“El Descanso. Cuarenta años de un atentado sin verdad ni justicia” a655u

El atentado del restaurante El Descanso en abril de 1985, dejó 18 personas asesinadas y más de 80 heridos.

Es el tercer atentado más sangriento que ha cometido el terrorismo en España.

En lo que va de nuestra historia más reciente, por desgracia es un atentado olvidado por todos los medios, y la sociedad en su conjunto.

Era una época en la que se cometían muchos atentados por parte de la banda terrorista ETA.

Y eso hizo que sucumbiera en el olvido este atentado, dejando a las víctimas y sus familiares en el olvido de la historia.

Víctimas y familiares que a día de hoy no han recibido la atención debida y la justicia que se merecían.

Ya que no sabemos quién lo provocó, y no se ha investigado en el atentado.

Era una época que hablar de terrorismo, era hablar de ETA.

Y como este atentado no encajaba en ese molde, pasó al olvido.

Y el tiempo lo ha ido enterrando en la memoria colectiva.

El Memorial de Víctimas del Terrorismo han impulsado esta exposición junto con el libro Un extraño atentado.

La matanza del restaurante El Descanso y el Terrorismo Internacional, de Luis de la Corte Ibáñez.

Para que se recuerde y se les recuerde a las víctimas y familiares.

Este acto fue organizado por el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, en su sede de Vitoria-Gasteiz, provincia de Álava.

Buenos días, bienvenidos al Memorial de las Víctimas del Terrorismo, muchas gracias por estar hoy aquí con nosotros, por acompañarnos en la inauguración de esta exposición sobre el atentado del Descanso, del restaurante El Descanso de Madrid, del cual se cumplen 40 años mañana, el 12 de abril de 1985.

Hace 40 años, en esa fecha alguien, aún no identificado, entró a un restaurante en pleno horario de cenas, pero a diferencia de las personas que llenaban el local y que estaban compartiendo mesa y mantel con sus amigos, con sus familiares, celebrando, etc., pues tenía oscuras intenciones y se disponía a sembrar el caos, se disponía a sembrar el terror y a dejar a muchas personas marcadas para siempre, a ellos y a sus familias.

18 víctimas mortales, 18 personas asesinadas, más de 80 heridos, es el balance de los costos humanos que es lo más importante y lo primero que hay que tener en cuenta cuando hablamos de todo esto.

El restaurante, ya lo he dicho, se llamaba El Descanso y aquel atentado de abril de 1985 es el tercer atentado más sangriento que ha cometido el terrorismo en nuestro país en la historia reciente.

Solamente los atentados, la masacre yihadista del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que tuvo un balance de 193 personas asesinadas y que la masacre de ETA, en este caso en 1987 en el hipercor, en el supermercado hipercor de Barcelona, que dejó 21 personas asesinadas, provocaron más víctimas mortales que este del descanso y, sin embargo, es un atentado muy olvidado, es un atentado sobre el cual, después de unos pocos días de atención mediática, enseguida y en unas fechas, en una década de mucha actividad terrorista, protagonizada sobre todo por ETA, pues pasó enseguida a un segundo plano al olvido directamente y, por supuesto, la atención a las víctimas, de la cual ellas podrían hablar mucho, pues también costó y tardó en llegar.

Víctimas cuyas necesidades se prolongan hasta el día de hoy y no solamente hablo en términos de atención psicológica, sino también de sus necesidades de memoria, de dignidad y de justicia.

Otra cuestión que sigue pendiente porque no sabemos quién es esa persona o esas personas que colocaron la bomba aquel día en el descanso, pero hablar de terrorismo en aquellos años, en los años 80, era hablar fundamentalmente de ETA, que era la organización que más estaba matando, que más actividad tenía y que más apoyo social tenía y este atentado en concreto se escapaba de esa lógica, no encajaba en el molde al cual estábamos acostumbrados.

Bien, para honrar a las víctimas de esa atroz salvajada, algunas de las cuales nos acompañan hoy aquí y les agradecemos mucho que hayáis venido, Consuelo García, Raúl Socorro, María José Rodríguez Pato, aquí a mi derecha, heridos en el caso de María José, asesinaron a su hermano Arturo aquel día.