246. Mi hijo me cae mal, ¿soy mala madre? 235m28

Bienvenido a Adolescencia Positiva, el programa donde vas a descubrir cómo mejorar la comunicación con tus hijos. Conocerás a psicólogos, sexólogos, coaches, padres y educadores que te descubrirán las mejores herramientas para trabajar desde casa. Comienza tu camino hacia el buen entendimiento en este nuevo episodio con Diana Alacena.

Bienvenidas, queridas familias. Episodio 246 del podcast Adolescencia Positiva. Estamos en el último mes de este curso escolar, que ya sabéis que normalmente yo en verano, julio y agosto, me suelo tomar unas vacaciones de podcast, aunque seguimos trabajando en el blog, seguimos trabajando en las redes sociales, en el canal de YouTube, pero sí que es verdad que con el podcast descansamos un poquito, pero no te preocupes porque tienes 245 episodios por delante que si no los has escuchado todos, te has dejado alguno por el camino, pues bueno, puedes aprovechar este verano para ponerte al día y buscar aquel tema que a lo mejor te puede interesar más o menos, ¿no? Porque oye, pues a lo mejor yo tengo un problema de que mi hijo pues no vuelve a casa a la hora que quiero que vuelva y otro tiene un problema con el hecho de que ha suspendido asignaturas en verano, en fin, cada uno pues con sus situaciones familiares, pues ya te digo que en 246 episodios que llevamos hasta hoy seguro que encuentras ese reto que tienes en casa y que puedes volver a escuchar.

Y estoy feliz, estoy feliz porque hoy tenemos esa masterclass, super masterclass sobre los límites, cómo podemos poner límites en la adolescencia, que sabemos que es una etapa muy diferente a la infancia, que tú en la infancia normalmente pones un límite y se suele llevar a cabo, pero llega la adolescencia y ahí, madre mía, qué es lo que pasa, ¿verdad? Pues hoy tenemos esa masterclass a las 7 de la tarde, ojalá que llegues a tiempo y cojas una de esas entradas para poder acceder online, ya sabes, a las 7 de la tarde, hora española, y además, además, hoy también abrimos plazas, ahora sí, en ese programa avanzado en el que vamos a estar los próximos dos meses con mamás, papás, familias que quieren trabajar con un mapa de ruta, que quieren saber cómo ir del punto A al punto B sin perderse por el camino, porque es verdad que tenemos mucha información en redes, en podcasts como este, en vídeos de YouTube, pero a veces los padres se sienten muy perdidos, porque dicen, es que tengo tanta información en mi cabeza, he leído tanto, he visto tanto, sigo a tantos influencers educativos que estoy perdida, tengo una sobreinformación que me hace no saber si al final lo estoy haciendo bien o lo estoy haciendo mal, o qué está pasando aquí.

Bueno, pues nosotros, en este programa, junto con nuestros colaboradores también profesionales de la psicología y del coaching que van a trabajar también con nosotros, os vamos a acompañar, cogiditos de la mano, por este tránsito, por este camino, para que llevéis un orden, y no os perdáis, y empecemos desde el punto A hasta el punto B sin perdernos por el camino.

Así que bueno, pues ya sabéis que abrimos las plazas, os vamos a dejar el enlace bajo las notas de este programa, porque sólo tenemos esta semana para recopilar a todas aquellas familias que van a trabajar con nosotros, ya sabéis que son plazas limitadas para poder atenderos mejor y más personalmente, y que una vez que finalicemos estas plazas, y sobre todo llegado el domingo 8 de junio, cerramos y ya comenzamos a trabajar con las familias, ¿de acuerdo? Bien, dicho esto, el otro día, te cuento, que el otro día me reuní con amigas que hacía tiempo que no veía, estuvimos hablando de nuestros hijos, de cuando eran pequeños, de la infancia, de cómo fue, de la diferencia que hay ahora con la adolescencia, de los comportamientos que hay, alguno que ya tiene a su primera pareja, otro que tiene problemas con su hija y con las pantallas, el otro que su hijo pues no tiene amistades, en fin, pues ya sabes, lo típico de la adolescencia, hasta que de pronto una de las mamás coge y dice, pues a mí mi hijo me cae fatal, imagínate, me cae fatal mi hijo, entonces claro, otra mamá dijo, pero vamos a ver, oye, que es normal que los hijos odien a los padres en esta etapa, porque bueno, pues están a su bola, pues no les gustan las normas ni los límites que les ponemos, pero oye, pero cómo es posible que los padres no aguanten a sus hijos o les caigan fatal, ¿no? De verdad, no podemos tener estos sentimientos negativos hacia nuestros hijos.

Bueno, pues la adolescencia, todos lo sabemos, es un momento muy difícil, nuestros peques ya no son tan peques y ahora están centrados en, o sea, no están tan centrados como antes en la familia, ¿no? Como cuando eran niños, sino que están más centrados en el mundo exterior y eso unido a que todavía tienen escaso autocontrol, pues puede ser fuente de mucho malestar dentro de la familia. Entonces, ¿cómo va a ser sencillo convivir con alguien que es todavía un niño en muchos aspectos, pero no acepta ni las críticas, piensa que lo sabe todo, se encierra con el móvil, se va con los amigos y además responde de malos modos? Pues tenemos que reconocer que a veces nos sobran razones a los padres para que nuestros hijos nos puedan caer mal, ¿verdad? Pero aquí lo importante es qué hacemos con ese sentimiento.