Antonio Gala en el programa de Soler Serrano 1976 443pt

Tiempo para conversar con Antonio Gala, con el que una conversación puede durar días, supongo que si el cansancio no acemella en él, meses, Antonio Gala es un conversador nato. Como hombre, por otra parte, muy inteligente, muy ingenioso, con una historia importante que contar, pienso que hay muchas cosas en las que tratar de profundizar hoy si es que Antonio se presta a que penetremos un poco en su intimidad, en su interioridad.

Con absoluta indefensión. Gracias, Antonio.

Antonio Gala viene al mundo justamente cuando España está empezando su guerra civil en octubre de 1936. ¿De alguna manera los acontecimientos vividos en esos primeros años marcan la vida de Antonio Gala? Pues yo creo que no, no porque en definitiva la infancia de un ser humano suele ser muy precavida por los que están alrededor, entonces lo que sospecho es que sí oí los ruidos de la guerra, yo pasaba por allí y había guerra, entonces es natural que escuchara los ecos, pero no recuerdo de una manera muy clara el o como podría recordarlo si hubiera sido mayor.

Sí recuerdo un poco recordar los años de posguerra, esos que se llamaron los años del hambre, los años del goniato y del pan negro, y lo recuerdo precisamente porque en casa había un personaje muy famoso, el ama, que no se sabe si se llamaba ama porque se llamaba Amalia o porque era el ama de la casa o porque era mi ama de cría, y la pobre lo pasaba muy mal porque lo que a mí me gustaba comer era precisamente lo que veía comer a los demás niños que eran los goniatos, mientras ella hacía largas colas para ahorrarme tener que comer goniatos, y lo pasaba muy mal cuando montándome en un coche de caballos, en Málaga por ejemplo yo me dedicaba a robarle a las algarrobas que llevaban un saquito el cochero del coche de caballos y naturalmente el cochero me acusaba de ladrón de algarrobas, entonces esos años de posguerra sí los recuerdo un poco pero no los de la guerra.

Volvamos a la infancia, ¿cómo era la casa de Antonio Gala, la casa de los padres de Antonio? Pues una casa grande, imposible de calentar, en Córdoba hace calor pero en invierno la gente suele ponerse el abrigo al entrar en la casa, está en la calle sin abrigo pero al entrar lo coge del perchero y se lo pone porque hace mucho más frío dentro que fuera, son altos techos, grandes habitaciones, patios de mármol, surtidor, entonces es una cosa terrible, esa casa era especialmente fría pero al mismo tiempo claro era la casa de mi infancia y me hubiera parecido grande aunque hubiera sido mucho más pequeña porque el pequeño era yo.

¿Antonio estaba más cerca de papá que de mamá o viceversa? Pues en principio quizá el chico esté más cerca de mamá como tú dices y eche más de menos a papá pero luego pasando el tiempo quizá yo haya estado siempre un poco más cerca de mi padre. Sucede conmigo un caso especial y es que el eslogan de mi vida familiar, de mi vida religiosa y de cualquier tipo de vida, de la política también, es un eslogan que podría tener una marca de naranjada, el eslogan es del naranjal a los labios, yo detesto los intermediarios y me gusta ir derecho a la cabeza y entenderme mejor con los de arriba que con los que están en los peldaños intermedios. Entonces probablemente yo deseaba tener un o permanente con mi padre, que era más difícil, mientras que el papel de mi madre era el de omnipotencia suplicante en algún caso o el de testigo de cargo en el peor de los casos. Entonces creo que estaba más cerca de mi padre.

En definitiva diríamos que había también una predilección a la recíproca.

Aparentemente no. Aparentemente mi padre era quizá exigente con todos los hermanos porque tenía una especie de orgullo trasladado.