Infernum Z - Libro 3 - El último tren a Asturias - 001 3a1871

Inferno un zeta libro tres el último tren a asturias capítulo uno puerto del musel gijón el convoy compuesto por dos blindados bmr cuatro vehículos militares uro artillados y tres camiones circulaba despacio por la solitaria avenida príncipe de asturias que por el sur de la ciudad comunicaba la autovía minera con el puerto del musel al llegar a la altura del carrefour de la calzada el convoy se detuvo y el oficial al mando dirigió sus prismáticos hacia el aparcamiento del centro comercial y lanzó un sonoro bufido de descontento llevaba semanas aguardando a que los zombis concentrados en él se cansarán de esperar y se marcharan pero por lo que estaba viendo tal cosa tampoco iba a suceder hoy me pregunto por qué cojones no se marchan masculló el capitán llevaban tiempo de dando a que los zombis lo abandonasen para registrar sus almacenes en busca de provisiones hace meses que acabaron con todas las personas que estaban refugiadas en él así que por qué permanecen ahí sí ya no hay nada que se puedan comer lo cierto es que tampoco es que tengan mucho más entre lo que poder elegir apuntó el sargento toda la ciudad es un gigantesco cementerio y ellos son los pobres desgraciados que no tuvieron la suerte de llegar a ocupar una tumba el capitán apretó los labios antes de lanzar un escupitajo que cayó sobre los restos putrefactos de una niña de pocos años nadie se había molestado en enterrar los cadáveres por lo que a todo lo largo del andén se extendía una kilométrica y macabra hilera de vehículos restos humanos y una infinita lista de trastos de todo tipo que una vez fueron las más preciadas pertenencias de quienes ahora yacían entre ellos a la mierda con esos putos podridos murmuró el capitán adelante sargento sigamos tengo ganas de lleg la base para sentarme en una de las mesas de la terraza y beber una cerveza mientras miro al mar eso es lo único que hace que aunque sólo sea durante un rato me olvidé de toda esta mierda tras cruzar entre los dos enormes camiones articulados que marcaban el final de la autovía el conductor del vehículo que encabezaba el convoy ralentizó la marcha para tomar la rotonda y frenó en seco al divisar lo que parecía ser un hombre que les hacía señas desde lo alto de un autobús uno que fue abandonado cuando en los primeros días en los que la infección se extendió más allá de la zona de cuarentena sus ocupantes fueron atacados por un grupo de infectados y el conductor salió por pies dejando que los pasajes dos se las arreglasen como buenamente pudieran sus cuerpos en descomposición eran buena muestra de que no lo consiguieron qué cojones hace ese tío ahí en medio exclamó con incredulidad el conductor el pijo lo que está haciendo es el viejo y ya de paso aprovechar para jodernos el día respondió su compañero mientras pulsaba el interruptor de la emisora charlie y tres a bravo uno hemos divisado civil en lo alto del autobús solicitamos instrucciones cambio me cago en todo lo que se menea cabo vadillo bramó la voz del capitán desde el otro lado de la emisora que coño de instrucciones quereis que os dé joder ida por él antes de que aparezcan los putos podridos cambio oído cocina corto contestó haciendo una señal á su compañero para que llevase