Sexto Mandamiento - ConPadres j3j5p

Para todos. Luz Católica punto ¿Qué tal con este ambiente? Ya se la sabe usted que tenemos nosotros un ambiente, hemos preparado con mucho cariño este programa para todos ustedes, programa de compadres, programa aquí en María Visión, para todos ustedes, amigos y amigas que nos sintonizan en su televisión, que nos sintonizan a través de la triple W punto María Visión punto com o que nos ven en su teléfono, en su celular, en su celular así de ese como el que tiene el padre Octavio que se traba cada rato, no importa, pero lo importante es que nos vea, que nos sintonice, es un honor para mí dirigirme a todos ustedes en este programa, y pues, saludamos a todas las personas que nos siguen en todo este continente tan bello que es América, hacia el sur, y hacia el norte, muchos países bellos que se comunican con nosotros en mensajes por por inbox, si los leemos, contestarles, pero si los leemos, sabemos que se comunican de de Guatemala, del Salvador, de Argentina, de Belice, sabemos que se comunican de de los Estados Unidos, de San Antonio, Texas, de Houston, de muchos lugares, les agradecemos, gracias, gracias por sintonizarnos. Este es su programa, compadres, y tengo el honor de presentarle a mi amigo, el de el color en este programa, al padre, usted ya lo conoce, se lo presento, el padre Octavio Ramírez.

Muchísimas gracias, además de dar gracias a Dios, y a uno que otro envidia también por este colorido traje que traigo el día de hoy, agradezco la oportunidad de que nos brinden el espacio de sus casas, y recordarles que tenemos nuestro nuestra manera, puede entrar en comunicación directa, ya lo dice el padre Pablo, puede escribirnos usted en la página de Facebook, nos puede escribirnos a nuestro correo electrónico con padres arroba María Visión punto com o directamente a través de las llamadas telefónicas, recuerde que también sus llamadas telefónicas son muy importantes para nosotros, y hoy como siempre tenemos un tema, un tema muy interesante, un tema que es bastante amplio, precisamente por por las dudas que pueda suscitar este tema, pero bueno, vamos a tratar de dejar algunas ideas muy concretas, como siempre procuramos en este programa, pero sobre todo, hacerle que usted en esta noche se pueda dormir con una sonrisa en sus labios, y con un deseo de levantarse mañana con toda la actitud para entregarse, para amar, para ser felices a las personas que Dios ha puesto a su lado, y a propósito de las personas que Dios ha puesto a nuestro lado, tengo a mi mano derecha, muy cercano a mí, el padre Jonathan.

Hola, hola, gente bonita, para nosotros siempre es un gusto estar con ustedes, en compañía de sus familias, que en compañía de nuestra madre que nos acompaña aquí en el estudio, en compañía de los ángeles, en compañía de los santos, en compañía de todo, en compañía de Dios, todos estamos muy contentos porque estamos agraciados, y el que vive en la gracia de Dios, vive en compañía de su padre, por eso nosotros estamos contentos y por eso radiemos esa sonrisa, porque estamos viviendo bajo la gracia de Dios, y por eso nos da tanto gusto entrar ahí, a su casita, ya sabe, ya sabe que al más gordito de la casa, hágamelo a un lado, porque va el padre Jonathan a compartir con ustedes su colchón. Su colchón. No, no, no. Sillón. Sillón. Su comida. Su comida.

Les vamos a estar con ustedes compartiendo con ustedes la alegría de la fe, la alegría de estar con ustedes en su sillón, en sus casas, en su carro, en su oficina, esté donde esté. Ahí están los compadres compartiendo con ustedes la alegría.

Nunca voy a olvidarte. Yo te juro, mi amor. Yo te juro que no. Trataré de olvidarte.

Si tú quieres mi amor. Ahora sí ya. Pero sí decía mi amor. Oye, pero fíjate que yo quiero felicitar, hoy es aniversario del padre Jonathan. Sigue bárbaro. Un aplauso para el padre Johnny. Todos gracias, una bendición en el que el Señor nos haya amado a la vida, nos haya amado a la existencia y nos haya amado a esta vocación tan hermosa como el sacerdocio. Gracias a Dios, hoy cumplo dos años de haber sido consagrado a Dios como sacerdote. Experiencias muy hermosas que he compartido con los fieles, con los hermanos sacerdotes, con mi familia. De hecho,