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Podcast Cuentos Oscuros
01-"Descripción de una lucha" de Franz Kafka. Leído por Víctor Manuel Palomares Lara

01-"Descripción de una lucha" de Franz Kafka. Leído por Víctor Manuel Palomares Lara h2kl

7/5/2025 · 34:31
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Iniciamos un nuevo audiolibro con la suave voz de Víctor Manuel. Un relato largo o novela corta que ha definido como surrealista al estilo de David Lynch. Escrito en una etapa muy joven del escritor. Esperamos que os guste. "Descripción de una lucha" (Beschreibung eines Kampfes) es uno de los primeros relatos escritos por Franz Kafka, probablemente entre 1904 y 1905. Es una obra experimental, onírica y fragmentaria, que explora temas recurrentes en Kafka como la alienación, la dualidad del yo y la lucha interna. El relato no sigue una trama lineal tradicional, sino que se estructura como una serie de escenas y visiones desconectadas que giran en torno a una caminata nocturna entre el narrador y un conocido. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/3982 3i7071

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Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Descripción de una lucha de Frank Kafka y la gente con sus trajes pasea dando tumbos por la grava, bajo este vasto cielo que, desde las colinas a lo lejos, se extiende hasta las colinas lejanas.

A las doce más o menos algunas personas se levantaron, se inclinaron, se dieron la mano, dijeron que todo había sido muy agradable y, a través del gran marco de la puerta, entraron en el vestíbulo para ponerse el abrigo. En el centro de la sala la anfitriona hacía enérgicas reverencias, mientras en su vestido surgían decorativos pliegues.

Yo estaba sentado a una mesita, tenía tres patas delgadas y tensas, bebiendo a sorbos mi tercer vasito de licor Benedictine y, mientras lo tomaba, abarcaba con la vista el pequeño acopio de pasteles que yo mismo había escogido y amontonado, pues tenían un sabor exquisito. Entonces se acercó alguien a quien acababa de conocer y, sonriendo, algo distraído al advertir mi actividad, dijo con voz temblorosa, —Perdone que me acerque, pero he estado todo este rato sentado a solas con mi amiga en una sala contigua. Desde las diez y media, tampoco tanto. —Perdone que se lo diga. Desde luego no nos conocemos. Nos cruzamos en la escalera y nos dirigimos a algunas formalidades. ¿Lo recuerda? Y ahora aquí me tiene, hablándole de mi amiga, pero debe perdonarme. Se lo pido, por favor.

—Es que la felicidad me desborda. No puedo evitarlo. Y como aquí no tengo a nadie en quien confiar —eso dijo—, pero yo lo miré con tristeza. El trozo de tarta de frutas que tenía en la boca no sabía bien. Y en su cara bellamente sonrojada le dije, —Me alegro de que me considere usted digno de confianza, pero me entristece lo que me cuenta.

Y usted mismo, si no estuviera tan confundido, sentiría lo inapropiado que es hablarle de una chica amada a un hombre que, sentado solo, bebe licor. Cuando terminé de hablar, él se sentó de golpe, se apoyó y dejó caer los brazos. Luego, con los codos en punta, los echó hacia atrás, y en voz alta empezó a decir, —¡Estábamos los dos completamente solos en la habitación! ¡Sentados! Anner lilló. Y la besé. ¡La besé! En la boca, la oreja, los hombros... Unos caballeros que se hallaban cerca, sospechando que estábamos teniendo una conversación animada, se nos acercaron en rebostezos.

De ahí que me levantara y dijera en voz alta, —Bueno, iré si quiere, pero es una tontería ir ahora a L'Aurentville, pues todavía hace frío y la poca nieve que ha caído ha pastado para que los caminos parezcan pistas de patinaje. Pero si usted quiere, le acompaño. Al principio me miró con asombro y abrió la boca de gruesos y rojos labios húmedos.

Pero después, al ver a los caballeros muy cerca de nosotros, soltó una carcajada, se puso de pie y dijo, —Bueno, el frío nos sentará bien, nos apesta la ropa a calor y humo, y puede que yo esté un poco borracho, aunque no he bebido demasiado, así que, sí, nos despedimos y nos vamos. De modo que nos dirigimos hacia la anfitriona y cuando él le besó la mano, ella dijo, —Cuánto me alegro de que la casa esté tan animada hoy. Normalmente está siempre muy feliz.

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