La caída de Númenor Parte 2 Audiolibro Historia de la Tierra Media 6 6y3p

Historia de la Tierra Media 6 Segunda parte La caída de Númenor Esta narración solo será sobre el hundimiento de Anadúne.

Por lo tanto, omitiendo los papeles del Motion Quab, referencias y anotaciones, centrándose solo en las historias preliminares de las versiones finales.

Por lo tanto, tendremos variaciones en los nombres de muchos personajes y o lugares.

El segundo texto de El hundimiento de Anadúne Aquí los nombres nuevamente son cambiados, ni bien algunos son similares, luego volvieron a ser cambiados en la versión final, aunque algunos conservados.

La caída de Númenor El segundo texto Antes de la llegada de los hombres había muchos poderes que gobernaban la Tierra, y eran los Eruveni, los siervos de Dios.

Muchos eran sus rangos y funciones, pero algunos eran poderosos señores, los Avaloi, a quienes los hombres recordaban como dioses, y al principio el mayor de ellos era el señor Arun.

Pero se dice que hace mucho tiempo, ya en la hechura de la Tierra, el señor Arun se volvió al mal y se rebeló contra Eru, pues deseaba el mundo entero para sí y no tener a nadie por encima.

Por tanto, su hermano Aman intentó gobernar la Tierra y a los poderes de acuerdo con la voluntad de Eru, y Aman moró en el oeste.

Pero Arun permaneció en la Tierra, viviendo escondido en el norte, e hizo el mal y tenía más poder que nadie.

Y la Tierra se oscureció en ese tiempo, de modo que Arun recibió un nuevo nombre, y se lo llamó Mulker, el señor de la oscuridad, y hubo guerra entre Mulker y los Avaloi.

En el tiempo señalado, los hombres nacieron en el mundo y fueron llamados Eruin, los hijos de Dios, pero llegaron en un tiempo de guerra y sombra, y no tardaron en caer bajo el dominio de Mulker, y les hirvieron.

Y ahora se presentó con la forma de un gran rey y de un dios, y su gobierno fue maligno y su adoración corrupta, y los hombres se distanciaron de Eru y de sus siervos.

Pero algunos de los padres de los hombres se arrepintieron, pues advirtieron la maldad del señor Mulker y que su sombra se extendía cada vez más sobre la Tierra.

Y ellos y sus hijos regresaron con dolor a la fidelidad de Eru, y recibieron la amistad de los Avaloi, y fueron llamados como antaño Eruin, hijos de Dios.

Y los Avaloi y los Eruin lucharon contra los sirvientes de Mulker, y por esa vez destruyeron su reino y derribaron los templos.

Pero Mulker huyó y meditó en la oscuridad exterior, pues los poderes no podían destruirlo.

Y el mal que había sembrado brotó como una semilla oscura en la Tierra Media, dando amargo grano que, aunque siempre era recogido y quemado, nunca llegaba a su fin.

Y reyes crueles y templos malignos surgían sin cesar en el mundo, y la mayor parte de la humanidad eran sus sirvientes, porque los hombres eran corruptos y sus corazones todavía anhelaban el reino de Arun, y les hicieron la guerra a los Eruin y los persiguieron con odio, dondequiera que morasen.

Por tanto los corazones de los Eruin se volvieron al oeste, donde creían que se encontraba la tierra de Aman y reinaba una paz permanente.

Y se dice que antaño un hermoso pueblo vivía en la Tierra Media, y los hombres no sabían de dónde venían.

Pero algunos decían que eran los hijos de los Avaloy, y no morían, pues su hogar era el reino bendecido, lejos, a dónde todavía podían ir y de dónde habían venido para cumplir la voluntad de Aman en todas las acciones y obras menores del mundo.

En aquel tiempo en su propia lengua se daban el nombre de Eledai, pero los Eruin los llamaban Nimbi, los brillantes, porque eran muy hermosos, y hermosas eran todas las obras de su lengua y de sus manos.

Y los Nimbi fueron desgraciados en la oscuridad de los días y se retiraron hacia el oeste, y en adelante nunca volvió a haber una hierba tan verde, ni flores tan hermosas, ni agua tan luminosa.

Y la mayor parte de los Eruin los siguió, aunque algunos se quedaron en las grandes tierras como hombres libres, sin servir a ningún señor maligno, y eran pastores y vivían lejos de las torres y las ciudades de los reyes.