EH 16: Colección Harkonnen: Marvel Ultimate Alliance (saga completa) 156t3r

Bienvenidos a otro jueves de cafeína sonora, una cafeína que viene cargada hasta arriba de antiestamínicos y antigripales, pero aún así disfrutaremos de la mañana. Creo que la alergia es la forma que tiene el planeta de sanarse a sí mismo y acabar con los humanos.

No puedo ni respirar entre cuatro frases porque me quedo sin aire. Es como esa canción de que no tengo aire para respirar. ¿Qué tal la semana? ¿Todo bien? No hace falta que me respondáis porque no puedo oíros. Solamente puedo leeros en los comentarios que me podéis dejar tanto en redes sociales como en iVoox o Spotify. En redes sociales mi cuenta personal es Edu Harkonnen y la cuenta del programa es Atomar Porseo. Escuadrón Harkonnen. Era muy largo y digo, bueno, pues vamos a mandar todo a Atomar Porseo.

Esta semana en Kanagawa Podcast hemos tenido un debate muy interesante sobre retro, sobre coleccionismo que me ha dejado pensando, me ha dejado un poco tocado porque se decía que muchas veces se colecciona más allá del factor emocional que tiene el jugador. Y estaba repasando mis estanterías y miraba y digo, cada juego que tengo aquí tiene una historia que contar. De hecho hubo bastante mofa y gracia, bastante risas cuando me preguntaron en el canal de Kanagawa si todos los juegos me habían aportado, incluso los malos. Y efectivamente, amigos, tengo en la estantería juegos, tengo juegos que me recuerdan que el hype está bien pero no hay que dejarse llevar por el FOMO. Y dicho esto, cabrónidos, no compro mierdas. Sé muy bien lo que comprar y en pocas ocasiones me equivoco.

Esos juegos son el reflejo de esas ocasiones en las cuales he metido la pata porque en vez de pensar con la cabeza he pensado con el corazón de fan o he pensado con otra cosa que no era el pensamiento racional. También os digo, muchos son regalos que tampoco vas a hacer el feo. Yo no soy capaz de que me regalen una cosa y después descambiarla en el sexo o llevarla al game para que me den un vale y me compre otro juego. No, no, no. Son cosas que llegan a tu vida y ya que han llegado a tu vida pues sacas una lección. No es cuestión de decir vaya morra ya la voy a comprar por crecimiento personal. Que de verdad, que lo tengo que explicar porque si no pensáis que ando comprando juegos de mierda solamente para hablar de ellos y no es así. Hay gente que hace ese tipo de contenidos pero yo de momento tengo dignidad.

Pero también si nos ponemos serios están esos otros juegos, los juegos que importan, los juegos que dan vida a una colección. Y tengo juegos que están ahí meramente porque me llenan el corazón y cada vez que les miro recuerdo la cantidad de horas que les he echado o lo bien que me lo he pasado con ellos. Más allá de su valor monetario, por ejemplo, tengo dos copias de Space Marine. Yo Space Marine le jugué en PC, de hecho tengo la copia de PC y luego pues como en el ordenador va de aquella manera, estoy todavía intentando ver si funciona en Steam Deck que supuestamente se puede hacer Jaime Brotons de Reserva de Maná, mi gran amigo, lo ha conseguido poner en la Steam Deck, yo no he podido, el emperador no me ha sonreído, pero aún así tengo su versión de PS3, la PAL España y también tengo la versión coreana que me trajo mi gran amigo el torreznoandante, Rami, eres un grande tío, de verdad, gracias por el regalo porque es uno de esos juegos que te llena, que tú lo ves en la estantería y dices, joder, qué historias he vivido.

Yo creo que quitar el valor emocional de una colección es quitar todo lo que hace que la colección, para mí que no tenga ese valor añadido, es la diferencia entre guardar y atesorar recuerdos a simplemente acumular cosas. Uno de vuestros programas favoritos de la temporada, que aprovecho a decir que queda como mucho un mes de temporada, me va a tomar julio y agosto como mínimo en principio, no sé si al final junio lo dejaré a la mitad, pero bueno, en principio julio y agosto de vacaciones, de descanso, que descanso no es descansar, es preparar Kanagawa, preparar el escuadrón, porque gracias a vosotros