Conoce a Jaesús en sus hechos 3o6c68

Por la Señal de la Santa Cruz y de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes.

Te adoro con profunda reverencia.

Te pido perdón de mis pecados y gracia para ser con fruto este rato de oración.

Madre mía inmaculada, San José, mi Padre y Señor, ángel de mi guarda, intercede por mí.

Autor americano que se llama, bueno, si es americano o inglés, que se llama Frank Schiff, que tiene un libro titulado Conocer a Jesucristo.

Y no podría preguntarle hoy si de veras me vas a enseñar a conocer a Jesucristo con tu libro, porque es la ciencia más alta.

San Pablo llega a decir, todo lo tengo por basura, al lado del conocimiento, del amor de mi Señor Jesucristo.

No, como que no tiene importancia todo lo demás.

Pues sí, aunque nos resuelvan la vida con la inteligencia artificial o de cualquier otra manera, bueno, es que las personas se conocen personalmente, por lo tanto, podré tener algunas vías de al conocimiento de Jesucristo, por ejemplo, la vía histórica, o la vía bíblica, o la vía artística, los iconos o las representaciones de Cristo en la historia.

Pero, sobre todo, tengo que conocerlo yo, a Él, en sus gestos y en sus palabras.

En el Concilio Vaticano II, publicó un documento sobre la revelación, que se llama Dei Verbum, y allí, al empezar el número dos de ese decreto, dice que Jesús nos enseña gestis verbisque intrínseche interse conexis, sus gestos y sus palabras que están intrínsecamente conectadas.

Y entonces aquí me abre un panorama que me puede ayudar a mi conocimiento de Jesucristo, y yo no sólo te voy a conocer porque oigo tu palabra, sino también porque observo tus gestos.

Y todas sus acciones tienen un porqué, una razón, y por lo tanto, si veo cómo actúas, podré saber por qué lo estás haciendo, por qué voy a preguntarte que me expliques por qué estás haciendo aquello, y voy a tratar de unir tus gestos y tus palabras para tener un conocimiento un poquito más completo, para que después ya en mi oración, viendo tus gestos y tus palabras, pues, profundice en mi conocimiento.

Sé que nunca lo voy a agotar porque en ti están todos los tesoros de la ciencia y de la virtud.

Todos los tesoros, es la sabiduría del Padre, una mina de inagotables tesoros.

Y por eso también nos dice en los Hechos de los Apóstoles, al comenzar Hechos 1-1, dice, Jesús comenzó a hacer y a enseñar.

No sólo es Maestro, sino también es Modelo.

Como decía, fíjate en mis actitudes, en mis acciones, en mis gestos, en lo que hago, y después observa mis palabras y únelas.

Te vas a dar cuenta de que hay una perfecta coherencia entre una cosa y otra.

Nosotros no podemos hacerlo, no somos absolutamente coherentes.

Somos personas que hablamos de Dios, y todo lo que estás diciendo, lo vives, te lo aplicas.

Pues la verdad, no.

Hay muchas cosas que no.