De las Galaxias al Universo en Expansión 3yy5q

Bienvenidos a una nueva inmersión en Bajo las Estrellas.

Hoy nos adentramos en un tema que nos lleva a las fronteras del conocimiento, la expansión del universo.

Exacto.

Se imaginan el universo como un globo gigante con galaxias dibujadas en su superficie.

¿Qué pasa con esos dibujos a medida que inflamos el globo? Se alejan entre sí, ¿verdad? Claro.

Pues eso es, a grandes rasgos, lo que está sucediendo en nuestro universo.

Las galaxias se están alejando unas de otras, arrastradas por una fuerza misteriosa que llamamos expansión cósmica.

¿Cómo llegamos a comprender este concepto tan alucinante? Nuestra aventura comienza hace más de un siglo, con un astrónomo llamado Vesto Slipher.

Codo con su telescopio y una curiosidad insaciable, Slipher se dedicó a observar la luz proveniente de galaxias distantes, utilizando una técnica llamada espectoscopia.

Imaginen que podemos descomponer la luz en sus colores individuales, como si tuviéramos un arco iris a la mano, y con esta técnica, Slipher...

Lo fascinante es que Slipher notó algo peculiar en la luz de la mayoría de las galaxias, un fenómeno llamado desplazamiento al rojo.

¿Qué significa esto? Que la luz de estas galaxias estaba estirando hacia el extremo rojo del espectro, como si estiráramos una banda elástica.

Espera, espera.

¿Cómo sabemos que las galaxias se alejan solo porque su luz se ve más roja? ¿Acaso no podíamos pensar que simplemente emiten luz roja por naturaleza? Buena pregunta.

Aquí es donde entra en juego el efecto Doppler.

Piensen en el sonido de una ambulancia.

Cuando se acerca, el sonido es más agudo, y cuando se aleja, se vuelve más grave.

Este mismo principio se aplica a la luz.

Cuando un objeto se aleja de nosotros, las ondas de luz que emite se estiran, desplazándose hacia el extremo rojo del espectro.

De ahí el desplazamiento al rojo.

Ajá.

Entonces, el desplazamiento al rojo es como una pista cósmica que nos dice que el universo no es estático, sino que se está expandiendo.

Los hallazgos de Slipher fueron revolucionarios porque nos dieron una de las primeras pistas, de que el universo no era una entidad inmutable y fija, sino un espacio dinámico, en movimiento constante y en expansión.

Increíble.

Slipher abrió el camino, pero luego llegó otro gigante de la astronomía, Edwin Hubble.

Ah, sí.

Él tomó el trabajo de Slipher como punto de partida y lo llevó a un nivel completamente nuevo.

Así es.

Hubble combinó las mediciones del desplazamiento al rojo de Slipher con sus propias observaciones sobre las distancias a las galaxias, las cuales determinó estudiando el brillo de ciertos tipos de estrellas.

¿Y qué descubrió? Que cuanto más lejos estaba una galaxia, más rápido se alejaba de nosotros.

Es como una regla cósmica, que ahora conocimos como la ley de Hubble-Lemitt.

Increíble.

No solo confirmó la expansión del universo, sino que nos dio una forma de medirla.

Imaginen eso, medir la expansión del universo.

¿Cómo logró Hubble determinar las distancias a esas galaxias tan lejanas? Hubble encontró un tipo especial de estrellas, llamadas candelas estándar.

Estas estrellas tienen un brillo intrínseco conocido, lo que significa que podemos calcular su distancia a partir de lo brillantes que las vemos desde la Tierra.

Es como si tuviéramos una serie de bombillas de diferente potencia.

Y al observar su brillo aparente, pudiéramos saber que qué distancias encuentran.

Pero hay algo que me intriga.

Si el universo se expande, ¿significa eso que todas las galaxias se alejan de nosotros a la misma velocidad? Esa es una pregunta muy astuta.

Y la respuesta es no.

La expansión no es uniforme.

Algunas galaxias se alejan a velocidades mucho mayores que otras, como si el espacio mismo se estirara de forma desigual.

Es un fenómeno complejo que ha desconcertado a los científicos durante décadas.

Entonces no es como si todas las galaxias estuvieran en una cinta transportadora cósmica moviéndose al mismo ritmo.

Exactamente.

Es más bien como si estuvieran en una superficie elástica que se está estirando en todas direcciones, pero con algunas zonas extendiéndose más rápido que otras.

Y esto nos lleva a uno de los mayores misterios de la cosmología moderna, que es lo que impulsa esta expansión acelerada.

Claro, porque si pensamos en la gravedad, esta debería atraer a todas las galaxias entre sí.

Entonces, ¿qué fuerza es lo suficientemente poderosa como para contrarrestar la gravedad y empujar estas galaxias a separarse a un ritmo cada vez mayor? Aquí es donde entra en escena el concepto de la energía oscura.

Es una fuerza misteriosa, invisible y poco comprendida, pero que parece constituir la friolera del 70% del universo.

Imagínense, el 70% del universo está compuesto por esta fuerza enigmática que empuja todo hacia afuera.

Es como si hubiera un motor cósmico invisible acelerando la expansión del universo.

Y para añadir más intriga al asunto, también está la materia oscura, otro enigma cósmico que constituye alrededor del 25% del universo.

O sea, que entre la energía oscura y la materia oscura representan un asombroso 90% y 5% del universo.

Es realmente sorprendente.

Lo que es aún más asombroso es que todo lo que podemos ver, las estrellas, los planetas, las galaxias, toda la materia que nos resulta familiar solo representa un mísero 5%.

Es casi una lección de humildad darnos cuenta de lo mucho que aún no sabemos sobre la inmensidad del universo.

Totalmente.

Es como si estuviéramos explorando un continente gigante.