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Has llegado a la casa del acantilado, con Paco Moreno.

Bienvenido.

Nuestro personaje está completamente sumido en el polvo de la historia.

Prácticamente olvidado.

Y fue un hombre, un mago, que llegó a ser más popular que Jesucristo.

Que nadie se ponga nervioso por esto, pero es que es la realidad.

Fue un personaje popular, carismático, con enormes virtudes.

Uno de esos personajes que no sé si fue clave, pero que fue de lo más interesante.

Un personaje curiosísimo.

Su biógrafo, aunque fue un biógrafo que vivió dos siglos después que él, lo comparaba con Pitágoras.

Sí, y fue, como te digo, más popular que Jesucristo.

Porque Jesucristo empieza a ser popular después de morir.

Pero en su época realmente no era muy conocido.

Prácticamente nada conocido.

Vamos a hablar de Apolonio de Tiana.

Para muchos, uno de los mayores magos que ha existido en toda la historia.

Además vivió en una época importante.

Coincidió con Jesús.

Vio desfilar a varios emperadores romanos, de los que él mismo fue asesor.

Se decía que tenía unas capacidades psíquicas fuera de lo común.

Y lo demostró.

Se dice que vio la muerte de Domitiano a muchos kilómetros de Roma cuando muere asesinado.

Incluso que llegó a resucitar a una mujer en su féretro.

Y hasta que ejerció el don de la profecía.

Fijaos el hombre que tenemos entre manos.

Si te digo que era más popular que Jesucristo, es que hay muchas más pruebas de la vida, de la obra y de la difusión del conocimiento de Apolonio de Tiana que del propio Jesucristo.

Porque Apolonio, para sus contemporáneos, era una persona notable.

Pero extremadamente notable.

Apolonio llegó a tener discípulos, aunque él no lo buscaba.

No creó una escuela, ni pretendía crear una religión.

Por ejemplo, la religión cristiana sí nació debido a las enseñanzas de Jesús.

Apolonio de Tiana nunca pretendió esto.

Básicamente, se podría decir que era un dotado psíquico.

Una especie de vidente de profeta.

Pero es que además era un hombre de una cultura asombrosa.

Fue un gran matemático.

Se considera hoy en día que gran parte de las hazañas que hizo delante de la corte romana pudo deberse no solo a su conocimiento de matemáticas, sino también a un conocimiento de la física y conocimiento de la naturaleza.

Probablemente algunos de los trucos que le dieron fama en el mundo romano, en todo el mundo romano, hoy lo llamaríamos trucos de magia de salón de alto nivel.

Actuaba delante de la gente.

Era una persona con unos conocimientos muy superiores a los de su época.

Era capaz de escenificar a acto.

Y hacía cosas que dejaba a la gente realmente asombrada.

Vivía del asombro.

Él comía de las cosas que mostraba, que enseñaba.

Y también de ser un gran consejero.

La duda está, hoy en día, si realmente era un mago o realmente fue una persona que tenía poderes paranormales.

Lo que sí está claro es que asombraba allí por donde pasaba.

El hombre viajó muchísimo.

Cuando él se va a la India, porque fue a la India, al parecer regresa siendo una persona totalmente diferente.

Porque ya no estamos hablando de una serie de poderes más o menos psíquicos que podía tener y que deslumbraba a sus coetáneos con una serie de trucos de magia.

Sino que él mismo comentaba que había hablado con aquellos desconocidos.

Con una serie de personajes no humanos que le transmitieron poderes y saberes centrales y conocimientos que estaban a años luz de los que se tenía en la época que a él le tocó vivir.

Os suena esta historia, ¿verdad? ¿Y cuándo nació nuestro querido Apolonio? Pues se dice que pudo nacer entre el año 4 a.C. o el 17 a.C.

Es decir, que convivió con Jesús en la época de Jesucristo.

Llegó a conocer a Domiciano, a Tito.

Y muere durante el reinado de Nerva, a finales del siglo I.

Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org