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Infernum Z
Infernum Z - Libro 1 - Zona de cuarentena - 033

Infernum Z - Libro 1 - Zona de cuarentena - 033 4i323o

4/9/2023 · 11:18
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Descripción de Infernum Z - Libro 1 - Zona de cuarentena - 033 1t5u3x

—¡Me cago hasta en tu puta madre, Nando! ¡Ahora sí que te mato, cabrón! —¡No! ¡Espera! ¡No sé qué es lo que he hecho mal ahora, pero te juro que sea lo que sea ha sido sin querer! —¿Qué no lo sabes? ¡Lo que has hecho mal es absolutamente todo, pedazo de imbécil! ¡Si estamos aquí es precisamente para anularlo a él y a todos esos seguidores soplapollas! ¡Joder, ha sido tú maldita idea la que nos ha traído aquí! —No me fastidies, colega. Oye, que yo te juro por mi madre que esa no ha sido mi intención y que lo que menos me apetecía a mí era volver a veros la jeta después de lo que pasó en Pajares. ¡Y una mierda! ¡Eso no te lo crees ni tú! ¿De verdad quieres que me crea que nos secuestraron y que nos dejaron a diez kilómetros de aquí por pura casualidad? —¿Cómo es eso de que os secuestraron? ¿De qué coño me estás hablando, tío? —¡Lo mato! ¡Juro por Dios que yo lo mato y lo remato siete veces! —¡No me seas bestia, Pablo!, intervino Maruja—. ¡Deja de amenazarle que lo mismo todavía podemos sacarle algo de información! Deja hablar al pobre chaval y ya lo mataremos después. —Muchas gracias, Maruja, le agradeció Nando—. Que Dios te lo pague. —No me hagas la pelota que, si alguien te va a matar, esa voy a ser yo. —Oh, vaya… ya me parecía raro que hubieses dejado de ser tan bruta. —Pues no. Ahora soy mucho más bruta, y además voy armada y tengo licencia para matar. —¡No me fastidies que ahora también se dan licencias para eso! ¡Joder, si es que primero nos masacran a impuestos y después a balazos! ¡Oh infaustos hados, cuán triste es ser un no-muerto antibelicista en tiempos de guerra! —No, si a mí la licencia me ha salido gratis. Es que viene con el cargo. —Ya, Maruja. Si ya me he enterado de que ahora sois funcionarios públicos. Vaya chollo que habéis pillado, cabrones. —De chollo, nada. Que tú no sabes lo que es tener que estar todo el día de un lado para otro. Que si el lunes tenemos que dar una charla por aquí, que si el martes tenemos que inspeccionar una nueva posición por allá, que si el miércoles tenemos que inaugurar una competición deportiva de tiro al zombi en otro lado… el nuestro es un trabajo muy sacrificado. —Ya, ya está bien, Maruja, la cortó Pablo—. Vamos a ver, Nando. ¿Vosotros entendéis la magnitud de la situación que habéis creado y las consecuencias que va a tener para ese chaval? —¿Para Paulo? ¿Es que de verdad lo vais a matar? A ver, ya sé que a veces es un poquito rompe huevos y cansino hasta la extenuación mental e incluso el suicido neuronal, pero de ahí a matarlo… —No vamos a matarlo. Me refiero a quitarle de la cabeza esas absurdas ideas… por las buenas o por las malas. —Esto, ¿si te digo que eso que acabas de decir apesta a censura fascistoide, me dispararás? —Tenlo por seguro. —Pues entonces no lo digo y que le den por el culo a Paulo. Ea, por lo que a mí respecta te lo puedes cargar cuando te apetezca. ¿En serio? Oh, ya veo lo que pasa aquí. ¿Qué ocurre, Nando? ¿No será que ahora sientes celos de él? ¿Qué pasa con eso de que no querías protagonismo? —Que no, ya te lo he dicho. Ni estoy celoso, ni quiero darme a conocer. —Ya claro, ¿y entonces por qué vas a ir a esa reunión como representante de los no-muertos? —¿Que yo voy a ir a dónde? No, que va. Ya te he dicho que paso de líos. Yo lo único que quiero que me dejen vivir mi eternidad en paz. —¿Y entonces quién es el que va a representaros? —Teóricamente Paulo, Irina y el coronel Le Trinez que ese supongo que como siempre irá a su puta bola. Me parece que planea ir como representante de Plasencia, pero como es un poco fantasma lo mismo dice que va en representación de todo el mundo libre. Y también me suena haber oído algo de que iba a ir un portugués, pero yo no me fiaría demasiado de la rumorología. Es que los no-muertos que estamos por la integración somos muy marujones y nos encanta sacarlo todo de quicio. 3f2a16

