#237 Cristian Lambrecht | Campeón Copa de Europa FIBA 2s236p

Muy buenas a todos y bienvenidos un día más a Inside Sports Science.

Hoy está con nosotros Christian Lambrecht.

Christian, ¿qué tal? ¿Cómo estás? El ruso.

Exactamente, allá es el ruso.

Todo muy bien, Alex.

Todo tranquilo por estos lados.

Muy expectante.

Con muchas ganas de hablar de básquetbol, de rendimiento, de deporte, de preparación física.

Con algo de la voz que me queda.

Haciendo un gran esfuerzo.

Hice un gran esfuerzo hace dos días en un partido que valió la pena.

Cuéntanos esa última experiencia, Christian.

Que os lo jugabais todo.

Mira, Alex, esta última experiencia fue única.

Única porque no me había tocado vivir hace 15 años de profesionalismo y casi 30 años en el básquetbol.

Y no viví algo parecido.

Bueno, sí, algo parecido en Puerto Rico con Bahía Básquet, un equipo en el que yo trabajé en mi ciudad.

En el entretiempo perdíamos por 15 más o menos y lo terminamos remontando y accediendo a la final de la Liga de las Américas.

Pero bueno, afortunadamente e increíblemente lo que nos tocó vivir nosotros en Bilbao Básquet el miércoles pasado.

En Bilbao, justamente, en la semifinal de la FIBA Europa Cup contra el equipo de Dijon.

Fue algo increíble. Algunos dicen que fue un milagro.

En donde el partido de ida en Dijon perdimos por 19.

Volvemos a Bilbao, obviamente el lado corta.

En el entretiempo, el descanso, íbamos 2 o 3 puntos arriba.

Tercer cuarto termina con 2 o 3 puntos arriba.

Mitad del último cuarto, 2 o 3 puntos arriba.

Es increíblemente la magia del básquetbol porque es algo que no tiene muchos deportes.

Y el nuestro, afortunadamente sí, para lo que estamos en este mundo.

En esos últimos 5 minutos hicimos un parcial de 28-2.

Y en el último cuarto, 41 puntos.

Y ganamos por 29. Teníamos que ganar por 20 y ganamos por 29.

Fue un partido que me enseñó muchísimas cosas.

De qué tipo de deporte es esto, de que nunca hay que darse por vencido, de que siempre hay que creer que este deporte es un deporte de rachas, de mentalidad, de emociones.

Lo disfrutamos y lo vivimos como nunca.

Durante el partido, hasta ese momento en el que empieza la remontada del último cuarto, de los últimos 6 minutos, ¿qué sensaciones había? Había sensación de que la gente creía.

¿Qué mensajes se enviaban desde el banquillo, desde la charla del descanso para intentar hacerles creer que era posible? El domingo previo jugamos en Madrid, contra Real Madrid.

Ya en el regreso, en el colectivo, yo todo pensando qué podía hacer cada uno del staff para poder brindar mensaje positivo de que lo podíamos hacer.

Yo desde mi lugar, que una idea, que la otra, intervenciones de diferente tipo, desde cartelería hasta juegos cooperativos, en donde se vaya plasmándose en el inconsciente de los jugadores de que podíamos hacerlo.

Yo tenía mucha ilusión.

El año pasado, en los cuartos de final, fuimos a Polonia y perdimos por 19 puntos.

Ganamos por 24 o 25 puntos, si mal no recuerdo.

Pero en otro trámite del partido, donde ganamos desde el minuto 1 y fue ascendente.

Ganamos por 5, por 10, por 15, por 20, 25 y lo ganamos.

Particularmente en este caso, yo tenía mucha ilusión antes del partido.

Tenía mucha ilusión cuando terminamos el primer cuarto porque había buenas sensaciones, la gente, el ambiente.

En el descanso, dos o tres arriba, yo digo bueno, tenemos que empezar el tercer cuarto y ponernos a 10 o 12, no nos da.

Veníamos con muy malos porcentajes.

Empieza el último cuarto, dos arriba y ahí ya dije, esto va a ser muy difícil.

¿Qué pasó? ¿Cuál fue el punto de inflexión? Faltas técnicas, pelotas que entraron que antes no habían entrado.

Sacamos 6 u 8, fueron 10 o 12.

A los 12 o 14 puntos, se nota.

A ver, está claro Alex, vi el último cuarto 4 veces.