Trending Misterio
iVoox
Descargar app Subir
iVoox Podcast & radio
Descargar app gratis
Relatos Sexuales Liberales
Crónica cornuda.

Crónica cornuda. 4c3g61

8/5/2025 · 13:28
0
1.4k
0
1.4k
Relatos Sexuales Liberales

Descripción de Crónica cornuda. 4p385p

Crónica cornuda. Explico mi vivencia cornuda desde que conocí a mi mujer si quieres y gustas aportar al canal puedes arnos por o el pay pal [email protected] paypal.me/relatossex fuente / autor https://www.todorelatos.com/relato/218542/ 196b6u

Lee el podcast de Crónica cornuda.

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Gracias por estar en sintonía. Si aún no estás suscrito, te invito a hacerlo y no te pierdas ninguno de nuestros episodios.

Ahora sí, comencemos.

Crónica cornuda.

Explico mi vivencia cornuda desde que conocí a mi mujer.

Hacía tiempo que buscábamos un piso más grande y le di una sorpresa ya que el chico de las fincas encontró uno a muy buen precio y al lado de su trabajo.

Hablé incluso con los dueños que eran una pareja muy maja con cuatro hijos.

¡Bof! Nosotros acabábamos de tener el primero y vaya faena.

El día que la llevé a verlo, ya con intenciones de venta por las dos partes, ella puso mala cara.

Pero rápidamente se mostró optimista del trato.

Al final fue nuestro.

Qué maravilla que ahora ella sólo tuviera que andar 15 minutos hasta su nuevo trabajo y no haber de conducir los casi 45 de su anterior.

Se la veía más tranquila a mi preciosa mujercita de 35, encantadora, cariñosa, guapa y con una facilidad enorme para caerle bien a la gente.

Pensaba como un tío del montón puede acabar con un pibón como éste.

¡Felicidad! Aquel año fue maravilloso.

Follábamos como bestias.

Ella me daba lo que yo quería y con gusto.

Ahora lo comprendo.

Empezamos a practicar el pegging y sadomaso light.

A ella le encantaba el libro de las 50 sombras y veíamos pelis pornoduras que a Mont se le superaban un poco.

Pero por su osito se dejaba llevar a mi mundo de perversiones.

Me acuerdo girar la cabeza mientras me follaba a cuatro patas con nuestro primer arnés y ver su preciosa cara con un gesto maligno de goce por la dominación.

Luego, yo cachondo y dilatado, me la follaba como un bestia hasta hacerla gritar.

Tenía que taparle la boca.

Me daba cosa que los nuevos vecinos nos tacharan de cerdos con una bebita tan pequeña.

Me gusta la privacidad y soy algo tímido y muy respetuoso.

Todo empezó a torterse un día en que mi empresa me dio una jornada de fiesta por horas extras acumuladas.

La verdad es que se me olvidó recordárselo a Montse.

Su madre vino a buscar a la niña como siempre y pensé que así le daría a mi mujer una agradable sorpresa al visitarla en la cafetería donde desayunaba con sus nuevos compañeros de trabajo.

Yo ya conocía a su jefe.

Ella se lo encontró en la calle y yo los dejé hablar de lo suyo mientras me acercaba a un escaparate con el carrito.

Se veía amable, guapo y más joven que mi mujer.

Un tío con éxito.

Hola, hola, una sonrisa y nada más.

Un mal pensamiento pasó por mi cabeza durante unos milisegundos, un pálpito de mi intuición.

Va.

Imposible, ella me quiere y tenemos una niña para demostrármelo.

Pues me acerqué a la cafetería con la intención de desayunar con ella y conocer a sus compis pero me la encontré con su jefe.

Ella guapísima con un vestido corto y sus topolinos de los que sobresalían sus sabrosos dedos con las uñas pintadas de negro.

Wum.

No habíamos follado esa mañana por lo que yo iba un poco salido y con pensamientos perversos.

Al volver seguro que caería una paja viendo vídeos de trasvestidos o adolescentes tipo Gonzo, me gustaba intercalarlos mientras veía algunas fotos porno de ella.

Pocas.

No le gustaba que se las hiciera.

Pero verlos a los dos juntos en la misma mesa conversando como si se conocieran de toda la vida me la puso dura y antes de saludarlos imaginé que él se la follaba delante mía en el WC del bar.

Joder.

Que cerdo pensé para mis adentros.

Y una mierda.

Es mi mujercita.

La saludé y pareció sorprendida, el amable como aquel día.

Pero mi voluntad de quedarme con ellos incomodó un poco a Montse.

¿Por qué? Bueno, lo comprendí.

Era su jefe y debían estar hablando de faena.

Él elegantemente vestido con un discreto traje de jefe.

Yo en chandal.

Volví a imaginarme lo desnudo encima de mi mujer.

Joder.

Soy hétero pero a veces, si veo a un buen tiarrón, también lo miro y pienso en algo guarro.

Normalmente en un trío bíceps con mi mujer.

Eso me lo inventé cuando empecé a salir con ella para evitar mis puñeteros celos y funcionaba.

Vaya pitonera estaba hecha con 16 y que minifaldas me llevaba mi bomboncito adolescente en el instituto.

Tuve un flash sobre el culo de él votando sobre Montse.

Va.

Me marché para casa y me puse una de tríos bisexuales.

Ja, ja, que pegaba con la situación.

Después de correrme pensé, soy un puto cerdo.

¿Y te estás poniendo celoso? Carlos no juegues con tu mente y con esos rollos gays raros que te has montado, que tú eres un machote y debes confiar en tu pareja.

Por la tarde ella me explicó que de vez en cuando iría a desayunar con él por temas de curro y que se estaba fraguando una amistad entre compañeros.

Lo vi normal.

Mi mujer se irá a tomar café con otro pero yo que soy un tío moderno lo veo normal y lo ito porque ya no soy su tío.

Comentarios de Crónica cornuda. 1e4p4b

Este programa no acepta comentarios anónimos. ¡Regístrate para comentar!