CONVERSACIONES CON DIOS - II.7 (5ª parte) 2c3m5r

Esta conferencia comenzará a grabarse. Bien, pues vamos a dar comienzo a una nueva sesión de comentarios a conversaciones con Dios. Esta vez estamos en el libro segundo y vamos a continuar con el capítulo 7. Hemos hecho ya cuatro sesiones del capítulo 7 y vamos a hacer la quinta y última. En todo este capítulo Dios nos ha estado hablando de sexo desde muy diversos puntos de vista y por supuesto desde una profundidad espiritual.

Y en el capítulo justamente anterior, en la sesión justamente anterior, nos hablaba Dios de un ejemplo de dos personas, Tom y Mary, que tenían una experiencia que, bueno, pues Dios relataba de una manera extraordinaria, maravillosa, sublime, muy metafísica y muy espiritual. Una experiencia energética.

Y después de terminar de comentar la experiencia, pues cambiaba de tema dentro de la misma cuestión de las energías que hay siempre entre dos cualesquiera cosas dentro del escenario. Se forma un campo de energía combinado entre ellas, ya que son emisores de energía. Hablábamos en la otra sesión de que el campo combinado de las energías, Dios le llamaba el campo de la verdad o campo absoluto porque en él se manifiestan las energías de todos los niveles dimensionales, todas las densidades de energía, no solamente de la físico-material, que sería el séptimo nivel, sino de todos los demás niveles, incluyendo el nivel cero o nivel del espíritu.

Y para continuar explicando y ejemplificando esta cuestión de las energías, empezaba Dios a hablar de la nación estadounidense. Y en ese punto donde empezaba, ahí nos quedamos y es donde vamos a comenzar hoy esta quinta sesión, esta quinta parte del capítulo 7. Y sin más preámbulo dice así. La nación terrestre que llaman Estados Unidos, por ejemplo, se considera a sí misma desde hace mucho tiempo como una nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos.

No es coincidencia que esta nación llegara a ser la más próspera sobre la tierra. Tampoco es de sorprender que esta nación esté perdiendo gradualmente todo aquello por lo que ha trabajado tanto para crear. Pues esta nación parece haber perdido su visión. Esto, bueno, pues no hace falta que lo diga Dios. Realmente, pues efectivamente, efectivamente, la más grande nación sobre la tierra en estos tiempos que lo fue y lo sigue siendo en muchos aspectos.

Sin embargo, hay algunos aspectos en los que parece que ha perdido esa grandeza. Parece que en algunos aspectos lo ha perdido. Actualmente, bueno, pues ya sabemos que hay políticos que pretenden recuperar esa grandeza pero de la sensación de que sólo aspectos parciales de esa grandeza. Aspectos económicos, aspectos de poder, aspectos de materiales al fin y al cabo. Sigue explicando Dios. Los términos bajo Dios, indivisible, significaban justamente eso.

Expresaban la verdad universal de unidad, unión, una matriz, conciencia colectiva, muy difícil de destruir. Pero la matriz se ha debilitado. La libertad religiosa se ha vuelto moralización religiosa, bordeando la intolerancia religiosa. La libertad individual casi se ha desvanecido mientras que la responsabilidad individual ha desaparecido. La noción de responsabilidad individual se ha distorsionado hasta el grado de significar cada hombre para sí mismo.

Claro, eso es sólo una cara de la moneda de la cuestión de la responsabilidad individual. Porque si no introduces el propósito de la responsabilidad, que es la otra cara de la moneda, pierde conocimiento.