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Infernum Z
Infernum Z - Libro 2 - La batalla de San Cabritos - 010

Infernum Z - Libro 2 - La batalla de San Cabritos - 010 3c4p44

10/9/2023 · 26:22
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Infernum Z

Descripción de Infernum Z - Libro 2 - La batalla de San Cabritos - 010 24640

Tras la repentina retirada de la horda zombi que mantenía sitiada la ciudadela de Puebla de Sanabria, justo cuando la caída de la ciudadela parecía ya inevitable, nuestros amigos mantuvieron una inesperada reunión con el ahora coronel del CNI Pérez. El mismo hombre que hasta que la infección se descontroló había sido el oficial a cargo de la investigación sobre las masacres ocurridas en San Facundo y Santa Marina, y de las de las que, tras haber secuestrado un autocar lleno de pasajeros se entregaron a la policía con la esperanza de que sus explicaciones sobre lo que realmente había ocurrido en los dos pueblos fueran suficientes para exonerarlos de toda culpa. Pero no fue así. Durante tres interminables semanas el por entonces capitán Pérez les sometió a continuos interrogatorios en los que todo el grupo se reafirmaba una y otra vez en su versión de lo ocurrido y en que en vez de estar perdiendo el tiempo con ellos, la policía haría bien en ocuparse de buscar a Ferranzo antes de que pudiese expandir la infección. Sin embargo, cuando Pablo, al que la policía consideraba el líder de una especie de secta satánica, se dio cuenta de que la infección se había extendido camuflando sus primeros síntomas con lo que todo el mundo consideraba que era una anómala, pero de ninguna forma preocupante “gripe de verano”, ante la sorpresa de Pérez se ofreció a firmar una declaración de culpabilidad a cambio de que él y sus compañeros fueran inmediatamente llevados a “la zona cero” para realizar una reconstrucción de los hechos. Lo que aconteció después es de todos conocidos. Cuando la policía les escuchó decir que habían encerrado a algunos supervivientes de la masacre en un viejo bunker subterráneo situado bajo un campo de trigo, intentaron acceder a la base subterránea en la que Ferranzo había pasado ochenta años confinado y se encontraron con los zombis que Ferranzo había dejado en su interior para asegurarse de que nadie que llegara hasta ella sobreviviera. Tras haber masacrado a todos los que se encontraban dentro de la zona acordonada, los zombis llevaron la muerte más allá de ella al mismo tiempo que el virus entraba en su última fase de mutación y por toda la meseta comenzaban a darse los primeros casos de infectados que atacaban violentamente a todo aquel que se ponía a su alcance. A ello le siguió el caos absoluto, la anarquía, el cierre perimetral de la meseta y el abandono de todos los que no había podido ser evacuados antes de la instalación de las torretas de fuego automático que la OTAN, bajo el auspicio de la ONU y de la OMS, había decido situar alrededor de toda la zona de cuarentena con el fin de evitar que virus pudiera salir de ella. Pero no lo consiguieron. Así que, tras “arreglar cuentas” con él, y dejarlo tirado en el suelo con la nariz rota, decidieron abandonar Puebla de Sanabria antes de que Pérez ordenase su captura. Y gracias a la inestimable ayuda del teniente Roberto, ellos y los supervivientes que habían recogido durante el trayecto a Sanabria, se unieron a una patrulla y, con la esperanza de encontrar a Sofía, la única integrante que permanecía desaparecida, pusieron rumbo a Ciudad Rodrigo. Pero en esta historia, nunca nada es tan sencillo como debería de ser. Ferranzo les lleva meses de ventaja. Y tampoco se ha olvidado de ellos. Lleva meses aguardando ese momento. Para ser exactos, desde el mismo instante en que Maruja le clavó el cuchillo en el cuello y consiguieron escapar de su emboscada en el cementerio, lo que quiere decir que ha dispuesto de mucho tiempo para planificar su venganza. Él sabe que antes o después caerán en su trampa, y ellos saben que antes o después llegará en momento de la suya. Son dos locomotoras circulando a toda velocidad sobre un laberinto de vías y que, a pesar de ser conscientes de que antes o después colisionarán, siguen adelante porque anhelan que llegue ese instante. asistir a la muerte del rival aunque sepan que hacerlo conllevará la suya propia. 69630

