EH 06: Colección Harkonnen: Dante´s Inferno, Conan y Wolfenstein (2009) 6m495b

¡Buenos días! Bienvenidos a un episodio más de Escuadrón Jarkonnen, tu podcast de videojuegos más kamikaze. En otro vuelo en solitario, de aquí, quien nos habla, Edu Jarkonnen, el 50% de Kanagawa. Bueno, pues vamos a empezar de una manera un poquito caótica, porque este programa no estaba ni planeado. Este programa nace de un antojo, y yo creo que los antojos son buenos, porque es como que tu cuerpo te quiere pedir algo. Dice «Necesito esto, aunque tú no lo sepas».

Y estaba en el gimnasio y estaba ahí con una sobredosis de cafeína, y estaba pensando en Conan el Bárbaro. Y diréis, Edu, por favor, has vuelto a grabar bajo la influencia de la cafeína. Eso siempre es así. Pero me apetecía hablar del juego de PS3 de Conan el Bárbaro. Pero a su vez me ha apetecido hablar de más juegos de PS3. Y claro, hay un momento que como comunicador pienso «vale, tengo esta idea en la cabeza, ¿cómo lo enfoco?». Y la verdad es que no hace falta enfocar nada.

Como un gran comunicador y amigo que él sabe quién es, pero yo, por dar un poquito de misterio, mantendré en el anonimato «hay que hablar de lo que estés jugando, hay que hablar de lo que apetezca, hay que hacer programas frescos como estos». Y al final, esto es un programa de mi colección privada de PS3, y esos títulos a los cuales yo les doy valor.

Vamos a hacer hincapié, antes de empezar el programa, sobre las joyas ocultas. Esos juegos que en su momento pasaron desapercibidos, aunque tenían una calidad que con los años se ha visto reconocida. Yo no voy a hablar de eso. Yo no voy a hablar de Sota, Caballo y Rey, hacer el mismo contenido clónico de los mismos juegos que son joyas ocultas, pero tampoco son tan ocultas porque todo el mundo está hablando de ellos.

En los catálogos de las videoconsolas, en los catálogos que vemos a través de las generaciones, siempre hay clases, ¿vale? Siempre hay niveles. Hay juegos que están a un nivel altísimo, hay joyas de los videojuegos, yo que sé, PS3. Nos podemos ir fácilmente al Metal Gear Solid 4, nos podemos ir fácilmente a Uncharted, nos podemos ir fácilmente a The Last of Us. Son juegos con una calidad incontestable que al final, si tiras de memoria, son los que siempre van a salir. Esas joyitas que son el techo al cual podían aspirar todos los demás títulos.

Aquellos que miran desde el panteón de los dioses a los demás y les dicen, sí, soy mejor que vosotros. Luego también tenemos las mencionadas joyas ocultas acechando en las sombras diciendo, dentro de 10 años llegará nuestro momento. Pero lo realmente importante, lo que da fuerza a un catálogo, lo que hace que al final recuerdes con cariño la generación, son la plebe. Son esos juegos que al final no tienen nada de especial pero son divertidos, que es lo que siempre digo que tiene que ser un videojuego. Aquel que te tiene pegado a la pantalla durante horas.

Aquel que dices, uy, tengo que ir a trabajar, uy, tengo que hacer cosas de la vida adulta. No me apetece soltar el mando. Juegos que cumplen su función como contenido y producto lúdico. Que muchas veces se nos olvida que estos son productos lúdicos dedicados para jugar. Muchas veces nos perdemos tanto en análisis, nos perdemos tanto en narrativas, que se nos olvida, que se nos pasa por alto, que si un juego divierte ha cumplido su objetivo. Y por supuesto, por eso os quiero traer esos títulos que a mí me han mantenido pegado a la pantalla.

No hay una colección que sea igual que otra. No hay una estantería que no tenga su propia personalidad. Oye amigo, y si la tuya no la tiene, búscala porque seguro, seguro, que poco a poco lo encuentras. Más allá de esos juegos que tienes que tener, mira, eh, pequeña reflexión en el momento. Las listas de videojuegos que jugar antes de morir. Es una cosa que me angustia. Es una cosa que me da vértigo viendo mi backlog de videojuegos.