Infernum Z - Libro 3 - El último tren a Asturias - 010 6g4o5c

Capítulo diez el laboratorio en lo más profundo de la base pajares en el centro de investigación que al comienzo de la pandemia la otan había habilitado en su interior para estudiar la infección desde primera línea la puerta de uno de los laboratorios se abrió dejando entrar a un hombre de gesto adusto que vestía un uniforme de combate sin bandera ni identificación alguna que pudiera dar pistas sobre su naci tonalidad cómo va todo preguntó el capitán barrington ya he encontrado lo que buscaba el doctor cumberbatch un científico londinense de treinta y cinco años cuerpo delgado muy alto piel extremadamente pálida y pelo negro y rizado ni tan siquiera se tomó la molestia de responderle en vez de eso eso se inclinó e inyectó un líquido verdoso en el brazo derecho del paciente que yacía sobre la mesa del quirófano acaso no me ha oído cumberbatch le acabo de hacer una pregunta insistió el militar endureciendo el tono de voz lo sé lo que ocurre es que a diferencia de usted para poder desarrollar efe mente mi labor necesito concentrarme en ella así que le responderé cuando termine con este espécimen contestó girándose para observar uno de los monitores que acababa de empezar a pitar insistentemente a la vez que el paciente arqueaba violentamente la espalda y el capitán retrocedía un par de pasos a eso es a lo que usted llama trabajar preguntó con desprecio señalando la sangre que brotaba a borbotones por la boca de hombre a mí más bien me parece una elaborada tortura pues se equivoca esto es un inmejorable ejemplo del protocolo de investigación contestó a la vez que el cuerpo caía a plomo contra el acero inoxidable estamos aprendiendo del virus y para ello es necesario realizar algunas pruebas que raramente suelen ser apreciadas por los ignorantes en ese caso retiro lo dicho y le felicito por su excelente labor dijo con tono jocoso el capitán enhorabuena lo ha matado cuántos van ya con este cien ciento cincuenta ciento treinta y dos ya lo sabía apuntó dando una palmadita sobre su hombro que fue respondida con una mirada airada buen trabajo cumberbatch le ha ahorrado a su magestad ciento treinta y dos balas al menos aquí mueren por una buena razón por supuesto esto que si lo hacen porque es usted un dechado de objetividad científica al servicio de la humanidad supongo que ese es el motivo por el que los mata de una forma tan cruel para mayor gloria de la ciencia del imperio británico y de su magestad se está usted burlando de nuestra patria o tan sólo de mi pregón nto cumberbatch a la vez que soltaba las amarras de cuero del cuerpo y lo empujaba hasta que cayó de la mesa con un ruido sordo burlarme yo no por supuesto que no jamás me atrevería á proferir ofensa alguna ni contra gran bretaña ni aún mucho menos contra su majestad el rey sin embargo hacerlo de usted y del rey uno de sus colegas científicos es otra cosa sobre todo teniendo en cuenta que en este infecto agujero no es mi cabeza la que peligra sino las suyas me equivoco o me parece entrever una escasamente velada amenaza en sus palabras capitán lamentó que haya pensado tal cosa y le pido disculpas por ello doctor cada una de las palabras del capitán eran una avalancha de sarcasmo le aseguro que mi intención no ha sido en ningún momento enmascarar la pero reconozca al menos que de no ser por nosotros los militares usted no sólo no tendría pacientes a los que abrir en canal cuando todavía siguen con vida sino que hace mucho que ellos le habrían devorado do vaya ese sí que resulta ser un enfoque ciertamente curiosos sobre cuál es la misión de cada uno de nosotros no esperaba que alguien como usted tuviera dudas sobre ella pero dadas las actuales circunstancias se las aclararé para evitar futuras equivocaciones los científicos buscamos soluciones a problemas que otros han creado y mientras quedamos con ellas ustedes nos protegen lo ha entendido es usted el que no entiende nada sin nosotros usted y su equipo de psicópatas nunca habría podido entrar aquí sabe cuántos hombres perdí para tomar este lugar ciento treinta y dos s o quiere decir que ya entiendo murmuró volviendo la mirada hacia el cadáver este sujeto era uno de sus soldados y usted se ha enojado conmigo porque le he tratado como si fuese un zombi cualquiera me equivoco hay más motivos pero se podría decir que ese es el principal pues sepa ud usted qué me importa bastante poco la nacionalidad de los especímenes que examinó a fin de cuentas solamente son infectados sólo infectados para que lo sepa esos infectados serán los mejores soldados a los que he tenido el orgullo de mandar en tal caso lamento