Infernum Z - Libro 1 - Zona de cuarentena - 011 cd3i

Capítulo cuatro carreras de sangre una de la tarde el veterinario y paco tras detener su furgoneta frente a la cuadra situada al pie de la nave de maquinaria de paco nando se apresuró para llegar hasta ella suponiendo que lo encontraría cuidando a sancho panza un burro de más de veinte años que paco tenía en el mismo cercado que las ovejas debido a la extraña costumbre que tenía el burro de acompañarla siempre que las llevaban a pastar al río paco paco estás por ahí gritó mientras llegaba hasta la cuadra y se encontraba con que estaba vacía paco estás en el cercado con él sancho o en dónde coño estás insistió llamándole a voces y entonces paco se asomó por la puerta de la casa y apoyándose en ella respondió pero se pue saber qué hostias haces en la cuadra ven para acá cojones dijo haciéndole gestos apremiantes con la mano sorprendido al descubrir que estaba en la casa en vez de la cuadra nando corrió hasta que al llegar a pocos metros le preguntó no me irás a decir que tienes a sancho dentro de la casa verdad a sancho repitió confuso por la pregunta al burro pero cómo coño voy a tener al burro dentro casa contestó frunciendo el entrecejo y yo qué sé josé me dijo que se había manchado el burro y súbitamente se interrumpió al fijarse en las heridas del rostro de su amigo y su mirada descendió hasta detenerse en la pierna ensa mgr entada no me jodas que tú eres el burro exclamó para burro el cornudo de tu padre chaval le contestó ofendido por la equivocada suposición anda pasa para adentro que tienes que decirme la pierna pero qué coño te ha pasado se puede saber qué carajo es lo que te dijo josé porque viendo lo que has tardado en venir y lo despistado que andas para mí que no debió de ser muy claro al decirte para que te necesitaba a mí lo único que me dijo fue que claro ya está por eso me lié él me dijo que el burro de paco se había hecho una herida y espera no me habréis llamado para que yo te cosa la pierna verdad pues sí precisamente para eso y más vale que te dé prisa porque esto no para desangrar pero coño paco que yo soy veterinario joder que no soy médico protestó sabiendo que eso podría meterle en serios problemas venga venga que a fin de cuentas no creo que sea tan distinto a un burro que coserme a mí pero que no es eso paco insistió intentando convencerle de que aquello no era buena idea es que yo no estoy autorizado a atender a pacientes humanos que si lo hago y se enteran me pueden quitar la licencia echarme del colegio de veterinarios y meterme una multa del copón hey espera qué son esas heridas de la cara son perdigones en primer lugar si son perdigones en segundo lugar solamente pueden hacerte todo eso que has dicho si se enteran de que me has curado y como yo soy el que te ha llamado lógicamente no voy a decir nada y en tercer lugar no me jodas y hazlo de una puta vez que esto se me va a acabar infectando carajo que no tío que de verdad que no puedo hacerlo mira yo te llevo al ambulatorio y allí te lo curan sin problemas pero yo en un jaleo así no me voy a meter que no puedo ir al ambulatorio joder crees es que se me disparó la escopeta mientras estaba cazando y tengo la licencia de armas caducada desde hace tres meses te aseguro que eso no es tan grave como lo que me pueden hacer a mi si se enteran vale de acuerdo hagamos un trato dijo paco a ti te gusta la lola verdad la andaluza si ya sabes de sobra que estoy enamorado de ella desde que la vi por qué lo dices preguntó repentinamente interesado tú quieres poder montarla todos los días un creo que ya te voy entendiendo sigue que me interesa si tú me curas yo te regalo mi yegua andaluza nando no se pensó la oferta ni un solo instante el valor de aquella hermosa yegua debía rondar los ocho mil euros y no iba a perder la oportunidad de hacerse con ella a cambio de curar una sencilla herida a fin de cuentas tampoco es que hubo diese tanta diferencia entre curar a paco o al burro tras ayudarle a volver al sofá y tumbarlo sobre el corto la pernera del pantalón que estaba completamente empapada por la sangre a pesar del tosco vendaje que el mismo paco se había realizado y se puso manos a la obra que conste que lo hago porque eres mi amigo pero esta herida no tie muy buen aspecto y va a ser difícil cerrarla sin que te quede mucha cicatriz le advirtió tras retirar las vendas y percatarse de los irregulares bordes de la herida y cómo diablos has dicho que te habías hecho este estropicio preguntó señalando a la pierna nada que iba a pegarle un tiro a un conejo