Teatro Estudio 1 - La silla número 13 (Bayard Voiller) 722k1c

Creo que ya podemos decírselo a todos. ¿Pero qué creéis? ¿Que la gente es ciega y sorda? Qué agradable resulta la velada, ¿verdad? Y el pastel de escorpión es delicioso. Mamá, Erena se siente muy cohibida.

¿Por qué, querida? Tienen ustedes una posición social muy elevada y yo, en cambio, no tengo nada. Suponiendo que eso sea cierto, que nos importa a nosotros. Pero no comprendemos... No, no comprendemos nada.

Solo te queremos a ti. Hijos míos, sed felices, eso es lo importante. Es un consejo que os da vuestra madre.

Cuando el padre de Guillermo se casó conmigo, yo era una pobre maestrita y él era un triste empleado. Pero nos queríamos, ya que el amor fue nuestra fuerza y pervive todavía hoy como entonces. Más aún porque los hijos lo han engrandecido. Créeme, pequeña, tus escrúpulos son ridículos. Lo ves, lo ves, Erena. Pero es que me conocen ustedes tampoco. Durante un año has sido mi secretaria, creo conocerte a fondo. Pero mi familia... Pero si yo no me caso con tu familia...

Yo temo que sí. ¿Qué quieres decir con eso? Toda mi familia es mi madre.

Querida, cuánto lo siento, debí haberla invitado esta noche. No, no, señora Crosby, mi madre no sale nunca de noche y además aquí se hubiese sentido muy incómoda. Es una mujer muy distinta de todos ustedes. Pero, por favor, no interpreten mal mis palabras. Mi madre es la más adorable de las madres. Mi querida Elena, tu madre será siempre bien recibida en esta casa y entre todos trataremos de hacerla feliz. ¿Qué tal? ¿Cómo va, muchacho? Hola, papá. ¿Al fin? ¡Claro que sí! Un abrazo, hijo mío, un abrazo.

¿Pero qué significa eso? Que te han decidido...