La senectud de los escritores en el siglo XXI 5h6f2

Hello, criaturos celestiales. Estoy teniendo una serie de problemas absurdos, no con el micro, sino con los cables, y de repente si se mueve algo hay posibilidad de fallecimiento de la grabación y esta es la tercera tentativa. Debo decir que no está mal por una razón práctica, que es que es como las tomas. Es decir, por ejemplo, cuando hice Históricos Anónimos, hacíamos pocas tomas porque yo tengo mucha memoria, pero igualmente sí, la segunda, la tercera eran maravillosas, que saliera la primera era posible y aquí de hecho en 15 al día juego la idea del falso directo. Hoy ya veis que el tema es bastante curioso y yo creo que da, nunca mejor dicho y valga la redundancia, para darle todavía más vueltas.

La senectud de los escritores, tema apasionante donde los haya. No, no, y no lo digo en plan de coña porque, ahora a partir de la mayor longevidad de la especie, pues también encontramos un punto que alguna vez he comentado. Que hay determinadas historias culturales que terminan legitimándose desde la hegemonía o terminan siendo hegemónicas, sin más, porque sus protagonistas pues terminan contándolas y hay una serie de supervivientes que generan el relato. En el caso barcelonés, pues, el lago es divín, por supuesto, pero esto tiene ejemplos en múltiples países de este producto sin par, que es la literatura, que podría ser el cine, que podría ser cualquier arte, pero vamos a centrarnos en literatura.

Por cierto, hablando de ella, estamos a lunes, yo estoy en Palermo, hola, ¿qué tal? y ¿cuál es la cuestión? La semana que viene, lunes, ahora no caigo, yo creo que es 26, pero mirad el calendario si os apetece, doy una charla en el Club de Literatura Europea de Noé Giu sobre la broma de Milan Kundera. Para los que no seáis de Barcelona podéis presenciarla e intervenir online los de Barcelona presencialmente a un módico precio que ahora no recuerdo. Y bueno, si queréis redondear la jugada y os gusta la propuesta, el último día del curso es Teorema de Pierpaolo Pasolini, que va a ser un pasote, ya os lo aseguro. Intercalado con todo esto, hay el seminario sobre la historia en tres sesiones en la Academia de la Central, la historia del Samorante, 4, 11, 18 de junio. Por cierto, el Samorante no iba a ser la introductora, pero es un caso fascinante también.

Y diréis ¿por qué? Pues porque ella muere con 73 años, la verdad que tiene un final atroz, a mí me parece horrible porque se rompe el fémur a partir de ahí, le descubren hidrocefalia, tiene agua en la cabeza, no se recupera. Alberto Moravia hablaba directamente de eutanasia pasiva y fallece en una clínica cerca de la Vía Nomentana de Roma en otoño de 1985, ahora no recuerdo el mes. Bueno, 40 años, pero más allá de esto lo que genera. Ya se habla de eutanasia pasiva y su última obra es Aracelli, aquí algunos la llamaréis Aracoeli, que es de 1982. Luego, por desgracia, quedaron balbuceos. Hay muchos casos de Senectudes y también digamos que son distintos en función de las épocas. Vamos a hablar de todo esto un poquito, así, en revoltillo, marcha, ritmo. Esto es 15 al día. Empezamos.

Stop y seguimos con el tema de la Senectud, más bien empezamos ¿no? A ver, cuestión interesante, ¿por qué ha salido todo esto? A lo largo de las últimas semanas he hablado con muchísimas personas en torno a esta cuestión. Yo creo que todo debe nacer, intuyo, sospecho, cabilo, en torno a la muerte de Mario Vargas Llosa. Confieso que no leí su último libro.

He disfrutado, sí, con Mario Vargas Llosa y en este caso podríamos tener una cuestión que no iría tanto sobre la obra, sino sobre el envejecimiento en sí. Ese final quedaría para mucho porque verdaderamente era un escritor reverenciadísimo, incluso en los medios de comunicación, sobre todo en los medios de comunicación, pero que claro,