V Pascua (lecturas) 735459

Las lecturas bíblicas nos siguen envolviendo en la alegría, en el gozo, en la novedad de la Pascua.

Lo experimentamos, lo recibimos con gratitud en este quinto domingo pascual.

La primera está tomada del Libro de los Hechos, capítulo 14, versos 21 y siguientes.

Es el final, la vuelta, del primer viaje misionero de Pablo y Bernabé, enviados, tras imponerles las manos, por la iglesia de Antioquía.

Un viaje que ha tenido de todo, pero que sobre todo ha abierto las puertas de par en par a los gentiles al seno de Cristo resucitado y de la iglesia. Viaje de vuelta. Han cumplido su misión, evangelizar, pero evangelizar en serio. Es decir, estabilizar el Evangelio en aquellas personas.

Y por eso, conforme evangelizan, al mismo tiempo, van designando prebíteros mediante la oración y el ayuno en el que ellos participaban. Es decir, no se trataba solamente de predicar y bautizar, se trataba de establecer la iglesia de los bautizados creyentes en la presencia de Cristo Jesús y capacitadas esas comunidades para celebrar la fracción del pan, o sea, la Eucaristía.

Importante esto para saber realmente lo que es evangelizar. El largo viaje desemboca en el mismo lugar de donde partieron, es decir, en Antioquía. Y ahí se sienten obligados, no por obligación jurídica, no, obligados por su misma misión, a dar cuentas, a informar a la iglesia que los envió de lo que han hecho, lo que han trabajado y los resultados de ese trabajo. La iglesia crea iglesias.

Ellos son mediadores, ellos son transmisores, pero es la iglesia de Jerusalén la que da a luz a la iglesia de Antioquía y es la iglesia de Antioquía la que da a luz a estas nuevas iglesias. Así fue y así ha sido el proceso de la evangelización hasta llegar a nosotros y de nosotros en adelante. Es lógico cuando después de esta vuelta y después del giro que la iglesia ya ha experimentado del todo en esta vuelta, los gentiles, Pablo ha llegado a decir a los judíos, bueno, si no queréis allá vosotros, nos vamos a los gentiles.

Pues no es extraño que en el relato inmediatamente acontezca el concilio de Jerusalén, donde los apóstoles con los prebíteros de Jerusalén se reúnen para debatir este problema. ¿Se ite a los gentiles tal cual al bautismo? ¿O tienen antes que pasar por el judaísmo, circuncidarse, observar la ley mosaica? ¿Sabemos el resultado? Pedro dijo la última palabra, isión incondicional, y Santiago, el obispo de Jerusalén, el hermano del Señor, añadió matices importantes para establecer la relación con el judaísmo. Vamos a empezar enseguida el tercer, perdón, el segundo viaje misionero, pero en este segundo Pablo será jefe, Bernabé ya no irá, han discutido por marcos, es decir, el primero ha sido el entrenamiento