
Descripción de El tacto de la muerte 2w584y
Nuevo relato dramatizado de autoría propia de La Tecla Muerta, solo para nuestros FANS que apoyan el canal con sus aportaciones mensuales. Lleva por título: "El tacto de la muerte". Idea, texto original y voz: Jorge Sánchez Si todavía no eres FAN del programa, ¡AHORA PUEDES HACERLO! Visita nuestro podcast oficial en ivoox y haz CLICK sobre la tecla APOYAR. Si lo haces, y desde tan solo 1,49€ al mes, podrás tener a contenido , y todo ello, SIN PUBLICIDAD. Un pequeño gran gesto que nos ayudará a seguir trabajando en la creación de contenido, con la misma ilusión de siempre. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/467145 68132
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De los años su mayor terror, la soledad que había sido llevadera con interesa y coraje.
Ahora se tornaba pesada y soportable. Las arrugas en su rostro reiteraban sus sospechas.
La redención por la culpa de aquello en lo que no había obrado bien a lo largo de toda una vida comenzaba a resquebrajar sus entrañas. Aquellas amistades que un día parecieron invulnerables hoy se distanciaban. Dolorosas y punzantes, torpes y delicadas, antaño fuertes y valerosas. Se mostraban abatidas y desgastadas.
Un alma impetuosa, apasionada y fugosa. Se transmutaba lenta pero inexorablemente en algo incierto. Como una sombra que deambula por entre la más absoluta oscuridad. Como una lágrima sincera que se funde en la orilla del mar. El tiempo se le escurría literalmente por entre los celos desinteresado, apático.
Su figura tampoco reflejaba ya lo que un día fue. Hermosa y deseable, cuyas curvas eran recorridas de forma indiscreta por ojos ajenos. Aquella melodía, aquel canturreo pasible que la había acompañado en tantas aventuras, se marchitaba anónima y desaliñada. Recuerdos, tan solos recuerdos. Todo se convertía en un escueto y delicado puñado de recuerdos, demasiado frágiles para seguir siendo almacenados en una mente profundamente derrotada y enferma.
El olvido invadía como un temeroso cáncer cada rincón, devorando la carne hasta llegar al hueso.
El sabor de la humedad y el tacto de la muerte eran su única compañía por entre los muros de aquel viejo caserón de madera hinchada y ventanas rotas. El tacto de la muerte, pensó. El tacto de la muerte.
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