de hacer esas oraciones matutinas, cuando dejas de orar por los alimentos, cuando las decisiones de omitir tu fe en tu vida pública se hacen una realidad presente, cuando dejas de omitir tu fe en tus prioridades diarias y estás relegando a los márgenes esa fe.

Jesús dijo, el que me ama, mi palabra guardará. ¿Y qué significa esto de guardar? Significa obedecer, cuidar, proteger. Vivir nuestra fe no es solo profesarla, sino practicarla. Es orar, es leer la palabra, es congregarnos, es traer a Dios a cada rincón de nuestra vida. Yo alguna vez lo que hago aposta es tener una Biblia presente, aun en mi propia vida.