
Descripción de Jueves V de Pascua 2s1044
El pasaje forma parte del discurso y gesto del lavatorio de los pies en la Última Cena. Jesús acaba de realizar un acto profundamente contracultural: el Maestro se ha hecho servidor, tomando el lugar del más humilde de los criados. 6a361d
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Del Evangelio de Juan.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos, como el Padre me ha amado, así os he amado yo, permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría llegue a plenitud.
Este breve texto del Evangelio de Juan es una joya espiritual, porque resume el corazón de la vida cristiana, el amor como vínculo entre el Padre Jesús y nosotros.
Jesús nos revela que el amor con que Él nos ama es el mismo con que el Padre lo ama a Él.
No es un amor simbólico ni condicionado, sino total, fiel y eterno.
La clave de nuestra vida está en permanecer en su amor, lo que significa vivir arraigados en esa relación con Él.
No se trata de un sentimiento pasajero, sino de una decisión constante y activa, como la del mismo Jesús respecto al Padre.
¿Cómo se permanece en este amor? Guardando los mandamientos.
No por obligación o temor, sino como expresión libre y gozosa de amor.
La obediencia cristiana es una respuesta de amor, no una carga.
El fruto de esa permanencia es la alegría plena, la alegría de Cristo en nosotros.
No se trata de una alegría superficial o momentánea, sino de una plenitud interior, incluso en medio de las pruebas.
Jesús me dice hoy, como el Padre me ha amado, así te he amado yo.
¿Creo realmente en este amor incondicional y total que Él me tiene? ¿O vivo mi fe como una obligación sin alegría ni confianza? La invitación es clara, permanecer en su amor, y eso exige fidelidad, oración, escucha, coherencia y, sobre todo, vivir amando.
Guardar los mandamientos no es un legalismo frío, sino un modo concreto de vivir ese amor, perdonando, sirviendo, siendo fiel, compasivo, generoso.
Jesús quiere que tengamos su alegría, una alegría que no depende de lo externo, sino de saber me ha amado, acompañado y llamado a amar.
Comentarios de Jueves V de Pascua 1p1p11