¿Cuidado o autocuidado? 5x394z

Nuestro caso ético va a tratar sobre cómo muchas personas se encuentran en el dilema de si cuidar a sus padres de mayores o no, ya que se sienten con la obligación de cuidarlos cuando a estos, durante su infancia y adolescencia, no han llevado a cabo sus cuidados parentales, como por ejemplo celebrar su cumpleaños, pagar sus estudios, validar sus sentimientos… Para desarrollarlo se va a hacer desde la perspectiva legal y con ejemplos de comedias de las áreas españolas para hacerlo más dinámico y entretenido.

La situación comienza porque Marisa va al Centro de Servicios Sociales Comunitarios pidiendo que metan a su padre, Ignacio, en una residencia que no le cueste nada y que sea en el menor tiempo posible, ya que ella no quiere hacerse cargo.

A continuación comienza un debate entre la trabajadora social y Marisa.

Buenos días chicos.

Buenos días.

Os he reunido porque el otro día llegó un caso a mi despacho, el cual me pone en un dilema ético que me gustaría comentar con vosotros, para que me pudierais dar algún consejo.

La mujer reclama una residencia para su padre porque no se quiere hacer cargo de él y expresa que si no le proporciona la ayuda, meterá a su padre en la residencia con el dinero de su propia pensión, mientras el padre sostiene que él quiere ser cuidado por su hija, que no se encuentra tan mal como para vivir de manera permanente en la residencia.

Bajo mi punto de vista no existe ningún dilema ético, ya que si la hija puede hacerse cargo y debe hacerlo, pero no obstante se podría pensar en un dilema ético, abarcando el principio de autonomía y dignidad como ente propio y subjetivo del padre.

No es tan fácil.

El dilema que se presenta es irrespetar el principio de autonomía del padre, y trabajar con la hija para mejorar la relación y que ceda a que su padre viva con ella, y le preste los cuidados necesarios.

Pero por otro lado, mi obligación como trabajadora social me dificulta esta decisión, ya que la hija comenta que su padre nunca ha ejercido el rol de este, siempre ha tenido varias carencias paternas e insiste en que todo lo que ha conseguido ha sido por su esfuerzo, el cual no quiere compartir con su padre.

Ella me comenta que dispone del tiempo y de los recursos necesarios para poder cuidar de él, pero que se niega categóricamente por su comportamiento en el pasado.

¿Pero crees que trabajar con la hija solo en la necesidad de cuidados mínimos que tiene su padre sería adecuado? No lo sé.

Quizá ella también necesita que la comprendan, porque su situación ha sido dolorosa.

Ella cree que cuidar de su padre puede llevarla a una desestabilización emocional, con la cual no sabe lidiar.

Ciertamente, lo que es necesario poner de manifiesto es que el deber de la hija de cuidar al padre está manifiesto.

Y es necesario recordar los artículos 143 del Código Civil y el artículo 226 del Código Penal, que tipifican la falta de asistencia a los padres por parte de los hijos.

Pero no estáis dando cuenta de que puede tener graves consecuencias, ya que si ella compromete su estabilidad emocional y no está lo suficientemente capacitada para cuidar del padre, podría darse una situación de malo trato hacia el padre.

Por eso es tan importante que ella esté de acuerdo.

Lo que estamos viendo aquí es un claro conflicto entre la hija y el padre, que va más allá de una simple negación al cuidado.

Existe una herida emocional profunda en la hija, posiblemente una falta de apego o incluso trauma que afecte a su capacidad para perdonar o incluso cuidar a su progenitor.

Lo primero que debemos abordar es el conflicto emocional de la hija.

Es comprensible que haya sentimientos de resentimiento y abandono, pero eso no puede justificar el incumplimiento de su responsabilidad hacia el bienestar de su padre.

Sin embargo, debemos considerar cómo su pasado ha moldeado su visión y comportamiento actual.

Debemos cercionarnos de que en el caso de que el cuidado se lleve a cabo por la hija, no se dé ninguna situación de malo trato.

Tengo claro que si el padre se encuentra bien, es decir, tiene capacidad y no tiene ninguna patología seria, por lo cual no tiene ninguna necesidad de entrar en un centro de residencial.

Pero no obstante, por la longevidad, sería conveniente el control y supervisión por parte de un familiar o institución, ahora siempre respetando su autonomía y capacidad para decidir.

En mi experiencia, el cuidado de los pacientes no solo es físico, sino también emocional.

La relación entre un hijo y un padre que se ve afectada por experiencias pasadas puede generar una resistencia a involucrarse en el cuidado.

Por ello creo que es importante informar a la hija que las necesidades que tiene el padre en este momento no son tan graves como para ingresarlo en una institución, por lo que sería ella la que tendría que acudir.