Tecnologizarse o Morir #26 ft Alfonso Rodríguez | “No hay conexión entre ninguna de mis empresas” q3q4y

Bienvenido a Noruega, a tu casa.

Muchas gracias.

Vamos por aquí.

En su momento llegué a pensar que fracasé aquí, fracasé allí, fracasé allá.

A día de hoy ya no pienso que he fracasado en ningún lado, simplemente he tenido experiencias.

Hoy la juventud no quiere tener responsabilidades.

No quiere, por ejemplo, cargos de responsabilidad, aun a pesar de cobrar más.

Ahora mismo, mi objetivo en la vida, soy empresario, pero no es ganar dinero.

Cosa que es el objetivo de cualquier empresa.

Mi objetivo ahora mismo en la vida, y eso estoy totalmente comprometido, es hacer una labor social.

Las 500 empresas más potentes del planeta tienen el 63% del PIB mundial.

Pues metes en una boda.

Hey, tecnófilos, bienvenidos al Nave de Emprendimiento.

Hoy estamos con Alfonso.

Muy buenos días.

Alfonso y punto. No more.

Alfonso es empresario y nos va a contar él primero quién es.

¿Qué es Alfonso? ¿Quién es? ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas? ¿Tu misión? ¿Tu visión? Si quieres empezar desde pequeñito, quizá desde el útero materno, pero ya cuando tenías presencia.

Desde que tenías presencia de espíritu, allá por los... ¿Cuándo tenemos presencia de espíritu? Fú, allá...

¿A partir de las...? Pues este sábado, 52 años atrás, desde este sábado.

Pero ya, ¿desde qué edad? 52 tienes.

Ah, desde el sábado.

¿Qué te empiezas a acordar de cosas desde los 4 años? 3, 4, 5.

No pongo mucho conciencia yo en el pasado. Más bien la tengo en el futuro.

Trato del presente, pero más bien se me va al futuro más que al pasado.

Ahí tengo mucha memoria.

Los que viven en el pasado, los que viven en el futuro y los que viven en la realidad.

También.

Eso lo he escuchado ayer en un...

La realidad me obliga a estar ahí. Puesto el foco en ella, por narices.

Cuando digo la realidad me refiero al presente.

Totalmente.

De acuerdo.

¿Qué pasa? Que los que viven en el pasado son unos...

Viven de la nostalgia.

Los que viven del futuro, los que piensan siempre en el futuro, están absolutamente estresados.

Se pierden la realidad. Estresados.

Estresados y están presionados, son carne de... ¿Cómo se llama? De depresión.

Cierto.

De ansiedad.

Y luego están los que viven el día a día.

Los del Carpe Diem o para algunos, Carte d'Or.

Carte d'Or.

Te cuento.

Vienes presentándote tú y, como veis, tenemos una relación bastante fluida.

Somos amigos los dos.

Somos... ¿Cómo viene? El 1, 2, 3.

Somos residentes en la Coruña y, además, somos socios de nordés.

Entonces nos vemos aquí bastante.

Un día sí, otro también.

Ya me callo, te lo prometo.

Muy bien. A ver, me pones así, pero vale.

Voy a contar un poco porque si vamos a hablar de emprendimiento y de cuál es mi opinión particular al respecto, pues está bien que sepáis quién soy yo para decir lo que digo.

Entonces un poco por ahí.

No es que me gusta hablar de mí, pero bajo las circunstancias, ya que me lo preguntas, voy a hacer una retrospectiva.

Pues mira, desde el punto de vista... Como digo, hago 52 años este sábado y desde que tengo 19, que fue mi primer trabajo, me he pasado creo que tres años de mi vida por cuenta ajena.

El resto han sido cuenta propia siempre.

Hasta la edad y a día de hoy sigo trabajando por cuenta ajena.

Tengo una consultoría de digitalización y ahí siguiendo en la batalla.

Por cuenta propia.

Perdón, por cuenta propia, justo. Eso es.

Entonces eso han sido como tres proyectos grandes y uno más pequeño que ya se han quedado por el camino.

Y en su momento llegué a pensar que fracasé aquí, fracasé allí, fracasé allá.

A día de hoy ya no pienso que he fracasado en ningún lado.

Simplemente he tenido experiencia que me han llevado para lo que ahora voy a hacer y lo que quiero hacer, que también puedo hablar de ello.

También puedo hablar, si quieres, un poco del futuro, que como digo, me gusta más que hablar del pasado.

Pero ¿qué he hecho hasta este momento? Pues mira, allá por el... Cuando tenía yo 21 años, primero trabajé un añito por cuenta ajena.

Luego, cuando tenía 21 años, dejé aquel trabajo, que eran así unas labores istrativas, que yo estudié temas istrativos.

Me monté a una escuela de música.

Yo sin saber de música, pero veía negocio.

Ya que yo dije, no hay ninguna escuela de música en esta ciudad.

Bueno, me monté a una escuela de música.

Fue una aventura de nueve años.

Tenía profesores, yo allí hablaba de mis colegas.

Tuve una novia rusa, violinista, que era de la Sinfónica de Galicia.

Entonces, un poco entre eso y que conocí así a más gente.

Mi pandilla de amigos eran rusos, que me enseñaron muchas cosas a cómo beber.

Aquí te dejo hacer un Kit Kat.

Es que mezclas lo que quieras, pero no bajes la graduación.

Pero vale, continuo.