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Descripción de 01. Sheila Barrero, un crimen ¿sin resolver? 6717o
Sheila Barrero apareció muerta en su coche, el 25 de noviembre de 2004, en el alto de Cerredo (Asturias). Tenía solo 21 años. Repasaré contigo la investigación de este caso, lleno de pistas que parecen conducir a ninguna parte. Es este un caso ¿sin resolver? Música del episodio: "Psycho" (Alex Besss)- Music from #Uppbeat (free for Creators!): https://uppbeat.io/t/alex-besss/psycho License code: HJ5P1G67BRGBOYIE Dirty Street (Soundroll) Music from #Uppbeat (free for Creators!): https://uppbeat.io/t/soundroll/dirty-streets License code: MXPYFBXNEQXKTDY2 ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/2495926 1g4s2o
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Es la madrugada del 25 de enero de 2004. Llueve sin parar. La noche ha sido larga para ella. En el cruce se despide de las luces del coche en el que van sus amigos.
Continúa sola hacia el alto de Zarreu. A solo unos kilómetros de casa lo ve.
Es su coche. Está segura. Es él. Reduce la marcha y baja la ventanilla.
Sheila aún no sabe que pasará los últimos minutos de su vida en la oscuridad de ese puerto. Hola, me presento, soy Carmen Basteiro, esto es Mis Crímenes. Hoy te hablaré de un caso que, te aviso ya ahora, te enfadará mucho. Es el asesinato de Sheila Barrero. Empezamos.
Sheila apareció asesinada en el interior de su coche ese mismo 25 de enero. Fue su hermano Elías el que la encontró recostada en el asiento del conductor. Volveremos aquí más tarde, claro, pero ahora vamos a saber dónde estamos y quién es Sheila.
Estamos en el alto del puerto de Zarreu, Cerredo en castellano. Es una zona limítrofe entre Asturias y León, en el norte de España. Un territorio tradicionalmente minero, por si te lo preguntas, hasta la liquidación definitiva del sector del carbón en el año 2019.
Sheila era de Degaña, de la vertiente asturiana de este puerto. La menor de cuatro hermanos, dos chicos y dos chicas. Era estudiante de turismo, le faltaban solo un par de asignaturas para graduarse. De lunes a viernes trabajaba en una agencia de viajes en Gijón, donde primero había hecho prácticas laborales y vivía en casa de su hermana mayor. Le gustaba salir con sus amigos, conocer gente, lo normal a los veintipocos. Las personas que de verdad conocían a Sheila dicen que era una mujer con las ideas muy claras. Tenía previsto ahorrar todo lo posible para independizarse en cuanto finalizara del todo sus estudios en la universidad.
Por eso, los viernes y los sábados trabajaba en el PAVYO team en Villablino, en la vertiente leonesa del puerto de Zarreu. Desde ahora me referiré al PAV únicamente como PAVYO, que es como lo conocían los vecinos de la zona. Todos los viernes Sheila volvía de Gijón a Degaña para pasar el fin de semana con sus padres. Los viernes y los sábados conducía hasta Villablino para trabajar en el PAVYO. Son unos 25 kilómetros de trayecto, lo he mirado en Google Maps. También hacía el viaje de vuelta, obviamente de madrugada. Vamos a la noche del 24 al 25 de enero de 2004. Como todos los sábados, Sheila llegó a Villablino para trabajar en el PAVYO.
Cenó una hamburguesa en el bar Osiris y según los amigos que la acompañaban esa noche, entró a trabajar en torno a las 12. A las 7, a la hora del cierre, salió ya del PAVYO y fueron todos juntos a tomar otra al PAVWEY, que sería abierto. En realidad, abrieron una botella que les había traído Sheila de un viaje que acababa de hacer a República Dominicana. Ella estaba muy cansada y se pidió únicamente una Coca-Cola. Y llegó la hora de volver a casa. Y es aquí donde tengo que contarte dos cosas que suelen pasar desapercibidas cuando recordamos el caso de Sheila, pero que para mí son muy importantes.
La primera, no estaba previsto que Sheila volviera esa noche conduciendo su coche por el puerto de Zarreu. Lo había dejado para reparar en un taller de Villablino y ella tenía previsto dormir en casa de su hermano Edías, que vive en esa misma localidad de Leó. Sin embargo, en torno a las 4 de la madrugada, el dueño del taller se acercó al PAVYO para entregarle las llaves a Sheila. Ella cambió los planes sobre la marcha y decidió ir a dormir a Degaña con sus padres. La segunda, también muy importante. Sheila hacía todas las noches el recorrido en coche entre Degaña y Villablino y Villablino y Degaña con una amiga de su pueblo que se llamaba Jennifer.
Justo ese fin de semana, Jennifer estaba enferma y no la iba a acompañar. Para mí, y esto es ya mi opinión, estos dos datos apuntan a que la persona que asesinó a Sheila conozca mucho más.
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