Adiós al Estrés de las Contraseñas: Crea tu Escudo Digital 601h12

Hola y bienvenido o bienvenida a Hackytales. Soy Diego, como cada semana te traigo el podcast para desenredar los líos de la ciberseguridad y que puedas navegar por el mundo digital con confianza y tranquilidad. Hoy te traigo una redicción de un tema que traté al principio de todo este embrollo y que vamos a hablar de algo que, siendo sincero, a casi todos nos da pereza o incluso un poco de agobio, que son las contraseñas. Sí, otra vez, pero por si no lo escuchaste en su momento y para que puedas repasarlo siempre que quieras, vamos a tratar este tema porque es algo que usamos para todo, desde ver nuestras cuentas bancarias hasta compartir fotos en las redes sociales. Sé lo que estás pensando, otra vez el rollo de las contraseñas, que si tienes que aprenderte otra vez todas y que es imposible de recordarlas. Bueno, te entiendo perfectamente porque gestionar las contraseñas puede parecer una tarea interminable y a veces incluso frustrante y es normal sentir miedo o ansiedad cuando escuchamos noticias sobre los robos de datos y los hackeos masivos, pero ¿y si te dijera que hay formas sencillas que quitas de ese peso de encima? Que puedes proteger tu dinero, tu identidad y la privacidad de tu familia sin enloquecer.

Bueno, pues si te quedas conmigo estos 15 minutos vas a aprender todo lo necesario de forma clara y con pasos concretos. Vas a entender por qué esas contraseñas débiles o repetidas son un peligro real, para lo que más te importa, y te daré las herramientas para crear un escudo digital fuerte pero fácil de manejar. Lo primero es que entiendas el por qué. ¿Por qué hay tanto jaleo con las contraseñas? Bueno, pues imagina que usas la misma llave para tu casa, para abrir tu coche, para la oficina, para el buzón. Si alguien consigue una copia de esa llave, ¿qué pasa? Pues que tiene a todo. En el mundo digital pasa exactamente lo mismo. Hay mucha gente que por comodidad, por no decir prácticamente todos, usan la misma contraseña o una que se le parece muchísimo para el email, para el banco, para Amazon, Netflix, para cualquier cosa.

Y aquí viene el peligro número uno, que es el credencial stuffing. Este ataque suena bastante técnico pero es muy simple y es básicamente que los malos consiguen listas de emails y contraseñas por alguna filtración en algún sitio web que hackearon. Y créeme que hay millones circulando por ahí, como ya te he mostrado muchas veces debido a los hackeos masivos que hay. Y como cada vez hay más, pues cada vez hay más contraseñas filtradas. Luego se usan programas automáticos para probar esas mismas combinaciones en cientos de otros sitios de forma automática, que es lo que se conoce como fuerza bruta. Ya puede ser en tu banco, en tu correo, en las redes sociales... Y el problema está en que si reutilizaste esa contraseña, pues tienen la puerta de entrada a tu vida digital. Y esto no es una exageración. Se estima que más del 80% de los hackeos ocurren por contraseñas robadas o débiles.

Fíjate bien en lo que he dicho, ocho de cada diez. ¿Y las consecuencias? Pues pueden ir desde robarte el dinero de la cuenta a suplantarte la identidad para pedir créditos a tu nombre, acceder a tus correos privados o a fotos personales hasta dañar tu reputación, o usar tus cuentas para estafar a tus amigos y familiares porque se hagan pasar por ti. Piensa en la angustia, el tiempo perdido y el dinero que puede costar solucionar algo así, si es que se llega a solucionar, que el problema es que luego muchas veces ni se consigue. Por eso proteger tus contraseñas es proteger tu bolsillo, tu identidad y tu tranquilidad, y sobre todo la de los tuyos. ¿Vale? ¿Ya te he asustado lo suficiente? ¿Pero ahora qué? ¿Tienes que inventar contraseñas imposibles llenas de símbolos raros? Pues no necesariamente. Las reglas han cambiado y ahora nos podemos olvidar, de alguna manera y sin decirlo muy alto, de usar mayúsculas, números, símbolos, como si fuera obligatorio. De hecho el NIST, que es como una especie de la RAE,