Encuentra tu persona vitamina: Cómo elegir a quien dejas entrar en tu vida 553q3q

Bienvenidos a Ideas para Vivir Mejor, el espacio donde te ayudamos a crecer personal y profesionalmente, aunque no tengas tiempo para leer libros o no tengas tiempo para hacer cursos.

Soy Eugenio Paya Ruiz, lector empedernido, escritor y experto en desarrollo personal, y hoy te traigo el resumen de Encuentra a tu persona vitamina, un libro famosísimo escrito por Marian Rojas Estapé.

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Tienes el enlace en la descripción del episodio.

El libro nos dice que todo el mundo quiere estar bien, todo el mundo quiere paz, quiere estar motivado, quiere tener energía, y sin embargo ahí están la mayoría, agobiada, triste, perdida, como si algo le faltara.

¿Por qué? Porque esto no depende solamente de tus ganas, depende también de tu química.

Hay un puñado de hormonas que mandan, hay un puñado de hormonas que deciden cómo nos sentimos, si estamos motivados, si estamos apagados, si queremos comernos el mundo o si queremos meternos en la cama con las presiones bajadas y no hacer absolutamente nada.

La primera de esas hormonas es la oxitocina, la hormona de la conexión, la hormona del amor, de la confianza.

¿Sabes ese abrazo que te calma, esa charla con otra persona que te entiende? Eso mismo.

Ahí estás generando oxitocina.

Pero también hay el malo, como en todas las películas, en este caso el cortisol.

Cortisol es la hormona del estrés, una hormona que tiene su función, una hormona que se activa en caso de emergencia, pero si vives en alerta todo el día, pues obviamente eso te va a quemar por dentro y vas a sufrir insomnio, ansiedad, mal humor u otro tipo de enfermedades.

Así que si estás rodeado de dramas, de gente tóxica o de pensamientos basura, tu cortisol va a estar por las nubes y así es absolutamente imposible que construyas una vida mejor.

También tenemos dopamina, que es la hormona reina del placer, la que te hace sentir ese subidón cuando logras algo, cuando entrenas, cuando haces algo que te encanta, pero o tú dominas a tu dopamina o tu dopamina te va a dominar a ti.

Porque si es algo que vas buscando constantemente, por ejemplo con redes sociales o con comida basura o con relaciones tóxicas, si te vuelves un adicto a los picos de dopamina, te estás metiendo en una cárcel, una cárcel invisible.

Otra hormona es la testosterona, creo que la conoces, energía, fuego, enfoque, agresividad bien canalizada… cuando tienes la testosterona equilibrada tienes ganas de ganar, de ir a por todas, pero si te pasas de testosterona te conviertes en un tiburón sin alma y si te falta testosterona pues no vas a tener fuerza ni para levantarte de la cama.

Y no podemos olvidarnos de otra hormona que es la serotonina, es la hormona de la felicidad estable, es una hormona que nos da paz, nos da equilibrio, nos da bienestar, no es un subidón, es un estado más estable.

Si tienes la serotonina baja todo te da igual, te cuesta arrancar, estás apagado, pero si la tienes bien pues empiezas a ver oportunidades donde antes solamente veías problemas.

Lo que te quiero decir con esto es que tienes que cuidar tu química, es tu responsabilidad, y la mejor manera de cuidar nuestra química es rodearnos de lo que el libro llama personas vitamina, gente que suma, que te habla claro, que te respeta, que te impulsa, y sobre todo muy importante convertirte tú mismo, tú misma en una de esas personas.

Porque cuando te rodeas de energía positiva tu química cambia, tu cabeza cambia, y por tanto tu vida cambia.

Y tú me preguntarás ¿qué es eso de una persona vitamina?, ¿es alguien que va por ahí sonriendo todo el día?, ¿es una persona que te dice lo que quieres oír? ¿Qué va? Nada que ver con eso.

Una persona vitamina, según la describe el libro, es alguien que te hace bien pero de verdad.

Esas personas que cuando están contigo pues tú te sientes en paz, te sientes tú mismo, tú misma, sin caretas, sin postureos, sin tener que demostrar nada, es gente que suma, que no te absorbe, que no te juzga, que no te intenta manipular, y seguro que ya tienes una o varias cerca de ti.

Lo que pasa es que a veces no sabemos identificarlas.

¿Por qué? Porque estamos tan acostumbrados a rodearnos de ruido, de toxicidad, estamos acostumbrados a rodearnos de relaciones que no van a ningún sitio, que cuando aparecen no se sienten