Docentes presentes nº 47. Comprender las Situaciones de Aprendizaje en Educación Infantil y Primaria 5j43n

Hola a todos.

Hoy nos enfrentamos a un desafío clave en educación, cómo diseñar experiencias que enganchen de verdad a los alumnos, que les hagan aprender de forma significativa.

Exacto.

Y para eso vamos a analizar a fondo una herramienta que está muy presente en Cataluña, las llamadas situaciones de aprendizaje.

Eso es.

Vamos a usar como guía los modelos oficiales del Departamento de Educación, ¿verdad? Los de infantil y los de educación básica.

Sí.

La idea es desgranar un poco su estructura, sus elementos clave, para ofrecer una visión clara.

Vamos, aunque ojo, son modelos, ejemplos.

Los centros pueden adaptarlos.

Vale, perfecto.

Pues para empezar fuerte, ¿qué es exactamente una situación de aprendizaje? ¿Cuál es la idea central? Pues mira, en esencia es una experiencia que se planifica para aprender.

Si hablamos de infantil, es más una vivencia, algo que experimentan.

Y en educación básica se habla más de un escenario, inspirado en la vida real.

Lo importante es que siempre parten de un contexto concreto, ¿sabes? Un reto.

Un reto.

Una pregunta, un problema.

Eso es.

Una pregunta amplia, un problema, un caso.

Algo que obliga al alumnado a moverse, a intervenir activamente.

Y al hacerlo, pues, desarrollan competencias.

Entendido.

El alumno en el centro, activo.

Vale, si nos metemos en la plantilla, en el documento modelo, ¿qué es lo primero? La identificación, supongo.

Correcto.

Lo básico.

El título que le pongas, el nivel o curso.

Y luego, el área, materia o ámbito que implica.

Esto último es más específico en básica, claro.

Bien.

Y después de identificarla, viene la descripción.

Aquí he visto que aparecen dos conceptos, contexto y reto.

¿Por qué separarlos? ¿Es importante? Sí, sí.

Es útil distinguirlos bien.

El contexto es, son las circunstancias que rodean la situación, lo que le da sentido, ¿entiendes? Puede ser algo que pasa en el barrio, una noticia, o incluso un interés que surge en clase.

Vale, el marco.

Exacto.

Y de ese marco, de ese contexto, nace el reto, el desafío ya concreto.

Investigar algo, resolver un problema práctico, crear un producto, es lo que de verdad moviliza al aprendizaje.

Separarlos ayuda a que el reto esté bien anclado, que sea pertinente.

Claro, el contexto justifica el reto y el reto es lo que hay que, bueno, que afrontar.

Vale, y eso nos lleva al corazón del asunto.

Las competencias específicas.

Justo.

Aquí se detallan qué competencias concretas se quieren desarrollar con esa situación.

En infantil, por ejemplo, están muy ligadas a los cuatro ejes del decreto.

Crecer con autonomía, comunicarse, descubrir el entorno y formar parte de la diversidad.

Y en educación básica, me imagino que son las propias de cada asignatura.

Sí, las específicas del área o materia correspondiente, pero no solo esas.

También se integran las transversales.

Ah, las clave.

La digital, la de aprender a aprender, la ciudadana.

Esas son.

Digital, personal y social, aprender a aprender, ciudadana y también la emprendedora.

Son, digamos, habilidades para la vida que se trabajan a la vez.

Muy bien.

Y estas competencias generales, ¿cómo se bajan a tierra para esa situación concreta? Supongo que ahí entran los objetivos de aprendizaje.

Precisamente.

Los objetivos concretan qué se espera que los alumnos aprendan.

Y, muy importante, ¿para qué? Se suelen formular pensando en capacidad, plus saber, plus finalidad.

A ver, un ejemplo rápido.

Pues, por ejemplo, ser capaz de capacidad, exponer oralmente las características principales de los planetas, saber, para compartir la información con los compañeros, finalidad.

Algo así.

Define qué habilidad, con qué contenido y con qué propósito.

Vale.

Queda claro.

Y si tenemos objetivos, necesitamos saber si se consiguen.

Los criterios de evaluación.

Eso es.

Indican cómo vamos a valorar si se han alcanzado esos objetivos.

Describen acciones que podamos observar, que demuestren que se ha aprendido.

Y también tienen una fórmula.

Se suelen formular como acción, plus saber, plus contexto o condiciones.

O sea, qué tiene que ser capaz de hacer el alumno, aplicando qué saber y en qué tipo de situación o con qué condiciones.

A veces se desglosan más en indicadores, pero lo esencial es que sean observables.

Has mencionado saber en los objetivos y en los criterios.

¿A qué nos referimos exactamente con saberes? Los saberes son los contenidos que hacían falta para superar el reto.

Pueden ser conocimientos, sí, pero también habilidades, destrezas, incluso actitudes.

Vale.

Pueden ser los que marca el currículum oficial, claro.

O también se pueden añadir otros que sean relevantes para esa situación específica, para ese grupo.

En básica, lógicamente, están más ligados al área o materia.

Perfecto.

Ya tenemos el qué, el por qué, las metas y cómo medirlas.

Ahora, ¿cómo se organiza todo en el día a día del aula?