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Este es el podcast número 77 donde vamos a hablar de uno caso ocurrido en noviembre de 2006 en Barcelona. En un pequeño piso del barrio de Gracia, una mujer yace muerta en el suelo de su salón. Ha sido apuñalada más de treinta veces. Su rostro, congelado en una expresión de terror, parece ser el último testigo de su brutal asesinato. El piso esta todo revuelto y a simple vista parece que se trate de un robo pero hay algo inquietante: no hay signos de robo, todas las cosas de valor siguen en su sitio. Alguien entró en su casa, con o sin su consentimiento, y la asesinó con una brutalidad que solo puede significar una cosa: el crimen es personal. la escena parece un crimen pasional. cuando el caso parece cerrado, una sola prueba lo cambia todo. Un pelo atrapado en la mano de la víctima desmorona la versión oficial y deja una pregunta sin respuesta: ¿quién lo ha hecho? En este episodio reconstruimos el caso de la Madame Irene Os recuerdo que durante la semana subo información extra y actualizaciones sobre el caso en Instagram, @elpoderdelainvestigacion ¡OS QUIERO! ¡Link donde poder invitarme a un café! https://www.buymeacoffee.com/elpoderdelainvestigacion Link redes sociales https://linktr.ee/elpoderdelainvestigacion ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/2097865 272e54
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Hola, soy Dayana Santiago, detective privado y perfiladora criminal, y esto es El Poder de la Investigación.
Este es el podcast número 77, donde vamos a hablar de un caso ocurrido en noviembre de 2006 en Barcelona.
Todo sucede en un pequeño piso del barrio de Gracia.
Una mujer yace muerta en el suelo de su salón.
Ha sido apuñalada más de treinta veces, su rostro congelado en una expresión de terror.
Parece ser el último testigo de su brutal asesinato.
El piso está revuelto, y a simple vista parece que se trate de un robo, pero hay algo inquietante.
No hay signos de robo, todas las cosas de valor siguen en su sitio.
Alguien entró en su casa, con o sin su consentimiento, y la asesinó con una brutalidad que solo puede significar una cosa.
El crimen es personal.
La escena parece un crimen pasional.
Cuando el caso parece cerrado, una sola prueba lo cambia todo.
Un pelo atrapado en la mano de la víctima desmorona la versión oficial y deja una pregunta sin respuesta.
¿Quién lo ha hecho? En este episodio vamos a reconstruir el caso de la Madame Irene.
Estad atenta y atento, porque empezamos.
Hoy nos adentramos en uno de los crímenes más impactantes de la crónica negra española, el asesinato de la Madame del Club Flamingo.
Nos situamos en el año 2006 en Barcelona, momento y lugar donde ocurren los hechos.
Irene Cabezas es una mujer de 56 años que vive en un ático en la calle Alegre de Dal en el barrio de Gracia.
Ella es madre de dos chicos, Juan Ramón, quien lleva junto a su madre la gestión del club, y está casado con Olga, una ex bailarina del Prostíbulo, el hijo pequeño de 15 años en el momento de los hechos, llamado Víctor.
Irene es una mujer que en la noche barcelonesa todos la conocen como Madame Irene, es la dueña del Club Flamingo, un local de alterne en la calle Balmes, un negocio próspero, un refugio para muchos, y quizás una prisión para ella.
El Flamingo no es un club cualquiera. Ubicado en la calle Balmes en la frontera entre el barrio de Gracia y Sant Gervasi, es un punto de encuentro del mundo nocturno barcelonés.
Lámparas rojas, sofás de terciopelo desgastados, humo de cigarrillos flotando en el aire, mujeres de mirada afilada, hombres de corbata suelta, allí Irene manda.
Es fuerte e implacable, una mujer que sabe moverse en un entorno que puede ser peligroso.
La noche del 6 de noviembre de 2006, varios vecinos de la calle Alegre de Dal escuchan gritos. A la mañana siguiente, los perros de Irene deambulan por la calle, como si estuvieran abandonados, pero nadie sospecha nada hasta tres días después.
El 9 de noviembre de 2006, Juan Ramón, el hijo de Madame, preocupado porque lleva días sin tener noticias de su madre, entra acompañado de un lampista en el domicilio.
El hedor que sale del apartamento cuando abren la puerta confirmará lo peor.
El pequeño salón está revuelto, papeles tirados, cajones abiertos, una botella de licor a medio terminar sobre la mesa, en el suelo, junto a la mesa de centro, y hace su cuerpo.
Va vestida con un vestido negro, el mismo que suele usar en el club. Aquí es cuando empieza la investigación para poder esclarecer los hechos.
Los investigadores observan que la puerta no está forzada, lo que seguramente Irene es que hay.
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