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Capítulo diez las desapariciones cuando lucifer se despertó se sorprendió al darse cuenta de que el sol comenzaba a rozar la línea del horizonte que cómo es posible pero cuánto tiempo he dormido dudo sentándose en el colchón y notando la pegajosa humedad de las sábanas bajo ella oh claro ya me acuerdo murmuró llevándose la mano a su entrepierna y arrugando la nariz al notar el tacto del semen buf pues sí que debía de llevar tiempo sin echar un polvo musitó al darse cuenta de que todavía continuaba teniendo mucho en su interior venga ya esto es imposible protestó haciendo una rápida estima acción basada en la zona pegajosa de la sábana y lo que continuaba saliendo de ella a cada nuevo movimiento madre del amor hermoso ese cabrón puede montar un banco de esperma él solito qué asco murmuró levantándose y dejando un delgado reguero tras de ella a medida que caminaba hacia la ducha y observaba de reojo la luz ajá que brillaba en el interfono nada más entrar en la cabina se lavó más a fondo de lo que jamás había necesitado hacer a pesar de que según contaban las malas lenguas en más de una ocasión había compartido cama con dos o incluso con tres obedientes amantes pero es que lo de aquella tarde había sido exagerado en todos los aspectos un poco está bien pero esto ya es realmente repugnante murmuró orientando nuevamente la ducha hacia la entrepierna y arqueando las piernas para enjabonarse por quinta vez creo que esta noche me tomaré dos pastillas anticonceptivas en vez de una porque esto no es ni medio normal insistió al notar el enrojecido lento y la tremenda hinchazón de sus labios vaginales repentinamente cayó en la cuenta de que se encontraba completamente sola en el inmenso ático en serio era posible que su nuevo socio se la hubiese follado hasta la inconsciencia y que después de haberla rellenado como si de un pastelito de crema se tratase se hubiera marchado sin despedirse pero quién coño se creía que era además de ser un amante tan excepcional como asqueroso y no no era el momento de arrepentirse de lo que acababa de hacer debía seguir adelante la verdad es que tenía que reconocer que nunca antes había tenido una experiencia como aquélla había sido tan extraña y violenta que a ver no es que la hubiese golpeado pero su brusquedad le había parecido excesiva y dado que además había sido la primera vez en muchos años que no era ella la que decidía cómo y de qué manera hacerlo se sentía ciertamente molesta si definitivamente su nuevo socio era demasiado extraño tanto que de no haber sido por la marihuana estaba segura de que habría salido corriendo su único consuelo era que jamás tendría que volver a pasar por aquello su plan ya estaba en marcha y si ferrando intentaba repetir pondría a su servicio a cuantas chicas fueran necesarias para que fuesen ellas las que se ocuparán de saciar su apetito sexual porque si una cosa tenía clara era que no pensaba volver a pasar por aquello cuando por fin finalizó su exhaustiva ducha entró en el vestidor y eligió una camisa blanca una falda de tubo azulada y un par de zapatos de tacón del mismo color después se peinó y maquilló cuidadosamente y entrando en el ascensor descendí yo hacia la planta de oficinas hola olivia saludó a su secretaria personal buenas tardes señora que ya estás más espabilada sí señora lamento profundamente mi torpeza de hace unas horas vale pero procura que no se repita y ahora dime hay alguna novedad lo cierto es que sí me temo que ha ocurrido un incidente en la plaza de toros no se lo dije antes porque estaba usted demasiado ocupada con su reunión y me había ordenado que nadie les molestase por ningún motivo ya eso ya lo sé pero deja de enrollarte y dime de una vez qué es lo que ha pasado me temo que algunos zombis se han escapado de la plaza y han matado al guarda y a uno de los vigilantes que a eso le llamas un incidente se puede saber por qué no me lo has comunicado hasta ahora es que no te das cuenta de los riesgos que eso conlleva yo es que yo no quería interrumpirla señora además dado que pudimos controlar rápidamente la situación supuse que no era necesario alarmarla inútilmente teniendo en cuenta el extraño concepto que tienes de lo que para ti es un simple incidente casi me da miedo preguntarlo pero exactamente qué es lo que entiendes tú por ti tener controlada la situación en cuanto nos dimos cuenta de lo ocurrido comenzamos una batida y nuestros guardias abatieron a la mayoría de los zombis fugados ahora mismo están buscando a los dos únicos que quedan en libertad estás de broma primero me dices que está todo controlado y acto seguido añades con toda la tranquilidad del mundo

Comentarios de Infernum Z - Libro 2 - La batalla de San Cabritos - 010 202h10

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