La Base 5x137 | ¿Quién quiere ser europeo? 2e6yq

Este año, con la presidencia española y el año que viene, contemplan la revisión del tratado de la Unión Europea de Maastricht.

Hay un momento en que todos los países de la Unión Europea van a revisar si se están cumpliendo las condiciones de Maastricht.

Es el momento en que España, si tiene valentía y se explica a su pueblo las cosas, junto con otros estados de la periferia, planteen la alternativa a Maastricht.

¿Y cuál es la alternativa a Maastricht? La alternativa a Maastricht es simplemente desarrollar, consecuentemente, el acta única europea.

Es decir, mercado único, de acuerdo, pero con una cuestión. Mercado único con armonización fiscal.

Es decir, no se puede construir un mercado único cuando cada país tiene una política fiscal distinta.

El capital español, cuando quiera, se va a Francia y se va a otro sitio, depende de lo que le den.

Y la segunda parte. La cohesión económica y social no son fondos de cohesión.

La cohesión económica y social son políticas sociales justas.

Simplemente con que se desarrolle el acta única, estaríamos en otra situación totalmente diferente.

Los jóvenes muchachos de los verdes alemanes, lo que hicieron sus abuelos.

Prontex, reubicar migrantes, el pacto migratorio, el pacto fiscal, el pacto social-liberal.

El café italiano, los Alpes suizos, los paraísos fiscales, el puente de Londres.

El puente de Londres no, Zugastig, se marcharon.

Ay, coño, es verdad, perdón. Pues, no sé, el Erasmus, el Interrail, los Zintanks, los lobbies.

También, también. Y el queso, la cerveza.

La cerveza es muy importante, ya ven.

Estamos aquí, Manu y yo, pensando. ¿Qué es ser europeo? ¿Qué es ser europea? ¿Usted se siente europeo? Y si es así, ¿por qué se siente europea? En un artículo sobre el tema, este fin de semana, aparecido en El Salto, que firmaba Ángel Ferrero, decía que muchas de esas columnas y entrevistas que han aparecido estos días reivindicando Europa, no explicaban en ningún caso exactamente qué significa ser europeo o europea.

Aunque sí podría decirse, viendo la lógica de los tiempos, que es una identidad reservada para una clase social que puede permitirse viajar sin premuras y tener os profesionales y una vida social regular en varias capitales del continente.

La misma clase social, decía Ferrero, que hace unos años se definía como ciudadana del mundo, hasta que aquella expresión pasó a ser, bueno, pues un cliché, un chiste recurrente.

Europa no cuenta con una verdadera historia común y, por extensión, con una identidad compartida, como si la tienen en cambio los pueblos, con estado o sin él, que la conforman, a pesar de los esfuerzos académicos, culturales, intelectuales, mediáticos, o incluso de las canciones de Miguel Ríos, para que simpaticemos con el proyecto de la Unión Europea y la legitimemos ideológicamente.

El European way of life, sin embargo, parece haberse convertido casi en un nacionalismo de nuevo cuño, igual de chovinista, igual de imperialista, igual de militarista que el peor nacionalismo europeo.

Lo mejor de Europa, sea lo que sea Europa y las fronteras que queramos trazar en su nombre, es precisamente de lo que reniega la actual Unión Europea.

Aquel fantasma que recorrió el continente, que recorrió Europa, como dijo aquel señor Barbudo, germinó en hermosísimas historias de resistencia, de conquista de derechos, de solidaridad internacional, de victorias.

Sin embargo, ahora nos piden que borremos todo aquello, que olviden esa Europa, la Europa que derrotó al fascismo, la que quiso reparar la barbarie colonial, la que peleó contra las bases militares de la OTAN o la que plantó cara a la troika.

Ya saben, olvídenla. Olvídenla y abracen esta Europa, la que exige 800.000 millones de euros para el rearme, la que equipara nazismo y comunismo, la que envía armas a adolescentes obligados a combatir en un frente de guerra, la que nos amenaza con que vuelve la mili y la disciplina fiscal, la que te cobija si eres rubio y de un estado aliado, pero te deja morir en la fosa común del Mediterráneo si eres pobre y racializada, la que manda aviones antiincendios para ayudar a los bosques de Israel, pero se queda de brazos cruzados cuando Israel quema a niños palestinos en tiendas de campaña.

Abracen ustedes la Europa de los lobbies, de los think tanks, de los reglamentos, las directivas, las decisiones, el jardín florido de Europa.

Abrácenla, porque fuera solo hay bárbaros y solo hay jungla, porque Europa es el mejor de los mundos posibles, nos dicen.

Pero aquí nosotros y nosotras creemos que sí que hay otro mundo ahí fuera, más allá de este Europa o barbarie, y que la barbarie ahora mismo es defender esta Europa.

Bienvenidos y bienvenidas a La Base.