Infernum Z - Libro 3 - El último tren a Asturias - 014 316yy

Capítulo catorce el largo camino a la base en el interior del almacén de la emisora los soldados que integraban el pelotón enviado desde el fuerte para proteger a black jack hacían acopio de todo lo que creyeran que iban a necesitar tanto ellos como los mermados jabatos y es que para sorpresa de todos el pelotón al completo se había ofrecido para acompañarles hasta los túneles algo que extrañó sobremanera a raúl quien se preguntaba qué diablos podía haber llevado a aquellos militares atreverse a desobedecer la orden que les habían dado de proteger la emisora y no moverse de ella hasta que fuesen relevados por otro pelotón sería porque dudaban de que ellos solos pudieran lograrlo o es que acaso sabían que dentro de los túneles había algo mucho más peligroso que unos cuantos comandos les estarían ocultando algo de vital importancia no imposible de haber algo estoy seguro de que black jack lo sabría y con lo que a este chiflado le gusta vacilar de listillo no creo fuese capaz de callarse algo así se convenció a sí mismo y rápidamente deshecho aquel pensamiento relegándolo a lo más profundo de su subconsciente tras la advertencia que manuel les había hecho querían estar preparados por si tenían que enfrentarse a algo más que unos simples zombis y por ello sobre las nueve de la mañana cuando ya se encontraban ultimando los preparativos y entre la que habían acordado que para una ocasión tan especial lo mejor sería que doblarse en el material médico triplicarse en las provisiones y cuadriplicar en la munición que llevarían con ellos black jack se acercó hasta el grupo qué tal preparados para hacer historia sé que esto puede sonar un tanto pedante contestó parr blo pero lo cierto es que siempre lo estamos pues no se crean que yo estoy para muchos trotes intervino un frío sin molestarse en disimular el temblor de sus manos eh pero que conste que no es que tenga miedo lo que pasa es que desde que me pegaron el tiro no ando yo demasiado católico así que a lo mejor debería de quedarme aquí ya saben por la cosa esa de no retrasarlos y todo eso calla quejica le reprobó cazorla esos bichos solo nos dispararon con s sus fósiles de nueve milímetros y eso qué coño importa pues importa mucho porque los chalecos soportan perfectamente esa munición mientras que si te hubieran disparado con munición de fusil ya fuera esta del siete sesenta y dos ó del cinco cincuenta y seis lo habrían atravesado limpiamente y ahora estarías enterrado en la nieve cual si fueses un frigo pie en el congelador del chiringuito de gonzalo el heladero de la playa de conil y buen amigo mío estás seguro de eso que sí estoy seguro no si cuando yo digo que aquel árbol te dejo medio tonto es por algo vamos a ver al helado es que el insignificante detallito de que sigas vivo y toque cuando las narices no te parece que es suficiente prueba de ello hala hala venga ya está bien de decir gilipolleces chavales dijo pablo retomando la conversación con black jack como te he dicho ya estamos listos para partir deseo de todo corazón que todo salga bien yo tam bien lo espero pero me parece que eso únicamente va a depender de lo que nos encontremos en la base así que ya veremos por el momento lo único que podemos hacer es estar preparados para entrar en el infierno rescatar a nuestros amigos sin que os vean recalcó blackjack si lo haremos sin que nos vean y en cuanto lo hagamos saldremos de allí lo más rápidamente que nos sea posible y si dios quiere en entonces regresaremos para ponerte al corriente y que hagas un programa especial o lo que sea que te venga en gana pablo lo dijo con voz decidida pero se guardó muy mucho de reconocer que llevaba toda la mañana conjeturando sobre la interminable lista de posibles escenarios con los que podrían encontrarse y que en todos y cada uno de ellos acababan atrapados en un oscuro túnel en el que eran devorados por millares de zombis hambrientos black jack hizo amago de sonreír pero al fin echarse en la mirada de pablo pareció adivinar sus temores y se le truncó el rictus obviamente no iba a reconocerlo delante de ellos pero él también compartía aquellos mismos temores y por la conversación que había mantenido un rato antes con los demás todos ellos parecían pensar de la misma forma si por supuesto que lo conseguiréis contestó intentando que su voz sonase lo más contundente posible yo también estoy convencido de que todo saldrá bien y de que mañana volveremos a estar juntos pero por favor recordad que no podéis permitiros el lujo de sentir ira ya que la ira os hace vulnerables la ira puede nublar la razón que es la única ventaja que tenéis sobre ellos no podéis entrar en el infierno y olvidaros de dónde estáis así que insisto en que debéis ser extremadamente precavidos porque tengo el presentimiento