"El misterio de Boscombe Valley" (y II) de Sir Arthur Conan Doyle 3p2y29

Tenemos el placer de presentarles las grabaciones inéditas de los relatos del Dr. Watson sobre las extraordinarias hazañas del detective Sherlock Holmes.

LOS CASOS DE SHERLOCK HOLMES. Hoy les ofrecemos la segunda y última entrega de EL MISTERIO DE BOSCOMB VALLEY. Era tarde cuando volvió Sherlock Holmes. Regresó solo pues Lestrade se había quedado alojado en una pensión de la ciudad.

El barómetro sigue muy alto, comentó al sentarse. Es importante que no llueva antes de que podamos examinar el terreno. Por otro lado, un hombre debe estar en su mejor momento y lo más alerta posible para un trabajo tan delicado como este y no querría hacerlo agotado por un largo viaje.

He visto ya al joven McCarthy. ¿Y ha averiguado algo de él? Nada. ¿No pudo arrojar ninguna luz? Ninguna en absoluto. En un momento llegué a pensar que sabía quién lo había hecho y que estaba protegiendo a esa persona, pero ahora estoy convencido de que está tan desconcertado como todos los demás. No es un joven muy perspicaz, aunque es agradable a la vista y creo que de buen corazón. Yo no puedo irar su buen gusto, comenté, sobre todo si es cierto que se oponía a casarse con una joven tan encantadora como la señorita Turner.

Oh, ahí yace una historia bastante dolorosa. Ese tipo está loca e intensamente enamorado de ella, pero hace unos dos años cuando solo era un muchacho y antes de que realmente la conociera, pues ella había estado cinco años en un internado, ¿qué hace el idiota si no caer en las garras de una camarera en Bristol y casarse con ella en una oficina de registro? Nadie sabe una palabra del asunto.

Pero puede usted imaginar lo exasperante que debe de ser para él que lo reprendan por no hacer algo que daría los ojos por hacer, pero que sabe que es absolutamente imposible. Fue un frenesí de este tipo lo que le llevó a levantar la mano contra su padre cuando, en su última conversación, lo instaba a proponerle matrimonio a la señorita Turner.

Por otro lado, no tenía medios para mantenerse y su padre, que por todos los relatos era un hombre muy severo, lo habría abandonado por completo de haber sabido la verdad. Fue con su esposa, la camarera, con quien pasó los últimos tres días en Bristol y su padre no sabía dónde estaba. Tome nota de este punto, es importante.

Sin embargo, algo bueno ha salido de esto, pues la camarera, al enterarse por los periódicos de que él está en serios problemas y que podría ser ahorcado, lo ha abandonado por completo y le ha escrito para decirle que ya tiene un marido en los astilleros de Bermuda, así que realmente no hay ningún vínculo entre ellos. Creo que esa noticia ha consolado al joven McCarthy por todo lo que ha sufrido. Pero, si él es inocente, ¿quién lo hizo? Ah, ¿quién? Me gustaría llamar su atención sobre dos puntos en particular.

Uno es que el hombre asesinado tenía una cita con alguien en la laguna. Y ese alguien no podía ser su hijo, pues su hijo estaba fuera y no se sabía cuándo iba a volver. El segundo es que se escuchó al hombre asesinado gritar antes de saber que su hijo había regresado. Esos son los puntos cruciales de los que depende el caso. Y ahora, si le parece, hablaremos de George Meredith. Y dejaremos los asuntos menores para mañana. Como Holmes había predicho, no llovió. Y la mañana amaneció brillante y sin nubes.

A las nueve en punto, Lestrade vino a buscarnos con un coche y partimos hacia la granja Hasserly y la laguna de Boscombe. Hay noticias serias esta mañana, observó Lestrade. Se dice que el señor Turner de la mansión está tan enfermo que se teme por su vida. Un hombre mayor, supongo, dijo Holmes. Alrededor de 60 años, pero su constitución ha quedado destrozada por su vida.