Los entrantes 635c5q

Hola, bienvenidos a Loop Infinito, el podcast diario de Perlesfera sobre Apple y su ecosistema.

Yo soy Javier Lacorte y empezamos.

Bueno antes que nada disculpad porque la voz no está en plena forma, así que espero que no sea una molestia excesiva para vosotros. Aparto este episodio, comienzo este episodio con un axioma en el que tengo bastante fe, que es que nada revela mejor la estrategia de una empresa como Apple que sus dispositivos de entrada.

Normalmente los Pro, los Ultra, los Max, los Pro Max son los que se llevan los titulares, todos esos apellidos un poco más sexys, pero lo realmente interesante suele ocurrir en los dispositivos que podríamos llamar los entrantes, no en los dispositivos que marcan el punto de a cada categoría de producto.

Apple renovó hace unos días, como bien sabéis, estos dispositivos, MacBook Air con 4, iPad Air con M3 y el iPad básico con el A16. Del MacBook Air os hablo el viernes, de los iPad no porque me pillaron el mobile. Aunque parezcan actualizaciones como muy rutinarias, creo que nos dicen mucho sobre hacia dónde va Apple y cómo piensa capturar nuevos s.

El caso del MacBook Air M4, de mis dispositivos favoritos de Apple ahora mismo en su catálogo, la verdad creo que es bastante revelador. Apple ha bajado 100 euros el precio respecto a su predecesor, dejándolo en esos 1.200 euros para el modelo de 13 pulgadas. Y lo más importante, lo que comenté el viernes, por primera vez desde que existe este diseño del M2, el MacBook Air vuelve a estar disponible por menos de 1.000 euros para estudiantes.

Por un euro menos, concretamente, pero por menos de 1.000 euros al fin y al cabo. Esto es importante porque rompe la tendencia de los últimos años donde los Mac de entrada han ido subiendo de precio generación tras generación. El MacBook Air siempre ha sido la gran puerta de entrada del ecosistema Mac y Apple parecía haberla hecho un poco más estrecha que antes.

Y ahora creo que han reculado. ¿Por qué este cambio de estrategia? Mi teoría es que Apple ha detectado que necesita ser más agresiva en este segmento. Windows ganando posiciones en el mercado educativo y profesional básico, podríamos decir, y con la siempre presente amenaza de los Chromebooks en los colegios, al final Apple no puede permitirse seguir subiendo la barra de entrada. Además, el Air ya no es el único Mac ultra portátil.

El MacBook más básico también compite por sus s y Apple necesita seguramente diferenciar mejor ambas líneas. Bajar el precio del Air permite mantener esa separación sin canibalizar demasiado las ventas. En cuanto a características, el nuevo Air trae exactamente lo que esperábamos de la actualización.

Ya lo comenté rápidamente el viernes, pero para hacer un repaso, chip M4, una mejor cámara, esta vez de 12 megapíxeles con Center Stage y la capacidad de manejar dos monitores externos más su propia pantalla simultáneamente. Nada muy revolucionario, pero sí quizás suficientemente bueno para mantener el producto competitivo, atractivo.

Lo nuevo es el color azul cielo que reemplaza el gris espacial, me parece más anecdótico y más siendo azul que no es mi punto débil, pero revela otra constante de Apple que es su obsesión por los detalles. De hecho, hay otro cambio bastante nimio, pero también ahí está, que es que el icono de la tecla de silencio ahora muestra un altavoz con una línea diagonal en lugar de ser solo un altavoz. Este cambio corrige una inconsistencia de diseño que llevaba 26 años existiendo en los teclados de Apple. Ahí es nada. Pasando al iPad, tenemos una situación similar.

El iPad básico ahora parte de 350 euros, viene con el chip A16, es decir, el mismo del iPhone 15, y 128 gigas de almacenamiento base, el doble que su predecesor. Es un precio bastante más bajo que el del iPad Air, que empieza en 600 euros, y aún más lejano al del iPad Pro, que parte de unos 100 euros más o menos a lo de memoria.

La estrategia aquí es bastante clara, crear un escalonamiento de precios y de prestaciones muy muy definido. El iPad básico para el más casual, el Air para este tipo de que podríamos llamar prosumer, una etiqueta que me gusta bastante la verdad, y el Pro directamente para el profesional o para el súper entusiasta.

Y cada escalón con suficiente distancia del siguiente como para evitar nuevamente canibalizaciones, pero no tanto como para dejar huecos por donde se puedan colar competidores.

Lo interesante seguramente es que ese escalonamiento nos habla mucho sobre cómo Apple ve el mercado. El iPad básico, por ejemplo, es el único que no va a soportar Apple Intelligence. Esto nos sugiere que Apple ve la IA como una característica relativamente , pero no esencial para todos los s. O quizás simplemente está reconociendo que el chip A16 es potente, pero no tiene ese músculo necesario para manejar esas tareas de forma fluida.

En cuanto al iPad Air, la actualización al chip M3, en lugar de la M4, también tiene bastante miga, porque Apple podría haber puesto la M4 simplemente para mantener esa alineación con el Mac, pero ha decidido reservar ese chip para los iPad Pro. Esto refuerza bastante la idea de que el Air ya no es un Pro menos potente, sino una categoría un poco más con su propia identidad.

El Air es para el que quiere algo más que lo básico, pero no necesita toda la potencia y todas las características del Pro. Y aquí es donde entra al juego lo que se suele llamar como