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El sargento en el control aquella masa de morbosos periodistas y curiosos estaban a punto de conseguir que el sargento menéndez perdiese los nervios llevaba tres horas en aquel control y durante todo ese tiempo había tenido que lidiar con civiles curiosos que hormiguean por los alrededores intentando grabar alguna macabra imagen que poder subir a las redes sociales y a muchos de ellos no les importaba ni lo más mínimo el tener que infringir la ley y saltarse el cordón de seguridad con tal de conseguirla es por lo que en la desesperada búsqueda estupideces que les pudieran procurar nuevos seguidores que apuntalarse en una fama tan efímera como falsa continuamente intentaban cruzar al otro lado y cuando los agentes se lo impedían solían que dejarse esgrimiendo argumentos tan estrambóticos como que el derecho a la información estaba recogido en la constitución que estaban amparados por la cuarta enmienda o acusando directamente a las fuerzas del orden de estar intentando encubrir el accidente de un bombardero nuclear o incluso el aterrizaje de una nave extraterrestre deja de ver tantas películas panda de perroflautas les gritaba cada vez que escuchaba alguna de aquellas tonterías ni caso mi sargento dijo uno de los guardias con tono de desánimo llevan así cuatro días y no creo que vayan a cambiar ahora pues a partir de ahora cada vez que alguno de estos cabrones intenté asar le dais de hostias y le detenéis usted sabe perfectamente que no podemos hacer eso mi sargento como que yo lo sé a ver por qué carajo no podemos hacerlo porque ya está la cosa bastante calentita como para que encima nos saquen en el telediario dándole estopa a los civiles pero mira que eres burro garcía le reprochó el sargento y señalando hacia uno de los furgones añadió primero les arrestaste después los metéis en el furgón y ahí sí hay que ya no hay cámaras les dais cuatro hostias bien dadas y ya verás cómo se les pasa la tontería de una puta vez por todas la verdad es que no sé si esa será una muy buena idea mi sargento alegó haciendo un gesto con la mano hacia la muchedumbre agolpada en la carretera y añadiendo están demasiado nerviosos como para que podamos permitirnos hacer algo como lo que usted propone y además si tienen la menor sospecha de que hemos golpeado a uno de ellos seguro que saldremos en todas las televisiones aquí usados de violencia policial violencia policial desde cuándo es violencia policial darle cuatro hostias a un alborotador no es eso a lo que me estoy refiriendo y el guardia enmudeció de repente al percibir algo extraño en el ambiente a su lado el sargento también se dio cuenta de que algo había cambiado por lo que miraron hacia la ahora silenciosa muchedumbre que había desviado toda su atención hacia la espalda si definitivamente algo muy raro estaba pasando y ahora por qué se han callado todos esos mierdecillas de pronto aquel silencio se desvaneció absorbido por los gritos de los civiles que se encontraban más alejados de la barrera y sin tiempo para reaccionar los agentes se vieron sorprendidos por una avalancha de personas que llevados por el pánico corrían hacia ellos derribando primero a los que tenían por delante y a continuación las vallas metálicas y las tintas señalizado horas para acto seguido desoyendo los gritos de advertencia de los guardias a arremeter contra ellos y continuar su huida sin mirar atrás sin importarles que tras de ellos quedasen sus compañeros sus amigos o incluso sus propios familiares a los que habían pisoteado en su huida en total alrededor de dos decenas de personas quedaron tiradas sobre el suelo pero lo cierto era que la mayor parte de quienes les habían arrollado no tenían ni la menor idea de que amenaza estaban escapando eso solamente lo sabían los primeros que habían dado la voz de alarma los que habían visto una especie de marea formada por centenares de seres demenciales que corrían hacia ellos con los rostros desencajados por inhumano rictus de furia asesina pero cuando aquellas asustadas gentes alcanzaron el lado opuesto del control y descubrieron que ante ellos solamente se extendía una insondable oscuridad únicamente rota por los lejanos fogonazos de los combates que se estaban librando en el interior de aquel cerco de muerte se detuvieron y volvieron sus miradas avergonzadas y suplicantes hacia los mismos guardias a los que unos segundos antes habían arrollado sin contemplaciones y que ahora constituían su única defensa mientras tanto en el autobús cristina iba casi pegada al parabrisas delantero mirando con preocupación hacia el control al que se estaban aproximando las destellantes luces azules de las sirenas que hasta hacía un momento sobresalían sobre las de los dos focos y los conos luminosos parecían haber perdido intensidad ante la creciente masa oscura que avanza va engullendo luces y lo que semejaban ser fogonazos de disparos creo que los zombis les están atacando murmuró cristina sin apartar la mirada de la aún lejana escena pues entonces este el momento perfecto para poder cruzarlo

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