Tsirah Capítulo 2 4r1935

Órbita raquis presenta sira un relato de nieves memorias uno dos veintisiete de diciembre el cielo es naranja presagio de nieve me gustase expectante y silencioso me contagia su estado de ánimo aunque no creo que el cielo tenga nada parecido pero es gracioso pensar que sí sé que se está preparando para sepultar nos bajo la nieve al acecho como un cazador a punto de abalanzarse sobre su presa igual que siento su furia en la tormenta o la tristeza en la lluvia ella me decía que tuviera cuidado con esos pensamientos que podría quedarme perdida allí para siempre escribía notas y las escondía en los libros y en los armarios para que eh yo las encontrara y en todas ponía lo mismo recuerda volver a la realidad que no te atrapen los sueños me resulta muy difícil hacerte caso ahora que no estás sabes mucho más que antes pero seguro que eso no te sorprende estés donde estés nada de lo que hice ni lo que hago podría pillarte desprevenida incluso el que siga hablando contigo como si estuvieras aquí frente a mí tomándote una cerveza y haciéndote amiga del personal para que te invitarán a la siguiente yo solo consigo que me miren de reojo y no precisamente bien cualquier día me echan a escobazos declarándolo persona non grata y no podré volver aquí a pedir trozos de tarta que no soy capaz de probar y a beber un café tras otro aunque ya no me sepa a nada lo mismo me daría pedir agua del grifo pero tengo que hacer gasto ya sabes podrían aprender hacer una débil schouten condiciones al menos no es tan difícil he estado pensando mucho en ti estos días más de lo normal quiero decir si te me hubieras aparecido no me hubiese extrañado es parte del proceso de duelo eso ya lo sé las alucinaciones tanto visuales como auditivas serían normales nadie nos previene del viaje que emprendemos los vivos ante la pérdida porque no es más que eso un viaje como otro cualquiera los que se marchan son devueltos al polvo y la tierra los que nos quedamos transitamos desconcertados por un camino lleno de trampas sí obstáculos en algún punto entre las abejitas y las flores y el no fumes porros deberían hablarnos de la muerte es un proceso igual de natural no incluso más hay gente que se pasa la vida sin follar y que nunca se ha liado un canuto pero morir por ahí vamos a pasar todos sería muy útil saber a qué transformaciones nos veremos sometidas y tendríamos mucho menos miedo al menos eso pasó ya no temo sólo dudo y aguardó como el cielo naranja de esta noche excepto que yo no soy herald de nieve aguardo nada más en algún momento sabré lo que hacer o eso espero feliz navidad la estaba esperando en la casilla para colorear una hoja más de esa pulcra y elegante caligrafía entre montones de garabatos infantiles había pasado el día limpiando como una loca a pesar del malestar debería estar prohibido pensar en nada los domingos de resaca que perfecto poder levantarse a mediodía comer algo grasiento insano tanto que notará cómo se le obstruían poco a poco las arterias dormir una buena siesta y ver algo intrascendente en la televisión hasta volver a la cama desarrollar la misma actividad cerebral que un arbusto rodante y comportarse como tal