04-"Descripción de una lucha" de Franz Kafka. Leído por Víctor Manuel Palomares 702v3

D Continuación de la conversación entre el gordo y el orante por mi parte yo llevaba un buen rato intentando animarme me froté el cuerpo y me dije es hora de que hables estás cohibido te sientes angustiado espera ya no conoces estas situaciones piensa sin prisas tu entorno también esperará es como en la velada de la semana anterior alguien lee en voz alta un extracto de una copia yo mismo copié una página a petición suya cuando veo esa letra entre las páginas escritas por él me asusto no tiene sentido la gente se inclina desde los tres lados de la mesa yo juro entre lágrimas que no es mi letra pero por qué lo de hoy iba a ser parecido sólo de ti depende que la conversación esté delimitada Reina la paz Esfuérzate querido ya encontrarás algo que objetar puedes decir tengo sueño me duele la cabeza adiós venga rápido hazte notar qué es eso Obstáculos y más obstáculos que recuerdas recuerdo una meseta que se alzaba hacia el inmenso cielo como un escudo de la tierra yo la veía desde una montaña y me dispuse a atravesarla empecé tenía los labios secos y no me obedecían cuando dije acaso no hay otra forma de vivir no de qué sirve hablar de eso nadie que viva sólo tiene responsabilidades por la noche hay ciertas cosas que uno teme que la corporeidad tal vez desaparezca que las personas sean realmente como se las ven en el crepúsculo que no le permitan a uno caminar sin bastón que tal vez sea bueno ir a la iglesia y rezar a gritos para que lo vean a uno y obtener así un cuerpo Así habló y luego guardó silencio por lo que yo saqué mi pañuelo rojo del bolsillo y me puse a llorar encorvado él se levantó me besó y dijo ¿por qué lloras? eres alto eso me encanta tienes unas manos largas que hacen prácticamente lo que quieres ¿por qué no te alegras por ello? Te aconsejo que lleves siempre ribetes de color oscuro en las mangas, te estoy halagando ¿y aún así lloras? y eso que soportas las dificultades de la vida con suma sensatez Construimos máquinas de guerra en realidad inútiles, torres, murallas cortinas de seda y podríamos maravillarnos mucho con todo ello si tuviéramos tiempo y nos mantenemos en el aire no nos caemos revoloteamos aunque somos más feos que murciélagos y casi nadie en un día tan hermoso podría impedirnos decir Dios mío qué día tan hermoso pues ya nos hemos establecido nuestra tierra y vivimos en base a nuestro consentimiento Resulta que somos como troncos de árbol en la nieve en apariencia están sin más sobre ella y con un suave empujón uno debería poder desplazarlos pero no, no se puede pues están unidos con firmeza al suelo pero ojo incluso eso es sólo apariencia estas reflexiones me impedían llorar Es de noche y nadie me recriminará mañana lo que diga ahora pues podría haberlo dicho mientras dormía después dije sí eso es pero de qué estamos hablando desde luego no podíamos estar