
El Cántaro: Los hombres y la mutilación emocional. 3o3n3p
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El Cántaro: Los hombres y la mutilación emocional. Más allá de los mandatos de crianza, la cultura y la masculinidad tradicional, existen otros mundos. Realidades donde los hombres podemos liberarnos del mandato de vivir mutilados e incompletos. hombresdespiertos.org con Christian Ortíz https://linktr.ee/christianortizpsicologia 4p3b6d
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Corre y se va corriendo.
Esto es Lotería Machirula.
Un espacio para confrontarnos, incomodarnos y transformarnos.
Comenzamos.
Cantarito que llevas dentro, que no lo dejas ver.
El cántaro.
El ser que está herido, generalmente hiere.
El ser que está mutilado, terminará mutilando a otros.
Cuando los seres estamos muy lastimados, cuando nos sentimos muy rotos, cuando nos sentimos muy confundidos, cuando no sabemos dónde está la herida, ¿cómo vamos a curarnos? Los hombres estamos transitando por una situación de mutilación emocional transgeneracional.
Durante muchas generaciones, hemos vivido a través del paradigma, muy disfuncional, de una masculinidad como una categoría que para poder llegar a ser, tiene que mutilar muchos aspectos de sí mismo.
Específicamente esos aspectos que han sido asociados con su contraparte en el género, lo femenino.
Como si nada más tuviéramos esta oportunidad de estar en el azul o en el rosa.
Y como no quieres ser de los rositas, te azulas tanto y te mutilas tanto.
Y esto no es un acto de conciencia.
Y este no es un acto de que un día se me antojó hacerlo.
Es un acto de aprendizaje observacional muy complejo, que está intrincado en este cuento, que nos han contado tanto tiempo, de las mujeres son así y los varones somos así.
Y cuando nos va cayendo el 20 de todos los espantosos precios que estamos pagando en la mutilación, en un corazón con sequedad, en una emoción estancada, en un llanto ahogado, nos preguntamos ¿hasta cuándo más podemos estar así? Es bien interesante ver cómo estas situaciones de aprendizaje observacional, cómo uno ve que deberíamos comportarnos los varones.
Y entre esas observaciones uno se encuentra con empezar a compilar los aspectos de la ternura, de la emotividad, del llanto, de las emociones llamadas femeninas, cosa que no existe.
Existen seres sintientes, seres pensantes, que se pueden identificar o no como tal o cual cosa, en este caso como tal o cual categoría genérica.
Pero fíjense cómo los gatos en general vamos experimentando situaciones de mutilación desde la más tierna infancia.
Porque los niños no son varones, los niños son niños, son las infancias.
Y puede haber una gran diversidad de seres que desde su más tierna infancia vamos siendo moldeados para adecuarnos a ese cuentito que nos están contando.
Y cuando uno empieza a hacer una retrospectiva de su propia vida y empieza a recordar las cosas que ha vivido, yo creo que la mayoría nos vamos a encontrar con las primeras experiencias de no llores.
Por ejemplo, el no llores, no eres una niñita, o no seas marica, no digas eso, o por qué bailas así, o por qué cantas así, o por qué te mueves así, o incluso por qué sientes así.
Y ahí anda uno, un corazón a flor de piel desde pequeñito, desde la infancia, y en cuanto se abre un poquito más allá de la cajita de lo que dicen que debe de ser masculino, pues viene el machetazo.
El machetazo, estas terroríficas formas de aniquilar la expresión natural de un pequeño ser, de un ser que es tal vez sensible, estético, empático, vulnerable, pero que no puede mostrar todo esto. Entonces se encapsula, ¿sí? Todo esto sentir es porque no creas que quedan allá como perdidos. Y decimos de mutilación porque la emotividad no es la que queda mutilada.
Si las emociones no quedan mutiladas, no pueden mutilarse las emociones.
Lo que queda mutilado es...
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